La segunda temporada de Clínica X, continúa con su formato innovador de scripted reality (sin guion previo, inspirado en casos de la vida real y protagonizado por médicos profesionales que actúan), para un estreno de 30 episodios por Sony Channel de lunes a viernes a las 10am desde el 13 de mayo.
Clínica X trae a siete nuevos médicos con diversas especialidades, para completar el drama: el cirujano general Alejandro Miguel Pedraza, la psiquiatra Rocío Valeria Gutiérrez, el psiquiatra Mauricio Kurzyn, la neurocirujana Lucero Torregrosa, la neuróloga Martina Avellaneda, el pediatra Julio Alexander Llano y el reumatólogo Francisco Javier Ojeda.
Ellos se unirán al médico internista Gustavo Andrés Domínguez, la pediatra Inés María Garza, la gineco-obstetra Martha Fábregas y la infectóloga Amanda Enríquez, para combinar la sabiduría, la capacidad de reacción y la eficacia para atender 90 casos clínicos.
Serán más de 200 pacientes atendidos, dentro de los cuales se encontrarán algunos casos relacionados con salud mental. La historia detrás de cada paciente envolverá y sensibilizará a la audiencia, debido a la rareza o complejidad de las enfermedades y los inesperados desenlaces.
Dentro de la clasificación de casos que encontraremos en esta nueva entrega, se encuentran aquellos de carácter social, emotivo e inesperado, con diagnósticos comunes, extraños y urgentes. A través del registro de los testimonios y las acciones del personal médico se descubrirá que, muchas veces, los síntomas revelan mucho más que una enfermedad.
Esta temporada se desarrolla en una nueva Clínica X, en Ciudad de México, espacio que contará con tres pisos y sets de rodaje en cada uno de ellos: sala de observación, sala de primer contacto y consultorio. Además, el personal fijo de ‘Clínica X’ reforzará las interconsultas con 15 médicos itinerantes de especialidades como oftalmología, urología, neumología, cardiología, entre otras que enriquecerán la evaluación de los casos.
El proyecto es beneficiario del Certificado de Inversión Audiovisual -CINA-, un descuento tributario expedido por el Ministerio de Cultura y administrado por Proimágenes Colombia. Su valor es equivalente al 35% del gasto en servicios audiovisuales locales, que una compañía productora extranjera efectúe al producir una obra audiovisual en Colombia.
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