¿Por qué asevero tan rotundamente en el titulo la mentira de los juegos digitales? Porque de verdad es algo a lo que le vengo dando vueltas desde hace tiempo y realmente, tengo la certeza de que las compañías de videojuegos nos ven la cara. Además, dado nuestro fanatismo por los videojuegos, somos incapaces de levantarnos en armas sin comprar nada para que nos tomen en cuenta y le vean los cuernos al toro. Vayamos por partes y antes de llegar a la “era digital”, comencemos por el principio. En la era de “piedra” de los videojuegos, sabrán que nuestro hobby venia dentro de cartuchos plásticos los cuales eran “muy caros” de fabricar y por ello las compañías se escudaban en los elevados precios de los mismos. Cuando fueron pasando los años, llegamos a la tercera generación de consolas y se introdujo el CD como nuevo método de lectura; los más viejos recordarán que se dijo que con esto el costo de venta disminuiría: Primera gran mentira, ya que los precios se mantuvieron e incluso subieron.
Años más tarde, pasados ya por los DVD’s y Blu-Ray’s, llegaron a consolas caseras las tiendas digitales nuevamente con la gran consigna de “VIDEOJUEGOS BARATOS”. Nos encontramos con la segunda (y más grande) mentira: Nosotros (como compañía desarrolladora o editora) no tendremos que gastar nuestro presupuesto en fabricar juegos físicos, ahorrándonos costes de transporte y logística. ¿Lo hemos visto? Lo cierto es que no. Lo único que hemos ganado son ofertas cuatro veces al año (si bien nos va) pero los precios de los juegos físicos y digitales se mantienen igual. Como decía al principio, nosotros somos los que tenemos el sartén por el mango, siempre deberíamos hablar con nuestro dinero y “dárselo” a quien creemos hace las cosas bien. Entiendo que las empresas necesitan ganar dinero y ende de donde puedan lo obtendrán. El mejor ejemplo es con los videojuegos retro, siendo Nintendo la que obviamente cuenta con mayor catálogo retro y por esta regla, es también la que más ganancia obtiene con los mismos. El asunto se pone peor cuando nos vende ROM’s (porque eso es lo que son) de unos pocos megas a precios completamente desorbitados para su valor comercial. Siempre he pensado que cada uno gasta el dinero en lo que quiere y según la ley de mercado, yo vendo al precio que me compran. El problema no son ellos, somos nosotros. De verdad creo que deberíamos hacer una introspección y pagarles a las compañías por sus productos los precios que creemos son acordes a lo que valen. Quizás así se darían cuenta con qué estamos de acuerdo y con qué no. Este escrito representa únicamente la opinión de su autor y no necesariamente la del equipo de Versus Media. |
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