The Falconeer

Con el pasar de los años la humanidad ha encontrado diversas formas de sobrevivir y sobretodo de comunicarse y moverse, desde el invento de la rueda hasta cuando finalmente el sueño de volar se hizo realidad.

Pero, ¿te imaginas poder volar sobre el lomo de un ave gigante mientras defiendes tu tierra?

Eso es juntamente lo que nos ofrece The Falconeer, un juego donde la exploración puede ser lo más fascinante, pero también lo más monótono.

Historia

The Falconeer nos lleva a conocer el mundo de Ursee, un universo en el cual sobreviven unas cuantas personas distribuidas a lo largo de islotes en medio de un océano que puede incluso resultar abrumador por su extensión, pero también por su belleza. En este mundo, encarnaremos a diferentes mercenarios que tomarán las riendas de unos halcones gigantes para intentar resolver los conflictos bélicos que afrontan las diversas facciones distribuidas a lo largo del mapa.

Este es un juego narrativo que se ve complementado por su jugabilidad, pero más allá de eso, que resulta hasta cierto punto monótona, lo interesante es la historia como tal y el conocer los oscuros secretos de cada facción, sin embargo, a veces es un poco difícil seguirle el hilo a la trama a pesar de que sus cinemáticas son bellas y acompañadas de un gran trabajo de voz, ya que cuando se trata de llegar a las misiones y recibir un pequeño brief de lo que debemos hacer, el hilo llega a perderse.

Presentación

El juego presenta un mundo muy bonito con contrastes de colores bastante interesantes que dependen del área que estamos visitando. Hay que dejar en claro que la mayor parte que verás es meramente agua, debido a que de nuevo estamos en un océano enorme, pero también podrás encontrar aquellos islotes que solo sirven de adorno ya que como tal no puedes explorar sus calles, sino más bien solo aterrizar y desde ahí acceder a las misiones y personajes disponibles para interactuar.

La paleta de colores da pie a cada uno de los lugares o partes de la trama que estemos explorando, pasando por colores fríos a cálidos, pero siempre con ese toque de misticismo y de no saber qué hay más allá de donde alcanza la vista, permitiendo así sorprender al usuario cuando las nubes se despejan o cuando llega a un punto tan apocalíptico como ver el océano partido a la mitad.

En cuestión de personajes tenemos a unos cuantos pilotos que varían en su diseño, complementado por la narradora y por los personajes que nos brindarán las misiones y los pormenores de la situación actual del mundo de Ursee. El trabajo de voces que es aceptable, destaca principalmente el de nuestra narradora, llevado a la vida por Tegan Hitchens, ya que los otros diálogos de personajes secundarios pueden volverse muy repetitivos en poco tiempo, sobretodo de aquellos que pueden acompañarnos en nuestras misiones y echarnos la mano cuando sea necesario.

Si bien es cierto que es un mundo grande, a veces también llega a sentirse muy vacío debido a que no existen muchos elementos que realmente te sorprendan como el escenario apocalíptico antes mencionado, incluso es poco probable que veas a otros seres vivientes explorando el mar abierto u otros elementos que hagan sentir esa inmersión más allá del visual.

También hay que decir que la banda sonora es tal vez la parte más bella además de lo visual, con esos toques de música orquestada, que si bien en su mayoría es muy ambiental, se adereza perfecto con los efectos de sonido de tormentas, del propio halcón y complementada por las melodías más intensas con cánticos que engalanan las batallas.

Jugabilidad

El juego como tal pertenece al género de dogfight y es hasta cierto punto muy difícil de evaluar pues no siempre puede ofrecer algo innovador. Por lo anterior estamos ante un juego donde controlaremos al ave de nuestro piloto que estará volando por los cielos de Ursee, con posibilidad de realizar ataques a través de su arma y además de poder evadir haciendo un b-roll, un frenón para mantenerse en un espacio momentáneamente o incluso caer en picada por momentos, así como también ir rápido de ser necesario.

La parte mala es que las misiones en general terminan haciendo que el juego sea muy monótono en poco tiempo pues éstas se limitan a tener que ir a eliminar unos enemigos, proteger a otros de los ataques o simplemente recoger objetos del mar o de alguna otra isla, dando así muy poca variedad de misiones que pueden tornarse muy aburridas al poco tiempo y limitando en cierta manera lo que podría ofrecer este juego más allá de sus visuales y sonido que lo hacen destacar.

Respecto a sus armas, si bien tenemos como tal un mismo tipo de ataque, éste puede variar en la munición, ya sea tomándola de las tormentas eléctricas o de algunas minas, permitiendo así que sean rayos los que disparamos o bien, balas de fuego. Ésta arma puede ser mejorada, junto a otros aspectos del ave, conforme progreses en el juego, pero realmente no parece tener un efecto como tal en la jugabilidad al grado que podrías tal vez acabarlo sin siquiera mejorar realmente algo de tu personaje.

Otro detalle en su jugabilidad es lo injustas que pueden ser las batallas contra los enemigos, y no porque sean difíciles, sino porque el esquema de controles parece no estar muy bien desarrollado lo cual causa que la experiencia de vuelo no sea la más placentera pues cuando intentas por ejemplo dar un b-roll para escapar podrías terminar cayendo en picada y eso provocar que mueras. Además el sistema de tracking de enemigos no es lo más certero pues si bien se ofrece una guía a la cual se supone deberías apuntar para hacerle daño, al menos yo no logré usarla de forma correcta y termine por optar apuntar fuera de esa guía o incluso directo al enemigo para poder eliminarlo.

No hay más armas o formas de atacar que puedas desbloquear y los combates carecen de emoción para realmente sentirte parte de una batalla, y de hecho, más allá de servir como medio de transporte, el halcón como tal no tiene una influencia en el combate algo que puede sentirse desaprovechado.

Conclusión

The Falconeer es una experiencia visual y sonora que queda a deber cuando empiezas a intentar interesarte en su historia pero que te hace sentir decepción cuando te das cuenta que el combate es la cosa más sencilla y monótona que hay hoy en día.

Pudo ser una gran experiencia, pero definitivamente faltó explorar más misiones o un combate más prometedor que solo volar sobre el océano prácticamente sin un rumbo fijo.

Agradecemos a Wired Productions las facilidades para realizar esta reseña.