La noticia de que Nvidia ha comprado ARM por $40,000 millones de dólares no ha sido bien recibida por algunos, entre los que se encuentra Hermann Hauser. El cofundador de ARM inició una campaña para evitar la compra y busca el apoyo del gobierno de Reino Unido.
La carta, que puede leerse en la web oficial va dirigida al Primer Ministro Boris Johnson en la cual Hermann Hauser indica que tanto él como sus colegas de Cambridge, la industria financiera y electrónica de Reino Unido, están preocupados por la venta de ARM a una empresa estadounidense.
El cofundador menciona los problemas que acarrearía el hecho de que Nvidia se hiciera de ARM, principalmente en la pérdida de empleos y la destrucción del modelo comercial. Según Hauser, actualmente ARM es una especie de Suiza de los semiconductores al tratar con más de 500 licenciatarios. El hecho de formar parte de Nvidia afectaría estas operaciones ya que muchos clientes son competidores directos de la empresa estadounidense, entre ellos algunos son de Reino Unido.
«ARM es la única empresa de tecnología que queda en el Reino Unido, con una posición dominante en microprocesadores» indica. Se hace énfasis en el hecho de que los británicos han sufrido el dominio de la tecnología por parte de empresas estadounidenses y que la venta de ARM tendría serias consecuencias en la guerra comercial de EE.UU. con China.
«Como el presidente estadounidense ha armado el dominio de la tecnología en su guerra comercial con China, el Reino Unido se convertirá en un daño colateral a menos que tenga sus propias armas comerciales con las que negociar. ARM alimenta los teléfonos inteligentes de Apple, Samsung, Sony, Huawei y prácticamente todas las demás marcas del mundo y, por lo tanto, puede ejercer influencia sobre todos ellos.»
La venta de ARM equivale a entregar el arma comercial más poderosa de Reino Unido a Estados Unidos, convirtiendo a Gran Bretaña en un «estado vasallo» del país norteamericano. Hauser deja claro que venderse a una empresa de EE.UU. implicaría que cualquier venta a futuro estaría sujeta a las regulaciones de exportación de ese país, dificultando los negocios con China.
Hermann Hauser menciona que hay tres condiciones que son imperativas para que este acuerdo se autorice, todas ellas legalmente vinculantes.
- Garantías laborales legalmente vinculantes para los empleados de ARM en el Reino Unido
- Acuerdo legalmente vinculante de que Nvidia no debe obtener ningún trato preferencial sobre otros licenciatarios de ARM.
- Gran Bretaña debe obtener una exención de la regulación estadounidense CFIUS para que las empresas del Reino Unido tengan garantizado el acceso ilimitado a su propia tecnología de microprocesadores.
El cofundador de ARM propone hacer pública a la empresa en la bolsa de valores de Londres y convertirla en una compañía de propiedad británica con una acción de oro para la seguridad económica nacional. Esto no solo aseguraría una posición privilegiada del país en la escena de microprocesadores, sino que garantizaría la independencia y seguridad de hacer negocio con cualquier cliente, incluido cualquier competidor de Nvidia.
Pese a que Jensen Huang, CEO de Nvidia y compañía ya mencionaron que ARM preservará el modelo de licencia abierta y actuarán con neutralidad en lo que respecta a relaciones con clientes, nada está escrito en piedra. Una compra de este calibre implica que las fichas se moverán al terreno de Nvidia, aún cuando la sede de ARM se mantenga en Cambridge como «un centro de investigación de inteligencia artificial de clase mundial» como asegura.
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