Héroes del reino, un nuevo compañero se une a sus filas: el poderoso monje. El estudio indie Burst2Flame anuncia una importante actualización para el RPG táctico por turnos y dungeon crawler Stolen Realm, que contará con una nueva clase de personaje: el monje.
Inspirado en su arquetipo de fantasía, el monje es un poderoso artista marcial con la capacidad de mover a los enemigos, arrastrándolos y haciéndolos retroceder con sus habilidades especiales. Esto permite a los jugadores tomar el control del campo de batalla, utilizando estas nuevas habilidades para reposicionar a los enemigos en su beneficio. Gracias a su gran movilidad, pueden cargar a través del campo de batalla y lanzarse entre los enemigos para ayudar a sus compañeros dondequiera que estén, creando el caos en todo el mapa.
El papel principal del monje es apoyar los poderes especiales de otros personajes, complementándolos con poderosas sinergias tácticas. El monje puede, por ejemplo, patear a un enemigo hacia peligros como barriles de fuego para provocar una explosión, arrastrar a los enemigos hacia un Slam del guerrero, o correr en ayuda de los aliados amenazados pateando a un enemigo lejos de ellos. El monje también tiene una gran movilidad, puede correr entre los enemigos y obtiene bonificaciones pasivas que aumentan el daño en función de lo lejos que se haya movido en el campo de batalla, recompensando un estilo de juego móvil y ágil. Esta actualización también trae otros contenidos al juego, como dos nuevos tipos de enemigos (el clan de la mano y los guardias de la espalda, cada uno con nuevos jefes), y un montón de actualizaciones de calidad de vida. Puedes leer todos los detalles sobre esta actualización aquí.
Como ocurre con todas las clases de personajes del juego, los monjes no obligan a los jugadores a comprometerse totalmente con ellos como una construcción – en lugar de eso, puedes tomar sólo algunas de las habilidades de sus árboles, creando personajes híbridos multiclase únicos. Puedes leer todos los detalles sobre la clase de personaje monje en este diario de desarrollo.
Deja un comentario