Orange is the New Black

Desde su migración hacia la era digital, Netflix ha sido un servicio en constante evolución, y no hablo solamente de la calidad de servicio que ofrece, ni del contenido que implementa año con año, que si lo comparamos con el inicio de sus operaciones en México, es una diferencia monumental, pero en esta ocasión hablo precisamente de la calidad de producciones que realiza.

Cuando supe que Netflix estaba empezando a realizar series exclusivas para su servicio, pensaba ‘otra serie que pasara desaparecida entre el montón’ pero después de ver House of Cards, sin duda me di cuenta que esta empresa tiene toda la capacidad para realizar contenido de calidad, que nada tiene que pedirle a otras grandes compañías que llevan años haciendo este tipo de productos.

Muchas mujeres, diferentes personalidades, un solo lugar,

Pero no es de House of Cards que quiero hablar, sino de una segunda serie que me cautivó y que quiero recomendar ampliamente, pero eso sí, dejando en claro que para ser un público ‘apto’ para este contenido, no debes tener problemas con el lesbianismo, racismo y sexo explícito.

Orange is the New Black saltó a la fama no solo por ser una gran producción, llamó mucho la atención por ser la primera serie en incluir como protagonista a un transexual, algo que hoy en día es un gran tabú alrededor del mundo. Pero la pregunta que tal vez te harás es ¿de qué va la serie?

Piper Chapman, la típica rubia ‘tonta’ americana se entrega a las autoridades debido a su participación en una banda de narcotraficantes a la cual perteneció mientras era novia de Alex Vausse, si, es lesbiana, o más bien bisexual. Durante el primer capítulo conocerás una pequeña porción de lo que encierra esa historia de amor y traición, pero lo más importante: empezarás a conocer como es la vida en una cárcel de mujeres en los Estados Unidos.

Si bien la primera temporada se enfoca principalmente en dejarnos claro como Piper se adapta a un nuevo entorno y el como demuestra que después de todo, no es tan débil como aparenta, no toda la serie es acerca de ella en su papel protagónico. Afortunadamente, para bien de la serie y de sus seguidores tanto la segunda como tercera temporada de enfocan en darles un mayor peso a personajes secundarios, y vaya que son bastantes.

Las latinas también tienen presencia en esta serie.

En lo personal podría calificar a la serie como un melodrama, pues aunque nos dan detalles acerca de la vida carcelaria, también tenemos capítulos donde solamente vemos historias de desamor. Líneas arriba mencionaba que no deberías tener problemas con el lesbianismo, racismo y el sexo explícito y es que esta serie, al menos el 70% de cada temporada, está plagada de este tipo de actos a diestra y siniestra, que si bien no es el tema principal a discutir, si puede repercutir en tu percepción del mensaje original.

Después de tres temporadas, me es grato saber que esta serie ha evolucionado bastante, como dije antes, no solo enfocándose en el papel de Chapman, sino también dando a conocer más detalles de la vida de otros personajes, pues cada uno tiene una historia diferente que contar. Además, el rol de personajes también es algo latente en la producción, pues a pesar de contar con un elenco bastante grande, hemos visto como unos se van a la par que otros nuevos se incorporan, algo que desde mi punto de vista, hace que esta serie tenga todas las posibilidades de explotar su campo y su mensaje sin caer en lo aburrido, tonto y absurdo.

Pero ¿qué te hace ver uno tras otro capítulo? Tal vez, como hombre, la idea de que son mujeres que aparecen en dicha serie. Hay de todos los colores y sabores (sin ofender), cada una con una historia, que si bien no se toca en la primera temporada, si se desenvuelve bien durante la segunda y tercera temporada.

Sexo, risas, diversión y locura.

Para mí, el factor femenino no es algo que simplemente me atraiga, es interesante conocer la vida de estas personas dentro de una prisión, tocando temas tabú como el lesbianismo, pero también mostrando las facetas de sucesos que ocurren ahí adentro como las violaciones, el maltrato hacia los reos e incluso el abuso de autoridad y mal manejo de los recursos. No todo es acerca de sexo, también toca temas políticos y sociales.

Con cada temporada conoces y te enamoras de un personaje, en la segunda temporada conocimos la vida de la señora con cáncer, de la chica que inició consumiendo drogas a pesar de contar con todo el dinero del mundo, de la chica que tachan de loca simplemente por ser diferente, y así podría seguir relatando cada pequeña historia, pero creo que hoy en día es mejor que las conozcas tu mismo(a).

Orange is the New Black es una de las grandes producciones que tiene Netflix hoy por hoy, tiene historia para explotar al menos unas ocho temporadas, pues ese dinamismo que se ha estado manejando hasta hoy hace que la serie te atrape. Hay que decir también que los primeros capítulos de la primera temporada podrían parecerte aburridos, porque en realidad lo son, de hecho yo no me sentí cautivado hasta el final de la misma, pero son perspectivas diferentes.

¿Imaginas compartir una misma televisión con más de 50 personas?

Si cuentas con una suscripción a este servicio, Orange is the New Black es una serie que no te puedes perder.


Este escrito representa únicamente la opinión de su autor y no necesariamente la del equipo de Versus Media.

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