Hay zonas del planeta que por su historia o su fisonomía cultural no han estado tan abiertas al exterior, como si lo han podido estar el viejo continente o los Estados Unidos. Poco a poco, con la llegada y generalización de las nuevas tecnologías se ha producido una apertura sin precedentes de estos territorios al ir al unísono para no quedarse demasiado atrás tecnológicamente hablando con respecto a otras naciones.
Al comenzar cualquier actividad prácticamente desde cero, el margen de mejora es enorme. Esto es lo que ha sucedido con el sector del juego en Latinoamérica, una tierra inexplorada hasta el momento, pero que muchas plataformas de esta naturaleza han colonizado de manera interactiva. Estas empresas comprendieron que esta zona del planeta era un nicho casi inexplorado para el juego online, implándose con acierto y generando muchos beneficios.
México ha sido una de las naciones que ha llevado la voz cantante en cuanto crecimiento se refiere. Las cifras no dejan lugar a la duda, a tenor del incremento de 44,5% respecto a los primeros seis meses del 2020, de acuerdo con datos proporcionados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Este aumento de la operativa del sector del juego en la nación azteca también reportó grandes beneficios al fisco. Los ingresos por este tipo de pasatiempo que recibió el Estado fueron de 1.371 millones de pesos, poniendo a las claras la buena salud con la que goza la actividad dentro de estas fronteras, y el margen brutal de expansión que es previsible que llegue en breve espacio de tiempo.
La llegada de numerosas plataformas de juego a todas estas naciones ha sido una grata noticia todos los Gobiernos. Una actividad que pasaba prácticamente desapercibida a ojos de la recaudación ahora es un pilar fundamental dentro de una tesitura económica que no es muy favorable a nivel mundial.
Se ha demostrado a lo largo de la historia, que los mercados emergentes son los que mayores réditos de crecimiento exponencial pueden dejar en cualquier actividad que se empiecen a poner los pilares sobre los que se sustentará un edificio de enormes dimensiones. Latinoamérica es uno de los últimos ejemplos de zonas en los que el juego online ha llegado para quedarse. Antes, el viejo continente o Estados Unidos fueron mercados que sucumbieron a los encantos de una actividad que está presente en la práctica totalidad del globo terráqueo.
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