El pasado sábado 21 de abril en las instalaciones de Quarry Studios, Riot Games nos invitó a ser parte de una final más de la Liga Latinoamérica Norte de League of Legends, en la que después de semanas intensas de partidas, y de sorpresas, Rainbow 7 e Infinity eSports se enfrentarían una última vez para definir al siguiente campeón.
El lugar, pequeño pero totalmente lleno nos permitió ser partícipes de esta gran final en el cual el centro se veía coronado por la presencia de ambos equipos, el retador, y el actual campeón que llegaba esta temporada bajo un nuevo nombre, pero que mantenía la garra y sobretodo a su mejor jugador: Seiya.
Las partidas iniciaron pasadas las 3:00 p.m. donde vimos a un equipo retador liderado por Cotopaco con toda la intención de demostrar que tenían todo lo necesario para quitarle de una vez por todas el invicto al ex-equipo de Lyon Gaming, y vaya que fue así pues la primera contienda fue prácticamente dominada por Infinity eSports no solo en dinero, sino robándose casi todos los elementos que los ayudaron a ser más fuertes, sumado a una estrategia muy bien planeada dejando el marcado 1 a 0 en favor de los retadores.
Parecía que todo apuntaba a que el apertura de 2018 vería a un nuevo campeón finalmente. Pero no fue así.
Para la segunda partida, los ánimos de Infinity estaban por los aires, pero sin embargo Rainbow 7 dejó en claro que estaban concentrados en su juego y en demostrar precisamente porque ahora estaban peleando por una décima corona. Seiya en compañía de Oddie y Jirall simplemente demostraron todo su potencial en la Grieta del Invocador, muerte tras muerte, torre tras torre, y dejando a Infinity totalmente destanteado y con una desesperación que se notaba a leguas en sus facciones faciales a lo largo de casi una hora de juego logrando así empatar el marcador 1 a 1.
Pero lo peor estaba por venir en el tercer partido: en una jugada donde todo el equipo de Infinity creyó que estaba peleando contra todo el equipo de R7, Seiya se escabulló para llegar a la base enemiga y dar la estocada final para poner el marcado 2 a 1 en favor de Rainbow 7, y acabar prácticamente con todas las ilusiones de Infinity.
Y así fue. Para el cuarto partido, la dominación total era de R7 en la Grieta del Invocador, dejando incluso muerto a todo el equipo contrario en algunas ocasiones y quedándose prácticamente cómodos con su estrategia. Una vez más, Rainbow 7 se corona campeón, aunque esta vez, y por primera vez, lo hacían bajo un nuevo nombre, un nombre que seguramente seguiremos escuchando por muchos años más en la escena competitiva de League of Legends.
Pero lo mejor, es que Seiya se convertía en el primer jugador en México que coronarse diez veces campeón en la escena competitiva de League of Legends.
Una vez más, Riot Games nos consintió, una vez más se demostró que México tiene potencial para los eSports, pero sobretodo, una vez más los fans quedaron más que contentos con todo el ambiente que se vivió en la final del apertura de la Liga Latinoamérica Norte de League of Legends.
Agradecemos a Riot Games la invitación a este evento.
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