Samsung presentó sus nuevos teléfonos tope de gama, Galaxy S9 y S9+, que entre otras cosas, mantienen la pantalla «infinita» o sin marcos que se destacó en los S8 y S8+.
El display, además de no tener marcos (ratio 18,5:9), es Super AMOLED y ofrece resolución Quad HD. En el caso del S9, el tamaño es de 5,8 pulgadas y en el S9+, de 6,2 pulgadas. Cuentan con certificación IP 68, con lo cual son resistentes al polvo y al agua.
Las cámaras integran un sensor Super Speed Dual Pixel con potencia dedicada de procesamiento y memoria que permite combinar hasta 12 cuadros en una sola toma. Las cámaras además tienen estabilizador óptico y enfoque automático. Incluyen una cámara trasera de 12 MP con apertura focal variable de f/1,5 y f/2,4 que se ajusta automáticamente según la cantidad de luminosidad que detecte en en ambiente. El S9+, además, incluye una segunda cámara trasera, teleobjetivo, de 12 MP con f/2,4. La cámara frontal, en los dos modelos, es de 8 MP, con apertura f/1,7.
Puedes grabar vídeos a 960 fotogramas por segundo, además de añadir música, crear GIF y compartir. Las cámaras también tienen una función inteligente para comenzar a grabar ni bien se detecta movimiento en el marco.
Siguiendo lo visto en el iPhone X, se sumó una función que permite crear emojis de realidad aumentada a medida. La herramienta, basada en algoritmos de aprendizaje automático, analiza la foto del usuario e identifica más de 100 rasgos faciales para crear un emoji en 3D con su rostro.
Bixby, el asistente virtual de Samsung, está integrado al teléfono, con lo cual basta apuntar la cámara a diferentes objetos para que el sistema haga un reconocimiento inteligente de ellos y ofrezca información en tiempo real. Se puede obtener datos sobre las calorías de los alimentos, ver en qué tiendas online se pueden adquirir los objetos que se identificaron en la vida real y realizar traducciones a varios idiomas o conversión de divisas en el momento.
Samsung suma una nueva verificación llamada Intelligent Scan (escaneo inteligente). Esta herramienta combina el escaneo del iris con el reconocimiento facial para desbloquear de manera más segura y rápida el teléfono en cualquier entorno, incluso cuando la luz no es favorable. También se añade la opción Dedicated Fingerprint, que le permite al usuario utilizar una huella digital diferente de la que se usa para desbloquear el equipo, para acceder a la carpeta de seguridad.
Los teléfonos vienen con un procesador de ocho núcleos de 10 nanómetros (Exynos 9810 o Snapdragon 845, varía según el mercado donde se comercialice), basado en redes neuronales, lo cual le permite al equipo administrar los recursos de manera más efectiva. El almacenamiento interno de 64, 128 y 256 GB expandibles por medio de microSD hasta 400 GB. En cuanto a la memoria RAM, es de 4 GB en el caso del S9 y de 6 GB, en el caso del S9+. La batería es de 3.000 y 3.500 mAh, respectivamente. Tienen carga rápida con cable, compatible con Quick Charge 2.0, e inalámbrica, compatible con WPC y PMA.
Ofrecen parlantes estéreo sintonizados por AKG, con sonido envolvente de 360 grados, respaldado por Dolby Atmos. Los S9 y S9+ son compatibles con la nueva app SmartThings, desde donde se pueden gestionar los diferentes dispositivos conectados del hogar o la oficina.
El DeX Pad, un nuevo sistema de base de conexión, permite conectar los Galaxy S9 y S9+ a un monitor, teclado y mouse para «expandir la experiencia móvil», según destaca la compañía.
El Samsung Galaxy S9 se vendrá a $719,99 dólares y el S9+, de 839,99 dólares. Saldrán al mercado el 16 de marzo en Estados Unidos y Corea del Sur, y luego irá llegando al resto del mundo.
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