Mini Motorways

Mini Motorways llega a Nintendo Switch a darnos un juego el cual se enfoca más en paz y tranquilidad que acción y aventura. Básicamente es un juego el cual es creado para ayudar a relajarte.

Historia

Mini Motorways no tiene historia, el juego se enfoca completamente en su jugabilidad. Al iniciar el juego por primera vez te lleva directamente al tutorial donde te explica las bases y todo lo fundamental del juego. Una vez que lo terminas ya estás listo para seleccionar la siguiente ciudad a la cual le quieres planificar sus carreteras.

Sin historia, solo un objetivo, crear caminos para todos los vehículos.

Presentación

Personalmente amé la sencillez del juego en todos los aspectos. Comenzando por la música, esta es tranquila y suave, casi casi imperceptible, sin embargo, si pones el juego en silencio, notas la falta de música. Mi punto es que, aunque es una melodía tranquila, la falta de esta es increíble.

Durante todo el juego puedes escuchar a vehículos transitando, pero todo en un tono y volumen muy bajo, excesivamente sutil.

Los gráficos son 2D me recuerda incluso a plastilina bien detallada. Los carros son pequeños por lo que el detalle no es necesario en estos, o en ninguna cosa realmente. Los edificios, puedes ver que tienen puertas y ventanas, aunque realmente no las usas, por lo que puedes hacer caso omiso.

Cuando comienzas cada partida el mapa está en zoom y conforme aparecen más edificios, la vista se aleja dejándote ver más y más del mapa. Todo esto es imperceptible, la cámara se aleja tan lento que cuando te das cuenta ya solo ves puntos de colores.

Los árboles, montañas, ríos y lagos solo están representados por colores verdes, cafés y azules, con eso ya sabes que es cada cosa.

La dificultad es única, sin embargo, el juego te reta a esforzarte, ya que, para abrir otras ciudades, debes hacer un mínimo de viajes, por lo que tu decides si solo llegar a ese mínimo o intentar hacer mil ochomil viajes para demostrar que tu carretera se encuentra perfectamente bien diseñada. Eso sí, mientras la partida va avanzando, más complicada se pone.

Jugabilidad

El joystick en Switch funciona como mouse, un punto negro que vas moviendo de un lado a otro para poner, quitar o cambiar calles. Tú eliges de donde a donde, si quieres curvas, o no, pero cuidado, no es ilimitado, tienes un número máximo de calles para poner y este número puede incrementar al final de cada semana.

También puedes hacer puentes sobre el río, túneles bajo montañas y autopistas sobre la ciudad, sin embargo, para hacer todo esto debes tener el ítem o permiso para hacerlo.

Dentro del juego el tiempo transcurre en días, los días pasan relativamente rápidos, como 30 segundos por día. Al finalizar el domingo, te dan la opción de elegir entre lo siguiente: un puente y calles, un túnel y calles, una autopista y calles, semáforo y calles, rotonda y calles o simplemente, muchas calles. Esto para intentar sobrevivir una semana más.

Conforme pasa el tiempo, más edificios van apareciendo y el objetivo es llevar los carros desde sus casas a los edificios para poder recolectar el item y luego regresar a casa. Eso es considerado un viaje completo.

Al principio de la partida comienzas con una casa y un edificio, luego van apareciendo más casas, más edificios, etc. Y mientras más avances más lejos de las casas se encuentran los edificios.

Es importante mencionar que también entran en factor los colores, rojo, azul, verde, naranja, gris, etc. Cada casa tiene vehículos de su color, y estos solo pueden ir al edificio de su mismo color. Es decir, las casas rojas, tienen carros rojos y esos carros solo van a edificios rojos, por lo que hay que saber construir las calles eficientemente interconectando las casas y edificios de todos los colores.

Las calles pueden ser borradas para recuperarlas y después construir otras, así que puedes construir tus caminos como sientas que los necesitas, pero si más tarde piensas en una mejor y óptima manera, o te gustaría hacer cambios o simplemente quieres ver cómo tu ciudad entra en caos puedes realizar los cambios que quieras sin penalización alguna.

El juego te da la opción de detener el tiempo o de acelerarlo, de tal forma que puedes editar tu ciudad tranquilamente sin miedo a que se te acabe el tiempo o a que pierdas, puedes editar calles, puentes, túneles, autopistas, semáforos o rotondas las veces que desees.

Y, por cierto, si existe un momento en el que puedes perder, en los edificios aparecen marcas las cuales los carros tienen que pasar a recoger, sin embargo, los puntos siguen apareciendo y cuando el edificio se llena de puntos y llega a su límite aparece un relojito arriba, y si el edificio no se vacía, entonces pierdes.

Esto no es problema, puesto que tienes suficiente tiempo para completar los viajes necesarios para abrir la siguiente ciudad, antes de que la partida se comience a poner difícil.

Con difícil, me refiero a que aparecen más carros, lo que significa, más tráfico, las casas aparecen más lejos de los edificios, lo que significa más tiempo de viaje, básicamente planear como hacer o rehacer las calles es lo que lo hace difícil.

Conclusión

Mini Motorways es un juego fantástico y su simpleza lo hace magnífico, el objetivo es construir calles para que los carros lleguen a donde tengan que llegar, y eso es todo. Los efectos de sonido y la música son súper agradables y el juego, visualmente se ve placentero y pacífico.

Las partidas no son largas lo que lo hace un grandioso juego para jugar entre juegos o entre descansos o incluso solo para desestresarte.

Agradecemos a Dinosaur Polo Club las facilidades para realizar esta reseña.