El libro de la vida

• Recordarán el por qué aman a México
• Moralejas y metáforas para chicos y grandes
• Excelente diseño de arte

Lo no tan bueno

• Canciones en inglés que desentonan con la temática de la película
• Final predecible y con escenas fuera de lugar

Manolo y Joaquín cursan su niñez en algún lugar de México (a quien la película menciona como el centro del universo) tratando de conquistar a María, otra niña del pueblo. Como suele suceder al momento de crecer, será la vida la que los separe para que cada uno tome su propio camino, Joaquín como héroe local y Malanolo como heredero del legado de su familia de toreros.

Contemplando éste trío amoroso, La Catrina y Xibaba no pueden evitar apostar por quién será el que robe finalmente el corazón de María al momento de su regreso, poniendo en juego el destino del mundo de los muertos.

A pesar de encontrarse dirigida al público infantil, «El Libro De La Vida» desarrolla temas que usualmente preferimos evitar: ¿Qué pasa con nuestros seres queridos cuando dejan este mundo? ¿Es posible regresar del más allá? ¿En el amor, todo es aceptable?

Muchos pensarán que se trata de una cinta 100% mexicana y lo cierto es que no es así, sólo parte del equipo de producción tiene el gusto de compartir nuestra nacionalidad. Aún así, se nota el detalle que el equipo de producción pudo plasmar en esta obra; los personajes están diseñados en base a muñecos de madera que muy difícilmente lograrían gozar de tanto detalle de tratarse de animación den dos dimensiones.

Los escenarios están sumamente cuidados y resulta muy satisfactorio que se represente al pueblo mexicano de forma digna; el pero esta vez es que tratándose de una película doblada en español y basada en nuestra cultura, algunas de las canciones mantienen su idioma original en inglés, bastante fuera de lugar.

Con el fin de no arruinar la película, me permito decir que «El Libro De La Vida» es una de las mejores cintas animadas del año. Algunas de las escenas finales desentonan con el resto del trabajo tan cuidado que Del Toro mantuvo en la travesía de Manolo, pero el hecho de de transmitir valores a través de entretenimiento sin que se vea forzado es de aplaudir. Y como dicen: «Nuestros seres queridos jamás se van, mientras sean recordados».