Reino Unido prohíbe el uso de 5G de Huawei

Boris Johnson ha presidido la reunión del Consejo de Seguridad Nacional en la que se ha puesto sobre la mesa un informe del Centro Nacional de Ciberseguridad que cuestiona la idoneidad de que Huawei participe en las nuevas infraestructuras de comunicación, una vez conocidas las sanciones impuestas a la empresa por la administración de Donald Trump en mayo, que limitan la capacidad de la compañía de adquirir nuevos microprocesadores o software de tecnología estadounidense.

BT y Vodafone son las dos empresas del Reino Unido más dependientes del gigante chino, aunque sus componentes los usan en mayor o menor grado todas las compañías del sector. Ambas han ejercido presión sobre Downing Street para impedir el veto o retrasar al menos una década su entrada definitiva en vigor.

BT ya anunció que estimaba unas pérdidas de unos 550 millones de euros, que se verán aumentadas con la nueva medida.

“Es una cuestión de tiempo y equilibrio. Si se quiere que Huawei desaparezca de todas las infraestructuras de comunicación del Reino Unido, es imposible hacerlo en menos de 10 años”, ha dicho a la BBC el director ejecutivo de la compañía, Philip Jansen.

En una primera decisión, a principios de año, Downing Street había impuesto una limitación del 35% a la participación de Huawei en el desarrollo de la nueva tecnología 5G, además de impedir el acceso del material de la compañía a los núcleos estratégicos de la nueva red. Según el Gobierno británico, el gigante tecnológico estaba calificado como “proveedor de alto riesgo” y por tanto debían imponerse duras condiciones a su acceso al mercado británico.

Un portavoz de Huawei dijo:

“Lamentablemente, nuestro futuro en el Reino Unido se ha visto politizado. Todo esto tiene que ver con la política comercial de Estados Unidos y no con la seguridad”.

Dowden ha reconocido que la decisión del Gobierno supondrá un retraso de entre dos y tres años en el desarrollo nacional de la nueva red 5G y un coste añadido de más de 3,000 millones de euros, pero ha asegurado que Downing Street ha antepuesto la seguridad a la eficacia.

Fuente: El Pais

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