Esto es es Death Stranding 2: On the beach. La oportunidad de Kojima de revisitar varios temas, de perfeccionar varias ideas; de cumplir sus fetiches y de reivindicar su reputación como uno de las figuras más importantes del medio. Mención especial a su equipo, el juego corre a la perfección en cualquiera de sus dos modos. Los visuales y la tecnología son de otro nivel. Sin mencionar que convirtieron un juego sobre caminar, en una de las experiencias más atrapantes allá afuera.

La historia tiene momentos estúpidos y sin sentido, que realmente ponen a prueba tu capacidad de aceptar que una rubia sin tenis vuela por el aire, echando a perder cosas con las patas, mientras robots ninjas pelean con guitarristas espectrales que buscan la extinción de la raza humana… Dicho así, suena loco, pero de alguna manera cobra sentido cuando te dejas llevar. Bueno, a veces.

De cualquier forma Death Stranding 2 es una experiencia que no te deja indiferente, el viaje es memorable y el final sabe como dejarte una impresion que durara contigo tiempo despues de haberlo terminado.