Bread and Fred

Los rage games son un género de juegos que usualmente se asocian con streamers en Twitch u otras plataformas similares, en donde un tipo le grita a la cámara de frustración por lo difícil del juego, mientras su audiencia se ríe. Pues Bread & Fred es uno de esos juegos, aunque con un enfoque particular (aunque no exclusivo) en el multijugador. Esta es una visión de la gente en Sand Castles Studio, y una que opino han tenido mucho éxito en su ejecución.

Historia

Bread y Fred (o Pan y Federico, si es que juegas en español de España) son un par de pingüinos que tienen una misión, subir hasta la punta de la montaña para entregar una carta. Esta no es una tarea banal. Pues se nos da a entender que llegar hasta la cima es la única forma de comunicarse con el mundo exterior. Además, no somos los primeros en intentarlo. Existe un pingüino que ya ha intentado tal proeza en el pasado, y que de hecho, te pide que de favor recuperes las fotos de su viaje a la cima, ya que son los recuerdos más preciados que tiene de su mejor amigo.

Con todo esto en el corazón, nuestro par de aves se dispondrán a trepar hasta la cima, pasando por arriesgados riscos, truculentas plataformas e intensos climas, para al final lograr su objetivo, o caer de cara en el piso en el intento…

La historia no es el punto mas importante de este tipo de juegos, la verdad es que en este caso tampoco es la excepción. Pero, si es interesante ver como en Sand Castles Studio tuvieron el interés de rodear su divertido y frustrante juego, de una narrativa carismática, con personajes chistosos que encontraremos durante nuestra aventura y que tienen pequeñitas historias que sirven de objetivos secundarios. También es curioso cómo se tomaron la molestia de enlazar algunas cosas de forma narrativa entre el modo de un solo jugador y el modo multijugador. No es nada del otro mundo, y la verdad es que ni siquiera es el punto del juego. Y los desarrolladores lo saben. Pero no es un detalle bonito, que no está de más ya que complementa de forma divertida la aventura.

Presentación

El juego es muy bonito. El estilo gráfico de pixel art caricaturesco, con personajes animados con mucho carisma, dan al título una apariencia amigable y tierna, que contrasta bien con lo difícil que es. La forma en que tus pingüinos se estrellan de cara contra el suelo al fallar un salto es adorable y se presta a las risas interminables que tendrás durante tu partida. Los escenarios son igual de coloridos y bien diseñados, aunque apropiadamente geométricos, no son particularmente complicados en su diseño visual, pero funcionan bien complementado lo más importante que es la claridad de las plataformas.

Los efectos de sonidos son perfectos, dotando de la misma vibra caricaturesca a todo el apartado sonoro, mientras que la música es apropiadamente pegadiza.

Jugabilidad

Bread & Fred tiene la cualidad de ser extremadamente divertido y a la vez frustrante. Es el juego para streamers gritones por excelencia. Y, una experiencia intensa; llena de mentadas de madres, groserías, risas y suspiros de alivio para quienes deseen poner a prueba una amistad, o si tu pareja ya te aburrió y quieres que te termine. Aunque hablando en serio, este es un juego que no tiene desperdicio en jugarse con alguien aunque sea de la forma más casual.

Los controles son sencillos y las mecánicas bastante simples. Lo interesante es como con estas mecánicas tan sencillas cada pequeño reto de plataformeo se vuelve una prueba de coordinación motora y social, entre tu compañero y tú. Fallar por décima vez el mismo salto mientras las risas vuelven imposible la coordinación de tus dedos es una experiencia como pocas, hasta llegar al punto que superar el más pequeño obstáculo hace que revientes en celebración.

Aunque la elevada dificultad es relativa a que tan bueno se vuelvan con los controles, el juego tiene varias opciones de accesibilidad en la forma de ayudas para que incluso aquellos que no sean tan habidos con el control puedan divertirse, haciendo la experiencia mas gratificante; puntos de control a los cuales volverán a voluntad luego de fallar un salto, o la capacidad de durar un poco mas de tiempo agarrados, hasta saltos infinitos para pasar aquellos obstáculos que se les vuelvan particularmente imposibles y deseen probar suerte con el siguiente. Todo esto, por su puesto es opcional. Aunque algunas como las banderitas son una buena forma de pasarse el juego por primera vez, sin tener que volver a empezar desde el inicio al fallar un salto.

Todo lo anterior aplica también para el modo de un jugador, el cual tiene su propio reto y cambio en las mecánicas, al ya no tener otro pingüino al final de la cuerda, sino una roca. El modo de un jugador puede considerarse mas o menos difícil, según que tan bueno o malos seas para coordinarte con otra persona, en este modo solo serán tu y tu roca. Debo decir que el ritmo es ciertamente distinto a que si jugaras con otra persona, ya que ahora todos los errores o aciertos serán tu culpa y tu roca hace que la travesía sea un poco más lenta y metódica. Es divertido y se agradece que haya una forma de jugar solo, pero creo que este juego da su mejor cara al jugarse con otra persona.

También tenemos un modo para hacer speedruns, con el cual podrás ir midiendo el tiempo que te toma en dominar y acabar el juego, bastante útil y que estoy seguro muchos le sacaran mucho provecho.

Con todo lo anterior, espero quede claro que el juego me parece excelente. Sin embargo, hay algunos detalles que pueden hacer ver la experiencia un poco menos pulida de lo que quisiera, el juego tiene algunos ocasionales glitches en donde una plataforma empezara a clipear con tu pingüino, o al agarrarte el juego sufrirá momentos extraños en lo que escoge como aplicar la física. Todos estos detalles no siento que desmeriten al juego; algunos incluso podrían decir que es parte del encanto de este tipo de títulos. Pero aunque no sean muy frecuente creo que se debe mencionar.

Conclusión

Bread and Fred es un juego excelente para jugar con amigos, parejas o incluso extraños; si es que deseas reír, llorar y gritar. También es un juego entretenido de ver y escuchar en videos y transmisiones. Sand Castles Studio ha conseguido hacer el que en teoría es el rage game perfecto.

Si bien en ciertos aspectos como su pulimiento técnico con su motor de físicas pudiera sacar a relucir su naturaleza indie, no deja de ser un juego grandioso y una recomendación si es quieres pasar momentos divertidos con otra persona, así como si eres un streamer que quiere entretener a su audiencia con un juego de este género… Aunque si es así, o ya lo tienes, o deberías tenerlo.

Agradecemos a Apogee Entertainment las facilidades para realizar esta reseña.