The Legend of Zelda: Breath of the Wild

Posiblemente el título más grande y esperado de este E3 es el de The Legend of Zelda: Breath of the Wild, y es que la simple cola para jugarlo le daba la vuelta a uno de los salones más grandes del centro de convenciones, y según sé, la gente podía hacer cola más de cinco horas solo para jugar aproximadamente 15 o 20 minutos. Por suerte, uno con privilegios de prensa, no tiene que hacer tanta cola (⌐■_■). 

Al principio me desagradó mucho la idea del Zelda en mundo abierto, y es que para mi, se me hacía una mala copia de Skyrim. Después de pensarlo un poco, me doy cuenta de que es algo bueno, y no lo digo por el hecho de amar Skyrim, sino porque siempre me he quejado de Nintendo y su falta de innovación en sus títulos, y a pesar de que este cambio no es una innovación en sí en la industria de los juegos, sin duda sí lo es en un Zelda, y un cambio muy drástico como Nintendo rara vez hace en sus juegos principales.

Primero tuve como 10 minutos para pasear libremente por el mundo, o bueno, un espacio abierto bastante grande aunque al parecer era una parte muy pequeña de todo el mapa explorable. Una de las acciones más nuevas de este juego, y es algo que no lo podía creer, ya que es un Zelda, es el hecho de que Link puede brincar. Sí, leíste bien, ¡Link puede saltar! Esto se debe al gran poder del procesador y GPU que tiene el Wii U.

El mapa al parecer será enorme, esto podría ser bueno o malo, dependiendo de la cantidad de contenido que metan, es decir, podría ser rico en contenido como Skyrim o pobre como Just Cause 2. Ambos títulos tienen mapas grandes sin embargo Just Cause 2 a pesar de ser muy, muy grande, no ofrece muchas locaciones interesantes ni eventos por descubrir al explorar el mapa. El poder cambiar los trajes no es tan nuevo en los Zelda, sin embargo ahora al parecer tendremos más que unos simples atuendos limitados que cambian toda la apariencia. El combate, a pesar de que no pude probarlo mucho, se ve fluido y funcional al igual que todos los Zelda que he jugado.

Por otro lado, las gráficas, son terribles. Me recuerda a aquella vez que jugué Twilight Princess en el Wii y no podía creer lo feo que se veía un juego, un juego que representa discutiblemente la saga más famosa de Nintendo. Las texturas se ven muy borrosas, algo que ni el tipo de animación de cell shading logra ocultar. Muchos dicen que se ve así por la escala del juego y las grandes limitaciones del Wii U, sin embargo no estoy totalmente convencido ya que Xenoblade Chronicles X se ve muy bien y también tiene una escala enorme. Hay optimistas quienes dicen que se verá mucho mejor en el NX, sin embargo Twilight Princess se veía mal en el Game Cube y se veía igual en el Wii, así que esa teoría no me da mucha confianza.

The Legend of Zelda: Breath of the Wild promete una nueva experiencia que jamás hemos visto con un título de esta franquicia, una nueva modalidad de exploración y maneras de jugar que podrán hacer que esta sea la saga que defina el futuro y no solo de Zelda, sino de muchos otros títulos de Nintendo al ver que no todos los cambios son malos.


Este escrito representa únicamente la opinión de su autor y no necesariamente la del equipo de Versus.


Agradecemos a Nintendo la invitación para jugar este juego en E3 2016.

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