Con profundas raíces en la idea de la vida nómada, estos valientes están dejando atrás nuestro mundo moderno con sus ventajas y complicaciones para abrazar una nueva forma de vida y el sueño compartido de ser autosuficientes. La evidencia antropológica demuestra que los individuos que adoptan el estilo de vida de la caza y la recolección –y basan su supervivencia en vivir de la tierra compartiendo los recursos naturales que extraen para construir y dar sustento a su comunidad– tienen mejores niveles de salud física y bienestar.
Cada integrante del grupo tiene el deseo de probar su capacidad para prosperar, y no solo sobrevivir, saliendo de su zona de confort y en un entorno absolutamente diferente. ¿Podrán superar sus diferencias y apoyarse recíprocamente durante esta abrumadora carrera de 100 días antes de que llegue el invierno?
En el Valle de Tanana, un rincón indómito de Alaska ubicado a unos 320 kilómetros de la civilización, un pequeño grupo de cálidas almas busca construir una nueva vida. Durante los últimos cinco años, Jennifer y Andrew, fundadores del grupo, vienen buscando otras personas lo suficientemente resistentes como para forjar una colonia autosustentable en la última frontera. Este dúo sabe que los nuevos integrantes aportarán ideas renovadas y habilidades innovadoras, pero los fundadores han establecido sus propias reglas y expectativas sobre cómo vivir en este entorno implacable. Así es como hacen su ingreso Adam, Oliver, Gerrid, Christine y Evan, cinco pioneros independientes y decididos. Llegan a Alaska para construir la vida que soñaron mientras vivían en los 48 estados contiguos de Estados Unidos, pero ninguno de ellos está acostumbrado a que le digan qué es lo que tiene que hacer y cómo.
El grupo no se conoce personalmente –mucho menos ha trabajado en conjunto. Vienen de entornos totalmente diferentes, que incluyen a un veterano del ejército, un vendedor de productos deportivos, el dueño de una finca y un hombre de montaña. Solo disponen de 100 días para trabajar juntos y cazar, recolectar y construir antes de la llegada del brutal frío ártico. Sin embargo, no van a sobrevivir al invierno si primero no aprenden a sobrevivir los unos con los otros.
A medida que descienden las temperaturas, el grupo de los siete buscará explotar los amplios recursos naturales de alces, salmones, osos y urogallos del Valle de Tanana. Para lograrlo, deberán construir cuatro puestos resistentes al invierno a lo largo del valle del río. El objetivo será cazar y recolectar lo suficiente como para sobrevivir a las temperaturas bajo cero. Las comunidades exitosas tienen un sistema de valores compartidos y, si bien no hay un líder designado y se dice que todos son iguales, la dura realidad de sobrevivir en Alaska pondrá rápidamente a prueba estos ideales igualitarios. Si no logran entender las reglas, fracasarán. Todos deberán jugar al mismo juego para triunfar.
Nacerán amistades, habrá romances, chocarán las personalidades. Porque, aunque se unieron en torno al sueño compartido de una comunidad autosustentable, pronto aprenderán que quizá eso sea lo único que tienen en común.
100 días a lo salvaje estrena el 7 de junio a las 9:55pm por Discovery.
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