En Bitoku, los jugadores asumen los papeles de los espíritus Bitoku del bosque en su camino hacia la trascendencia, con el objetivo de elevarse y convertirse en el próximo gran espíritu del bosque. Para ello, contarán con la ayuda de los yōkai, los kodamas y los diferentes peregrinos que les acompañan en su camino. Se trata de un juego de gestión de manos y construcción de motores con múltiples caminos hacia la victoria.
Los jugadores dispondrán de yōkai representados por las cartas que componen su mano, que deben colocarse en los lugares y momentos adecuados para obtener el máximo beneficio de las habilidades que ofrecen. Además, durante la partida los jugadores pueden ganar más cartas de yōkai para su mazo, aumentando así sus opciones de juego y consiguiendo una mayor puntuación. Cada jugador dispone también de tres guardianes yōkai (en forma de dados) que puede enviar a las grandes regiones del bosque del tablero principal para obtener todo tipo de nuevas opciones con las que jugar durante la partida. Estas opciones pueden ser estructuras que construyen en determinadas zonas del bosque, cristales de alma que generan recursos cuando se realizan determinadas acciones, y muchas otras también. Los jugadores también tienen la posibilidad de ayudar a los mitamas, almas perdidas en busca de redención, utilizando las luciérnagas chinkon.
Realmente hay un amplio abanico de acciones que llevar a cabo, y eso sin tener en cuenta el dominio personal, donde los jugadores pueden poner otra capa de estrategia adicional mientras gestionan a los peregrinos. Los peregrinos son seguidores del jugador que se embarcan en viajes de contemplación y reflexión que luego comparten las experiencias y aprendizajes que pueden a lo largo del camino espiritual con el Bitoku.
El juego de Germán P. Millán será lanzado por Devir en Essen 2021 con arte de Edu Valls.
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