Obsidian Entertainment, tenía un acuerdo con Microsoft para lanzar un juego exclusivo el día que se pusiera a la venta su nueva consola Xbox One.
El proyecto se llamaba Stormlands, un RPG en tercera persona con diálogo, un sistema de combate similar al usado por CD Projekt en The Witcher, un sistema de compañeros y un sistema online peculiar, sin embargo el problema principal fueron las grandes ambiciones de Microsoft, según explica Feargus Urquhart a Eurogamer.
«Nos dieron una propuesta, la incursión de un millón de personas. Conceptualmente lo que vino de Microsoft fue esta idea: imagina que estás jugando a The Witcher, quizá con un amigo. Qué ocurre si en ciertos momentos una criatura gigante aparece y puedes verla en la distancia y no aparece tan solo mientras tú estás jugando, sino que aparece para todos los que estás jugando. Avanzas rápidamente a esta criatura y hay niebla alrededor de él, y mientras estás corriendo a través de la niebla el juego está haciendo un matchmaking para una incursión de 40 jugadores que van a combatir a la criatura», detalla Urquhart.
Lo anterior ya podría poner al límite lo que iba a ser la nueva consola de Microsoft, las ambiciones con la nube iban aún más allá, pues se pretendía que cada jugador recibiera un vídeo de su participación en la raid. Este vídeo sería producido automáticamente con el gameplay que se subiría automáticamente a la nube de cada uno de los jugadores.
Microsoft les pedía constantemente que les diera la vuelta a cada funcionalidad que le proponían, siempre pidiendo algo más ambicioso. Cuando los diversos problemas aparecieron la respuesta de la empresa fue introducir a más gente en el proyecto, algo que desde Obsidian piensan que no sirvió para mucho.
Urquhart recibió en marzo de 2012 una llamada de Microsoft cancelando el proyecto. Sin embargo, Paradox Interactive fue quien acogió la idea y se convirtió en Tyranny, el RPG de vista cenital que se lanzó el año pasado en PC y Mac.
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