Dying Light 2: Stay Human

Hace siete años, cuando Versus apenas estaba por cumplir su primer año de vida, Tony y su servilleta jugamos uno de los primeros juegos que una empresa nos dio la oportunidad de reseñar: Dying Light, un juego que en su momento ambos adoramos no solo porque integraba una mecánica innovadora como es el parkour en un juego de zombies, sino porque realmente era divertido explorar el mundo gracias al juego cooperativo al grado que prácticamente acabamos la campaña al mismo tiempo.

Un par de años más tarde salió Dying Light: The Following, una expansión del juego original que también tuvimos la oportunidad de jugar y que buscaba renovar la jugabilidad del título, añadiendo ahora vehículos y haciendo el mapa aun más grande. Sin embargo, desafortunadamente dicha expansión no nos agradó del todo.

Ahora, después de una serie de retrasos, finalmente llegó Dying Light 2: Stay Human en un mes plagado de grandes lanzamientos y con la promesa de ofrecer cientos y cientos de horas para que los jugadores nos entretengamos por un gran rato, sin embargo, las preguntas del millón son, ¿realmente valió la pena?, ¿ha cambiado algo respecto al juego original?

Historia

Dying Light 2: Stay Human es una secuela de Dying Light, juego lanzado en 2015 como ya dijimos, y que en esta ocasión nos lleva a visitar La Ciudad, uno de los bastiones de la humanidad en la lucha contra el virus del que nos contaron en el primer juego.

A nivel narrativo y a grandes rasgos en el primer juego veíamos que eran muy pocas personas que sobrevivieron a la catástrofe del virus lo cual hacía que justamente nosotros tuviéramos que hacer lo mismo: sobrevivir, mientras que en Stay human nos encontramos que hay muchos más seres humanos que han logrado sobrevivir al grado que han establecido diversos lugares seguros que podríamos llamar facciones mientras que también se encuentran grupos aislados que luchan por su propia supervivencia.

De igual forma si bien en teoría en el primer juego el protagonista estaba infectado él nunca se convirtió gracias en parte a utilizar una especie de medicina para controlar la infección, pero nunca fue algo explícito de ver ni hacer durante el juego, mientras que en esta secuela si bien también está infectado, sí tienes que inyectarte explícitamente la medicina para controlar la infección, que en este caso viene en forma de inhibidores, hongos o simplemente acercándose a zonas de luz ultravioleta.

Menciono lo anterior porque si bien es cierto es parte de las mecánicas de juego también sirve de contexto a la historia y de conocer porque hay mucha gente viviendo «como si nada» mientras luchan por una supervivencia.

El juego cuenta con una serie de decisiones que en teoría afectan la trama, sin embargo, realmente creo no hay un cambio tan dramático en lo que sucede por lo cual puede que las consecuencias reales las veas inmediatas, por ejemplo, si alguien te cuenta un crimen y decides que vas a delatarlo, entonces te enfrentará y tendrás que matarlo, pero si decides lo contrario, vivirá, pero otra persona puede pagar los platos rotos.

A final de cuentas, no vas a jugar Dying Light 2: Stay Human por su trama, sino por su jugabilidad. La historia está ahí, y de igual forma que con el primer juego, también podrás disfrutarla de forma cooperativa.

Presentación

Dying Light 2: Stay Human es un juego con muchos altibajos, se anunció originalmente en 2018 y durante varios años sufrió retrasos e incluso pasaban meses sin que supiéramos algo real del juego, hasta que llegaba una conferencia importante y veíamos otro gameplay, digamos que su desarrollo fue tan accidentado como Cyberpunk 2077, pero afortunadamente no tan problemático ni lamentable como éste último.

El juego tuve la oportunidad de jugarlo en mi PC y la verdad es que corría… aceptable. Es un juego que aun hoy a varias semanas de su lanzamiento tiene varios problemas visuales como texturas que saltan de la nada o aparecen mucho tiempo después de que el juego ha cargado por completo, personajes que atraviesan paredes, e incluso algunas texturas que sobrevuelan en una cinemática como cuando desbloqueas un molino de viento, y cabe destacar, que tengo una computadora capaz de correr el juego en alta por lo cual dudo que sea mi equipo el problema.

El juego personalmente siento que se ve igual que el primer juego, y no lo digo en forma de que se vea con gráficos de hace siete años, sino más bien que los lugares que visitamos tanto interiores como exteriores se sienten como reciclados. De nuevo, el primer juego fue un título al que le invertí muchas horas por lo cual la mayoría de las cosas son realmente familiares para mi, y si bien se agradece, también se siente como si la idea de que estamos visitando «un lugar diferente» realmente sea por los NPCs y una que otra zona, no porque realmente sea un lugar nuevo a explorar.

Visualmente tenemos muy buenos modelos de personajes, escenarios que te invitan a ser explorados no solo por fuera sino por dentro además de que guardan secretos que nos permitirán acceder a mejores recompensas para sobrevivir. Algunos escenarios incluso guardan misiones especiales que además de brindar loot mejorado a veces incluso te aconsejan ser exploradas de noche por ejemplo dándole un aspecto más tenebroso a la par que peligroso no solo por los zombies sino porque incluso el contraste del juego hace que sea más complejo de explorar, aunque no da tanto miedo como jugar Outlast.

El trabajo de voces creo que es de lo mejor que brinda, y es que en este juego vas a tener que hablar con todos para misiones principales y secundarias. Es bueno notar que incluso aquellos NPCs secundarios tengan un trabajo de voces, que si bien es mínimo, le brindan más vida al juego como tal porque recordemos que se supone que en este mundo hay muchos más humanos que zombies, o bueno, menos gente infectada por decirle de otra forma, con la que puedes convivir.

A nivel sonoro creo que seguimos con una música muy similar al primer juego, de nuevo, no lo digo por demeritar, sino porque funcionaba y si algo funciona, para que lo cambias. No es una música que vayas a recordar el resto de tu vida pero sí adereza adecuadamente las diversas situaciones del juego.

Respecto al diseño de enemigos creo que es donde también destaca el juego pues si bien contamos con los diseños genéricos de los zombies comunes también tenemos otros que resultan impresionantes, ágiles y sobre todo letales. Puntos extra como siempre a Techland por este apartado.

Jugabilidad

Hablando de jugabilidad… ¿por dónde empezar?, y va a sonar redundante, pero estamos básicamente ante todo lo que hizo bueno al primer juego, y eso es justamente algo malo dentro de este título, las innovaciones a nivel jugable son tan escasas que más allá de una historia nueva así como un lugar nuevo por explorar, seguimos jugando el mismo título que en 2015.

El parkour es algo que hizo fantástico al primer juego y que con su expansión Dying Light: The Following terminó dando por muerto al meter vehículos, y en Dying Light 2: Stay Human se le vuelve a dar protagonismo a la idea de correr libremente por la ciudad mientras haces saltos impensables desde una grúa hasta el piso cayendo en un colchón salido de motel y sin hacerte el más mínimo rasguño. ¿Qué más podríamos pedir? Bueno, basta decir a nivel personal que en Horizon Forbidden West dentro de sus primeras horas ya te presentaron muchas de sus novedades jugables, y en Dying Light 2: Stay Human, bueno… tenemos el parkour, ¿no?

La idea principal es por supuesto completar las misiones de la historia, sin embargo, como muchos juegos hoy en día, Dying Light 2: Stay Human también te obliga en cierta forma a hacer misiones secundarias para poder progresar en las primarias, que bueno, si bien es cierto dichas misiones te ayudan a subir de nivel, matar zombies a lo menso y explorar también te ayuda a subir de nivel… A su vez tenemos otro tipo de misiones como son las actividades o los retos e incluso salvar gente random que vemos mientras exploramos el mundo, o bien enfrentarte a otros seres humanos que solo buscan su propia protección, pero que pueden tener loot interesante.

El combate es principalmente cuerpo a cuerpo con armas de corto alcance como puede ser la tubería de un baño, un hacha, una bate de béisbol con púas o con el tiempo modificarlos no solo para hacerlos más durables sino para que puedan hacer más daño. De igual forma los ítems que utiliza nuestro protagonista puedes encontrarlos looteando ya que si bien es opcional comprarlos con los NPCs tendrás que invertir mucho dinero para poder adquirirlos (dinero del juego, eh). Recuerda también que el sigilo puede ser tu mejor aliado pues existen zombies que solamente te hacen caso si haces mucho ruido, otros si usas luces, y otros que son tan rápidos que se tirarán encima y podrían incluso matarte de un sentón, sin albur.

Estamos ante un juego de mundo abierto que te invita a explorar diversos rincones, de día las cosas son más tranquilas porque no tienes que preocuparte tanto ni por los zombies ni por la inmunidad, pero de noche, las cosas cambian, los zombies son más agresivos, y además como mencioné antes, aquí la inmunidad solo dura unos cuantos minutos para lo cual, o usas una medicina para aumentar el tiempo, o obtienes mejoras conforme progresas el juego o simplemente tendrás que ir corriendo de una zona con luz UV a otra para evitar morir. El loot que encontramos a lo largo del mundo nos servirá para crear cosas como lockpicks, cuchillos o incluso los refuerzo de la inmunidad para aguantar más en la noche o en zonas oscuras.

Las mecánicas de RPG integradas se basan enteramente en un sistema de árbol de habilidades donde tendrás que invertir puntos de habilidad para desbloquear nuevas habilidades de tu personaje, divididas principalmente en el combate y en el parkour. De igual forma si vas encontrando inhibidores en el juego podrás aumentar tu vida y estamina, que a la vez aumentarán el tiempo de inmunidad.

A nivel jugable no tuve bugs que me impidieran avanzar, la mayoría de éstos fueron visuales, sin embargo, uno que sí me molesto mucho es cambiar el control con el que jugaba. Ya dije que jugué en PC, por ende debería jugar con mouse y teclado, sin embargo, quería hacerlo con un control de Xbox, y al cambiar esa opción en el menú, por alguna razón siempre regresaba a la opción anterior a nivel visual, es decir, las opciones de la interfaz seguían mostrando las teclas que debía presionar en lugar de los botones del control, y después de unas cinco veces al fin lograba cambiar por completo. Esto me sucedió cada vez que entraba al juego, sin importar que incluso hace un par de días recibimos otro parche para corregir errores.

Conclusión

Dying Light 2: Stay Human es un buen juego, pero sigue sintiéndose como un título que retomó sus mecánicas originales, las pulió, y ya, se conformó con entregarnos una historia que ni resulta tan entretenida, con un mundo que si es divertido y grande por explorar, pero que realmente no se siente que haya envejecido bien, sobre todo si tomamos en cuenta que hoy en día existen decenas de juegos con temática de zombies.

Si te gustó el primer juego sin duda vas a disfrutar el segundo, los bugs pueden ser un problema menor si lo que quieres es explorar, hacer parkour y matar zombies, además, recordemos que el primer juego recibió soporte durante muchos años no solo en cuestión de parches sino con más contenido, lo cual nos deja claro que al menos Techland se pondrá la camiseta para mejorar este producto, aunque no esperes que sea en pocas semanas.

Agradecemos a Techland las facilidades para realizar esta reseña.