Al asumir el papel del pensador, el líder de la aldea, tendrás que adaptarte al entorno generado procedimentalmente y tomar las decisiones correctas para que tu pueblo y tu aldea prosperen. El pensador es el responsable de transmitir las decisiones y órdenes de los jugadores al pueblo. Aunque los ciudadanos son en cierto modo prescindibles, si el pensador cae, pierdes. Al igual que el rey en el ajedrez, son débiles y vulnerables y deben ser protegidos a toda costa.
Establecer un pueblo es fácil, la supervivencia no lo es. Las amenazas a tu pueblo vienen de todas partes; los fenómenos meteorológicos, el medio ambiente, la fauna y las demandas o incursiones de otras tribus amenazan tu propia existencia. En Kainga: Seeds of Civilization, no eres el héroe o el salvador del mundo, sino simplemente un participante en su historia en constante expansión.
Mira el nuevo avance:
Kainga: Seeds of Civilization entrará en Steam Early Access el 11 de noviembre.
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