Los gatos son una fuente inagotable de recursos narrativos. Cualquier gatete haciendo una locura en internet puede arreglarte el día más tormentoso. Pero si además hablamos de gatos samuráis, ahí fijo que me he ganado tu interés. Kittengumi: El ladrón de la Sakabato es una novela visual desarrollada por Guarida Games Studio, y enteramente dibujada a mano, donde los gatos se convierten en protagonistas de una narración japonesa de corte clásico. Muy pronto lo tendrás disponible en Playstation Store, Steam, Epic Games y Nintendo Switch.
Es un día como cualquier otro en la ciudad de Nyedo, del lejano Gapón. Pero en la sede del Kittengumi, un grupo de samuráis que vela por la seguridad y la justicia, se ha levantado un gran revuelo. La emblemática espada Sakabato ha sido robada. Esto supone una enorme deshonra para el clan de samuráis, que no dudará en echarse a la calle para recuperar su tesoro. Juntos, el bisoño Ryuudama, el oso panda con aspiraciones felinas Kumaneko, la ninja Azuki y otros guerreros tendrán que superar mil retos para descubrir al ladrón.
Esta es la premisa de la primera entrega de la saga de novelas visuales Kittengumi, que el lector/jugador experimentará en su propia piel, tomando decisiones por los miembros del equipo de samuráis. Algunas de ellas le llevarán al éxito. Otras, al fango. Porque Kittengumi: el ladrón de la Sakabato tiene hasta diez finales diferentes a los que llegarás tras haber vivido emocionantes aventuras.
Por otra parte, si te decimos que Kittengumi es una novela visual, es porque hay una cosa que se ha desarrollado con mucho mimo. Efectivamente: el aspecto visual. Y es que todos los personajes y escenarios de Kittengumi han sido dibujados a mano, con el cuidado y la delicadeza de un calígrafo de kanjis. Además, la banda sonora, compuesta para instrumentos tradicionales japoneses, aporta una atmósfera inigualable.
Hay que señalar, para quien sea fan de la cultura japonesa, que Kittengumi está inspirado en el Shinsengumi, un histórico cuerpo de policía especial del último shogunato de Japón. A este fiero equipo de samuráis se le ha dotado de apariencia de gatos antropomórficos (o pandas que se creen gatos), al más puro estilo manga, y con guiños que gustarán a los otakus más fanáticos.
Son implacables, son valientes, son duros. Y, sobre todo, son monísimos. Porque son gatitos. Kittengumi: el ladrón de la Sakabato es el punto de partida de una saga que promete ser memorable.
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