Dragon Age: Inquisition

Hace ya unos meses les pude platicar de lo que vi en el E3 2014 referente a Dragon Age: Inquisition, en aquel entonces la presentación era solamente eso: una presentación, pues no existía la posibilidad de poder probar el título ni por más deseos que tuvieras, sin embargo, durante el EGS 2014 que se celebró el fin de semana la historia fue otra.

Después de una pequeña introducción al juego en la cual nos explicaron básicamente lo que tendríamos que hacer en el demo, algunas de las cosas que no podías pasar desapercibidas durante la partida y principalmente hacía donde ir y hacía donde no, tuve la oportunidad de probar una alfa del juego por primera vez.

Lo primero que hay que decir es que el control se siente un poco confuso para alguien que nunca haya probado un juego de la serie Dragon Age, sin embargo es cuestión de unos minutos para experimentar con todos los botones y que te acostumbres un poco a como se juega y a las dinámicas que maneja.

Como bien nos decían en la presentación y pude comprobar en el demo, Dragon Age: Inquisition ofrece un mundo viviente, ¿por qué? porque realmente todo se mueve, desde la más mínima planta hasta el cielo que está por encima de nosotros pues en cualquier momento podrías ser víctima de la naturaleza y morir por un rayo que caiga del cielo.

Contamos con un equipo de cuatro personajes los cuáles debemos mantener unidos y más que nadaaprender a utilizarlos en equipo, no es lo mismo combatir a un animal de sangre fría con una espada de fuego que con un hechicero que podría congelarlo sin ningún problema, de hecho éste es un punto importante: el cambio entre uno y otro personaje es bastante fluido y las batallas (a pesar de no contar con todos los efectos renderizados finales) se sienten bastante dinámicas.