Francia ha sancionado a Google con una multa de 500 millones de euros tras constatar importantes infracciones en la forma en que negoció con los editores la remuneración por la reutilización de sus contenidos, tal y como exige la reforma de la ley de derechos de autor digital en toda la UE, que amplió los derechos conexos a los fragmentos de noticias.
La cuantía de la multa es notable, ya que representa más de la mitad del bote de $1,000 millones de dólares en licencias de noticias que Google anunció el pasado mes de octubre, cuando dijo que pagaría a los editores de noticias «por crear y conservar contenidos de alta calidad» para que aparecieran en sus plataformas.
En aquel momento, la medida parecía destinada a reducir la exposición de Google a los mandatos legales de pagar a los editores por la reutilización de contenidos, empujándolos a aceptar condiciones comerciales que le dieran amplios derechos para «mostrar» sus contenidos. El organismo de control francés ha denunciado y sancionado esta práctica.
En un principio, Google trató de eludir el derecho de las noticias vecinas dejando de mostrar fragmentos de contenido junto a los enlaces que mostraba en Google News en Francia. Pero el organismo de control consideró que eso podía ser un abuso de su posición dominante, y ordenó a Google que dejara de eludir la ley y negociara con los editores para pagar por la reutilización de buena fe.
Varios editores se quejaron de que las negociaciones no se llevaron a cabo de buena fe y que Google no les proporcionó la información clave necesaria para informar sobre los pagos.
El sindicato de editores de prensa de revistas (SEPM), la Alliance de Presse d’Information Générale (APIG) y la Agence France Presse (AFP) presentaron quejas en agosto y septiembre de 2020, lo que dio inicio a la investigación del organismo de control y al anuncio de hoy de una importante sanción.
Google podría recibir más multas, de hasta 900,000 euros al día, si sigue incumpliendo los requerimientos del organismo de control y no facilita a los editores toda la información requerida en un nuevo plazo de dos meses.
En un comunicado de prensa en el que detalla su investigación, la autoridad afirma que Google trató de imponer unilateralmente su producto global de licencias de noticias, también conocido como «showcase», en el marco de una asociación que el gigante tecnológico denomina publisher curated news, en las negociaciones con los editores, presionando para que el derecho legal vecino se incorpore como «un componente auxiliar sin valoración financiera independiente».
Según la investigación del organismo de control, se denegaron las solicitudes de los editores para separar las negociaciones sobre la remuneración de los derechos de autor.
Asimismo, el organismo de control consideró que Google redujo «injustificadamente» el alcance de las negociaciones en lo que respecta al ámbito de los ingresos derivados de la exhibición de contenidos informativos protegidos, ya que Google indicó a los editores que sólo debían tenerse en cuenta los ingresos publicitarios procedentes de las páginas de búsqueda de Google que publican contenidos informativos a la hora de determinar el nivel de remuneración adeudado.
La autoridad consideró que esta exclusión de los ingresos procedentes de otros servicios de Google y de todos los ingresos indirectos relacionados con este contenido infringía la ley de derechos de autor y su anterior orden de cumplimiento.
Google también «circunscribió deliberadamente» el ámbito de aplicación de la ley sobre derechos conexos al excluir los títulos que no cuentan con un certificado de información política y general, lo que el organismo de control calificó de interpretación de «mala fe» del código de la propiedad intelectual.
También constató que el gigante tecnológico pretendía excluir a las agencias de prensa de la renumeración relacionada con sus contenidos cuando son utilizados por terceros editores – destacando esto como otro incumplimiento de su decisión de abril de 2020, al señalar además:
«El legislador francés ha sido muy explícito sobre la necesidad de incluir a las agencias de prensa».
En otra de sus conclusiones, el organismo afirmó que Google sólo había proporcionado a los editores información «parcial» e «insuficiente» para una «evaluación de la transparencia de la remuneración debida»; y además acusó al gigante tecnológico de retrasarse hasta pocos días antes de la fecha límite del requerimiento para proporcionarla, por lo que también llegó «tarde».
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