Dying Light: The Following Enhanced Edition

En 2015, Dying Light llegó al mercado para demostrar lo que un juego de zombies podía hacer al combinarse de manera excelente con el parkour, y durante un año nos surtió de contenido y de retos para la comunidad manteniendo la llama encendida por mucho tiempo.

Un año después, The Following fue anunciado como su secuela, un DLC que se terminó convirtiendo en un juego completo del que aseguraban, sería más grande en cuestión de contenido que el juego original; junto a esto también se lanzó el título original con todos sus DLC que terminamos conociendo como Dying Light: The Following – Enhanced Edition.

Historia

El protagonista Kyle Crane aprende de un superviviente que los grupos sectarios que viven fuera de la ciudad de Harran han controlado con éxito el virus. Con la Torre en cortocircuito en los esfuerzos de Antizin y Camden para producir una cura todavía sin éxito, Crane decide ir a investigar esta supuesta inmunidad.

Introduciéndonos en una nueva zona llamada Countryside, este DLC nos lleva a un mapa el doble de grande de lo que fue Harran en su primera entrega, y es precisamente ahí donde se desarrolla toda la historia en la cual conoceremos una nueva amenaza y el cómo el resto de sobrevivientes a esta catástrofe, parece estar más interesada en ocultar, que en hablar.

Sinceramente, y después de mucho tiempo jugando con Tyrwar ésta, y la primera entrega, llegue a la triste conclusión de que en lo personal, no me agradó la manera en la que fue desarrollada la historia, pues básicamente eras obligado a realizar misiones secundarias para poder avanzar en la historia principal, ¿la razón? los personajes secundarios debían poder confiar en ti para poderte revelar los secretos respecto a la secta, para lo cual debías hacerles «unos cuantos favores».

Si bien la historia principal es bastante sólida y se complementa con los side quests, no sentí que el desarrollo fuera algo «natural» sino más bien forzado.

Presentación

Sin duda el término Enhanced Edition deja en claro que el juego ha sido mejorado bastante para esta nueva entrega. Los escenarios siguen luciendo igual de hermosos y más aún que cuando fuera lanzado hace ya un par de años. Las texturas de los personajes y escenarios son limpias y detalladas, la iluminación acentúa el caos de la ciudad de día y el peligro en la noche.

Además los sonidos ambientales ayudan a sumergir al jugador en el mundo y la situación, y la música de ciertos eventos y locaciones son muy aptas para el momento y bien hechas. Eso de igual manera se suma al nuevo e inmenso mapa que nos da una gran variedad de posibilidades para poder explorar, pero que también nos deja más propensos a morir.

Countryside es sumamente grande y la realidad es que a veces es mucho mejor utilizar el viaje rápido debido a la magnitud que tiene. Una ventaja clara es la adición del buggy, un carro que nos ayudará a transportarnos de manera más rápida alrededor del mapa y que básicamente viene a reemplazar al parkour como método principal para moverse porque… ¿prefieres correr o conducir en un campo abierto lleno de zombies en medio de la noche?

Sin embargo, el punto más fuerte del juego es la experiencia juego-usuario, ya que no solamente es ir a determinado lugar y continuar con la historia, el ser un sandbox abre muchas posibilidades en cuanto a  exploración, mejora de armas, competencia y sobretodo diversión.

Jugabilidad

En cuestión de jugabilidad, retomamos primeramente la parte del juego cooperativo. Nuevamente Dying Light: The Following te permite completar toda la historia de la mano de un compañero, lo cual sin lugar a dudas hace que la experiencia sea mucho más placentera que jugarlo de manera solitaria.

Al jugar de esta manera hace que la parte de «obligarte a jugar misiones secundarias» quede en segundo termino, pero sin embargo siempre retomábamos una parte importante al jugar: parece que Dying Light no envejeció de manera correcta, el juego se sentía más viejo, en lugar de sentirse algo «novedoso».

En lo personal, el poder correr libremente era lo que hacía divertido a Dying Light, pues realmente sentías que tu vida corría peligro, por el contrario en The Following al contar con el buggy, esto no se siente igual, pues es más fácil poder arroyar a los zombies y seguir tu camino sin problemas, aunque claro está que hay ciertos tipos que se clavaran en tu buggy y no te soltarán hasta que logres deshacerte de ellos. Es una por otra, sí es divertido manejar el buggy, pero creo que era más divertido tener que correr por todos lados.

Otra de las cosas que se retoma es el árbol de habilidades, al que ahora se la añade el desarrollo del buggy, el cual, podrás ir mejorando al hacer misiones, competiciones y otro tipo de cosas. Igualmente que en la primera entrega, esto no parece marcar una gran diferencia al momento de jugar, salvo en la duración de tu vehículo respecto al daño que recibe.

Conclusión

Dying Light: The Following intentó retomar lo que hizo bien en su primera entrega, lo mejoró con el buggy, con un mapa mucho más grande y con personajes secundarios que sí influencian en la historia principal del juego, pero la decisión de Techland de forzarte a hacer misiones secundarias puede no agradarle a muchos.

Sin embargo, las misiones nuevamente demuestran la gran diversidad de opciones que este juego nos ofreció en 2015 que dejan en claro, que Dying Light no fue un golpe de suerte, fue un gran trabajo realizado.

Este escrito representa únicamente la opinión de su autor y no necesariamente la del equipo de Versus.

Agradecemos a Techland las facilidades para realizar esta reseña.