Hace unas semanas les comentamos de la guerra que se había desatado entre Greenpeace y el cómo culpaban a LEGO de apoyar a la empresa petrolera Shell, hoy les traemos otra noticia que involucra tal vez, a las dos primeras empresas.
Cada año, la costa de Cornualles, Inglaterra se ve plagada de una serie de elementos de las piezas del juego de construcción, basta dar un paseo por la arena y buscar un poco para encontrarlos, lo malo no es este hecho, si no que viene ocurriendo desde 1997.
Según Gizmodo, la historia remonta al 3 de febrero del 97′ cuando una ola golpeó al carguero Tokio Express frente a las costas inglesas, el impacto provocó que el carguero perdiera 62 contenedores, uno de ellos cargado con 4,8 millones de piezas de LEGO, poco tiempo después, éstas piezas empezaron a llegar a las costas de la playa.
Desde dragones, flores y hasta piezas de pulpos llegan a las costas, aunque cada vez en menor medida, los habitantes cuentan que en los primeros días los niños se llevaban muchos cubos de piezas, sin embargo, la mayor parte de éstas siguen perdidas en el mar.
Curtis Ebbesmeyer, un oceanógrafo estadounidense lleva buscándolas desde 1997 y no ha logrado encontrar rastro de las piezas en otras playas, él dice que probablemente las piezas se hayan unido a todo el plástico que arrojamos constantemente al mar y será muy complicado de localizar.
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