Dragon Ball: Sparking! Zero

Al día de hoy, abundan los juegos de Dragon Ball. La franquicia tiene desde RPGs, pasando por juegos de aventuras, juegos de pelea serios; y por supuesto, Arena fighters. De entre los últimos, había una serie que aquí en occidente conocíamos como Budokai Tenkaichi. Pero, su verdadero subtítulo era Sparking, allá en Japón. Estos juegos trataban de simular las peleas del manga y el anime de manera más o menos fiel; dentro de las limitaciones de su época.

Los Budokai Tenkaichi tocaron techo, en mi opinión, por mucho tiempo con la tercera entrega; la cual tenía una gran cantidad de modos de juego diferentes; más de 100 personajes (161 contando transformaciones); una galerías donde ver y aprender de los mismo; mucho fan service; y un modo de historia que recapitula muchas de las batallas importantes, tanto las del canon oficial; como las que se encuentran fuera de él; como GT y las películas. Era una entrega insuperable en su momento. Por lo menos en cuanto contenido. Lo que hizo que muchos quedáramos a la expectativa de que sería lo siguiente en la serie. Pero eso siguiente nunca llegó.

Los años pasaron y las esperanzas en un Budokai Tenkaichi 4 fueron disminuyendo. Los lanzamientos con la marca Dragon Ball no se detuvieron, hubo muchísimos juegos que variaban en género y calidad. Juegos de aventura RPG como Kakarot; juegos de pelea competitivos como el excelente Dragon Ball FighterZ; y por supuesto los Xenoverse, que medio recogían la batuta que dejaron los Tenkaichi. Pero finalmente, llegó el momento de una secuela en forma. Ahora recogiendo el nombre original desde Japón. Dragon Ball Sparking! Zero llega a consolas y PC. Con lo que quizá, sea una de las entregas más trabajadas y densas que hayamos visto.

Historia

Sparking! Zero cuenta la historia de Dragon Ball que todos conocemos. Sin embargo, la aborda de una manera diferente. En esta ocasión, viviremos los momentos importantes de la trama encarnando a un personaje específico durante dichos eventos, representados en pequeñas islas, que se van desbloqueando según avancemos. Los Episodios de batalla, es donde podremos seleccionar a esos personajes, entre los que se encuentran clásicos como: Goku, Gohan y Picoro; o incluso villanos como: Freezer, Goku Black o Jiren.

Lo interesante es que a diferencia de otras narraciones de la historia, en donde seguíamos los eventos en secuencia y cambiaremos de personaje según se requiriera. Ahora, seleccionamos un personaje y entraremos solo en las batallas relevantes para él. Veremos la historia desde su perspectiva. A momentos literalmente. Pues en algunas cinemáticas podemos entrar a un modo de cámara en primera persona, dejándonos experimentar varios momentos icónicos desde una visión no muy común. Lo anterior, claro, solo en las cinemáticas más elaboradas. Aquellas que cuentan con animación de calidad y actuaciones de voz. En las más sencillas, donde solo vemos imágenes con algunas voces, efectos visuales y texto en pantalla, esto no pasa. Es una lástima. Me hubiese gustado que hubiera más cinemáticas elaboradas. Sin embargo, lo entiendo. El juego cubre muchísima de la historia de la serie, por lo que no me extraña que hayan tomado la decisión de simplificar los aspectos menos importantes.

Las islas, a su vez, no solo comprenden las batallas propias de la serie, sino que veremos algunas que se desvían del hilo principal simbolizando un what if, que es un escenario alternativo que no vimos en la serie. Las ramificaciones son interesantes, pero no muy extensas. Me hubiera gustado que los episodios alternativos tuvieran más desarrollo en lugar de acabar súbitamente. Honestamente, si te quedas con ganas de saber que seguía después de varias de ellas; incluso hay algunas que son muy buenas, mostrando situaciones que posiblemente hubieran quedado bien en el anime, particularmente en Super.

Presentación

Quizá, el título al juego de Dragón Ball más hermoso visualmente, lo siga teniendo Dragon Ball FighterZ; aunque Sparking! Zero es un buen candidato para el segundo lugar.

Los modelos de los personajes están bien hechos, contando con una alta carga poligonal y un trabajo de cell shading que los hace ver fantásticos. Hay ciertos detalles mejorables, como la forma en la que a veces se mueven los personajes en los menús y otras interacciones menores; donde la captura de movimiento y la animación es un poco rara; los personajes se mueven como si estuvieran vistiendo una botarga. No es algo que importe, pero se llega a notar y es un poco extraño.

Por otro lado, los escenarios son hermosos. Una de las principales fuentes de espectáculo en las peleas de Goku y su bandita de adictos a la violencia, son los efectos destructivos que tienen en todo el suelo que los rodea. De ahí el clásico “Vamos a pelear a otra parte». Los páramos, montañas, arenas de torneo y planetas alienígenas en los que se desarrollan nuestros combates están construidos con una gran atención al detalle; además de ser dinámicos, pues en ellos podremos ver cambios constantes conforme se desarrolle la pelea. Las montañas, árboles y edificios; serán destruidos al ser atravesado por un personaje o alguno de los poderes que estos pueden lanzar. No solo eso, también podremos ver como el cielo se oscurece al cargar grandes cantidades de energía; o las nubes se parten al lanzar un Kamehameha.

Los efectos de sonido son los que ya esperaríamos de la serie, hacen bien su trabajo, a la par de provocar nostalgia a los fans. Como de costumbre, para la música tenemos rock genérico; el cual no está mal, de hecho creo que varias tonadas son bastante buenas. Aunque, carecen de gravedad y sentimiento en algunas ocasiones. Hay una opción de paga para poder utilizar la música del anime durante las peleas, pero el simple hecho de que tengas que pagar extra por ella me parece que lo vuelve una solución a medias; entiendo que puede ser una medida para subsidiar el costo de las licencias por la música original. Pero, creo que se pudo haber llegado a un resultado más satisfactorio, si hubieran optado por hacer rendiciones nuevas de las tonadas clásicas, como en Dragon Ball Z: Kakarot. 

Quisiera hacer una mención especial a los menús y la interfaz. Es evidente que los desarrolladores pusieron mucha atención en  como interactuamos en todos los niveles de juego. Los menús y submenús cuentan todos con un diseño atractivo y dinámico; desde como Goku se traslada entre lugares con distintos personajes, dentro del menú principal. Hasta como cada modo esta contextualizado a su manera, con su propio tema.

Jugabilidad

Existen diversos modos de juego en Sparking! Zero, muchos de los cuales son los clásicos que esperarías ver en un juego de este estilo. Está el modo de batalla para un jugador; multijugador local; multijugador en línea, ya sea en equipos, individual, torneo o una pelea personalizada; el modo de historia en forma de los ya mencionados episodios de pelea; y por supuesto, un modo de entrenamiento para aprender los comandos del juego.

Dichos comandos, tampoco es que sean muy complicados. Todos los personajes comparten las mismas combinaciones de botones para sus ataques básicos. Un botón para lanzar proyectiles de Ki, uno para deflactar dichos proyectiles y hacer contrataques; otro para cubrirte, poniendo defensa; y por supuesto, el botón que te sirve para cargar poder, que combinado con alguno de tus botones de ataque activara una técnica especial. Hay aún más acciones que son comunes de todos los personajes, pero espero se entienda la idea; la profundidad no viene de las combinaciones especiales de cada peleador, sino, de que técnicas particulares a las que tienen acceso y los efectos que estas tienen.

Regresan las transformaciones y fusiones para los personajes. En las que se toma en cuenta la lógica de la serie; ya que hay personajes que pueden transformarse libremente, como los sayayines; y otros que solo pueden transformarse de forma secuencial, como Freezer. Las fusiones, por su parte, pueden realizarse si tienes a los dos personajes correspondientes en tu equipo. Aunque al igual que las transformaciones puedes elegirlos como personaje desde un principio, si así lo deseas.

De los modos estándar, solo el multijugador local me decepcionó. Tristemente, cuando jueguen una pelea en la misma consola, ambos jugadores se darán cuenta que están limitados a un solo escenario, La habitación del tiempo, y solo podrán realizar combates normales, nada de torneos u otras cosas extravagantes. Entiendo que los modos en línea toman prioridad y que los modos de dos jugadores, al día de hoy, son algo que se le presta poca atención; justamente porque cada vez son menos las personas que juegan de esta manera. Aun así, no hubiera estado de más ponerle algo de cariño.

Comprendo las razones por las que no todos los mapas pueden utilizarse. ¿Pero, no podían hacer una selección de mínimo cuatro escenarios para este propósito? Los escenarios son extensos y llenos de elementos destruibles; cuentan con un cielo que cambia de forma dinámica durante la pelea; junto con otros efectos vistosos. Veo el por qué serían difíciles de optimizar para consolas; y sé que debe haber razones técnicas que los hagan difíciles de utilizar cuando haya dos personajes en pantalla dividida. Pero, no creo que sea imposible. De hecho, sé que no lo es. Ya hay mods en PC que hacen esto precisamente. Mi intención no es demeritar a los desarrolladores, porque el juego ya tiene bastante contenido y elementos hechos con cariño. Simplemente hubiera sido bueno que este modo tuviera más soporte de forma oficial. Ojalá, en un futuro lancen actualizaciones que permitan justamente esto y todos podamos disfrutar de la acción en un mismo sillón con otra persona.

Ya en algo más positivo. Me encanta la flexibilidad de los demás modos de peleas. Al entrar a una pelea personalizada, básicamente podemos disponer a nuestro gusto de un montón de opciones, para hacer nuestros sueños chaquetos una realidad. El nivel de personalización y opciones disponibles, hasta el punto de poder diseñar nuestra propia pantalla de título para la pelea es algo que me parece destacable. Incluso podemos entrar a batallas personalizadas creadas por otras personas. Lo que es un bonito detalle.

Los modos en línea funcionan muy bien. La conexión en lo particular nunca me dio problemas. Las configuraciones para los combates entre jugadores en línea son robustas y no dejan lugar  a quejas. El juego se siente sin lag notable o problemas de conexión. Está excelente.

No podemos olvidar tampoco los demás agregados del juego; como lo son la enciclopedia donde podemos escuchar a las esposas de los Sayayines hablar sobre los diferentes personajes del reparto y sus transformaciones. También, podemos escuchar la música del juego; ver los trajes y animaciones de los personajes; al igual que ver de nuevo las escenas y videos que ya hayamos desbloqueado. Podemos pedirle deseos a Shen Long y las demás divinidades que cumplen caprichos, para desbloquear nuevos personajes, trajes u otros beneficios. Y, encima de todo esto, podemos personalizar a nuestros personajes; haciendo uso de capsulas que tienen efectos especiales.

Conclusion

En conclusión, Dragon Ball Sparking! Zero se presenta como una digna secuela de la legendaria serie Budokai Tenkaichi, ofreciendo una experiencia rica en contenido y nostalgia para los fans. Su forma de narrar la historia, permitiendo a los jugadores experimentar momentos icónicos desde la perspectiva personajes particulares, añade un toque fresco a la trama de Dragon Ball. Sin necesidad de hacer algo muy elaborado o novedoso; mas allá de sus escenarios alternativos.

Si bien el juego brilla en términos de jugabilidad, personalización y presentación visual, también hay algunas áreas que podrían mejorarse, como la experiencia del multijugador local. A pesar de estos detalles, el conjunto es robusto y emocionante, logrando capturar la esencia de la franquicia. Con una combinación de modos de juego y una atención notable al detalle, Sparking! Zero no solo satisface la gran mayoría de las expectativas; sino que también establece un nuevo estándar para futuros títulos dentro del universo de Dragon Ball.

Agradecemos a Bandai Namco las facilidades para realizar esta reseña.