La búsqueda de Europa para dominar la industria de la tecnología avanza con nuevas regulaciones que requieren que servicios de transmisión como Netflix y Prime Video de Amazon almacenen en sus bibliotecas al menos un 30 por ciento de contenido local.
La relación antagónica de la Unión Europea con Netflix ha sido relegada principalmente a disputas sobre la negativa del gigante de la transmisión de dar a sus largometrajes originales una versión teatral. Pero ahora, los legisladores en la UE quieren expresar su opinión sobre lo que se transmite a las salas de estar de las personas. La Directiva de Servicios de Medios Audiovisuales (AVMSD) exige varios cambios a las reglas que rigen las plataformas de transmisión: el mayor cambio es el requisito de que el contenido fabricado en Europa debe representar al menos el 30 por ciento de las ofertas de una plataforma. Los países individuales tienen la opción de aumentar ese requisito al 40 por ciento.
Roberto Viola, director general del departamento de redes de comunicación, contenido y tecnología de la UE, le dijo a Variety durante el fin de semana que una votación en diciembre casi con certeza formalizará las nuevas reglas. «Solo necesitamos la votación final, pero es una mera formalidad», dijo. También dijo que un informe que evalúa el porcentaje de contenido europeo que ya está presente en las principales plataformas individuales se lanzará en octubre para ayudar a determinar qué brecha existe actualmente. Viola notó que Netflix ya está cerca de cumplir con la cuota.
A la versión revisada de AVMSD se le otorgó un acuerdo político preliminar en abril. Además de las cuotas de contenido, las reglas también relajarán algunas restricciones sobre la cantidad de publicidad que una plataforma puede ejecutar durante el día y agregarán algunos requisitos para proteger a los menores de «contenido dañino».
Las plataformas que dependen principalmente del contenido generado por el usuario no están exentas de las regulaciones. Aunque seguramente será más difícil de controlar, los sitios que ofrecen contenido audiovisual como «una funcionalidad esencial del servicio» tendrán que seguir las nuevas reglas. Queda por ver cómo se controlarán sitios como YouTube, y existen requisitos adicionales para crear un «mecanismo transparente, fácil de usar y eficaz para permitir a los usuarios informar o marcar el contenido».
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