En su 27ª edición, el Festival Internacional de Cine Guanajuato nos invita a reflexionar sobre el rol primordial que juega nuestra humanidad en el cine y la sociedad en general. En un mundo cada vez más dominado por la tecnología, recordamos que es el potencial imaginativo lo que nos hace verdaderamente humanos.
El Festival mueve el foco hacia la humanidad misma y su imaginación: facultad orgánica de nuestra especie. La imaginación es el combustible que impulsa a los cineastas a plasmar sus visiones en la pantalla, a transmitir experiencias que conectan con la audiencia a un nivel emocional y reflexivo. La imaginación no es sinónimo de «fantasía», es el lienzo en el que trabaja la creatividad, la fuente de la originalidad, la innovación y (¿por qué no decirlo?) el progreso. Es el principio de una verdadera concordia con los demás.
Desde que Mary Wollstonecraft Shelley escribió Frankenstein o el moderno prometeo, las pesadillas de nuestra especie han adquirido un matiz tecnológico. La idea no es nueva, está en Pigmalión y en la leyenda del Gólem, pero fue Shelley la primera profeta de la angustia infinita que provocó el análisis científico del mundo natural.
🤔 ¿Qué nos hace verdaderamente humanos en un mundo inundado de tecnología? #GIFF2024 nos invita a reflexionar sobre nuestra esencia y el poder de la imaginación en el cine y la sociedad. ¡Acompáñanos en esta exploración!
Imagen realizada por Analí Jaramillo <3#MásCinePorFavor pic.twitter.com/h8yadRsyGu
— Guanajuato Film Fest (@giffmx) April 2, 2024
Por otro lado, la imagen fue realizada por Analí Jaramillo, quien ha creado los últimos años el cartel del GIFF y cambió su proceso creativo 360 grados respecto al año pasado para reflexionar acerca del tema que nos implica en esta edición: Lo humano.
“La creación de la imagen fue un proceso lento, quizás nostálgico, que apostó de inicio a fin a la colaboración entre distintos talentos, la creación manual, los procesos análogos y la imaginación humana. Decidí estar abierta a trabajar en equipo y abrazar el error. Se crearon una serie de máscaras usando la tradicional técnica de cartonería. Se confió en dos profesionales de las artes escénicas para encarnar a nuestros personajes. Pude contar con el ojo entrenado de un profesional de la foto de calle y su equipo para capturar la escena. Juntos, atravesamos la incomodidad de encontrarnos en una locación real para detenernos un momento y apreciar la vista.
Todo a su vez, imitando la producción cinematográfica para celebrar al cine, primero como labor artística inherentemente colaborativa y segundo como una poderosa herramienta de empatía que nos acerca al otro”, contó Analí acerca del proceso de creación del cartel.
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