Últimamente he estado un poco obsesionado con escuchar diferentes versiones e interpretaciones de Dancing Mad, una canción de Final Fantasy 6, y es a base de ello que se me ocurrió buscar más sobre ésta melodía y la batalla en la cual ésta se escucha. De ahí encontré un artículo de Destructoid cuyo autor comparte mi opinión sobre las etapas de la música e hizo que mi mente y mi nostalgia por éste juego comenzaran a trabajar en tiempo extra. Es por eso que aquí les dejo un pequeño artículo donde hablaré sobre éste gran título y mi amor hacia él así como sobre la música, los personajes, la historia y mis experiencias personales a lo largo de este juego.
Aún recuerdo aquellos tiempos cuando yo estaba en primaria y fui a Video Ted, la tienda que vino después de Video Tech, que básicamente era un Blockbuster local y más grande donde podías encontrar toda clase de películas (VHS) para rentar así como juegos de NES y SNES. Fue ahí donde vi Final Fantasy 3 de SNES (Final Fantasy VI en Japón), y bueno, llegué a casa y lo jugué un par de horas. Después de eso me fui a la playa con mis primas y recuerdo que estando en la playa no podía dejar de pensar en Final Fantasy 6, por alguna razón, a pesar de que aún no era tan fan de los RPG pues nunca había terminado uno, no podía dejar de pensar en el juego, con tan solo haberlo jugado algunas horas mi mente no dejaba de pensar en lo increíble que me había parecido luchar en los campos pedregosos al sur de Narshe y las dunas desiertas de Figaro. Realmente era demasiado pequeño para poder apreciar este título y aún así me había atrapado por razones que no podía comprender.
Mi tía notó mi ansiedad por volver a casa y al día siguiente me llevaron de regreso y fui de vuelta a rentar el título pues mis papás ya lo habían devuelto y ahora sí que pude dedicarle más tiempo. Una de las cosas que más me atrapó del título fue su esquema de colores, pues a diferencia de todos los demás Final Fantasy que habían salido y conocía el uso de colores era muy diferente pues manejaba una baja saturación haciendo que todo se viese más frío, más maduro y más desolado, algo que lo hizo un punto y aparte pues la gran mayoría de títulos de SNES, no solo los Final Fantasy, contaban con colores vivos y saturados. Además de eso, el mundo abandonó el clásico setting medieval europeo de castillos, magias y tecnología rústica donde el arma más avanzada eran el arco y la flecha; Final Fantasy VI pasó a una nueva atmósfera donde el motor de vapor ya existía, armas como ballestas, automóviles, trenes e incluso vehículos aéreos armados con misiles y armas de fuego.
Otra cosa que hizo muy diferente fue la falta de un protagonista central, algo que jamás habían hecho y que hasta la fecha no ha vuelto a hacer Square Enix en ningún Final Fantasy a excepción del Type-0. Al principio del título el jugador se queda con la ilusión de que Terra, una guerrera con poderes mágicos sería la protagonista, sin embargo al poco tiempo el jugador termina usando a Locke, un ladrón, perdón, cazador de tesoros, quien jura rescatarla y protegerla, y de ahí conocemos al Rey Edgar quien desea proteger a la gente de Figaro de la amenaza del Imperio, a su hermano Sabin quien abdicó el trono pues la idea de la sucesión lo molestó muchísimo y terminó entrenando con Vargas y su padre Duncan en las montañas, y entre ellos a muchos personajes más como a Celes, una general que traicionó al imperio tras darse cuenta de que éste tan solo quiere poder y control, a Cyan, un noble caballero que perdió a su familia en la guerra contra el imperio, a Gau, ni niño que creció rodeado de monstruos tras la muerte de su madre y la locura de su padre, a Shadow, un mercenario que huye de su pasado, Realm y Strago, descendientes de los magos de antaño, Setzer, un adicto a las apuestas y fan de la belleza, Mog y Umaro, dos monstruos con razonamiento humano. Hay muchos momentos a lo largo de la historia donde el protagonistas va cambiando, no muy diferente a como vimos en la serie de Game of Thrones, donde en ciertos momentos personajes como Celes llegan a ser tan pero tan importantes que simplemente la historia llegaría a su fin haciéndola de manera definitiva la protagonista del juego durante esa parte de la historia, y de igual manera con otros personajes.
Además de eso, y debo advertir que a continuación mencionaré spoilers, es también el primer JRPG que jugué y el único Final Fantasy hasta Final Fantasy XV donde los protagonistas fracasan en detener a los villanos y termina el mundo siendo dañado más allá de su salvación y la sociedad colapsa completamente. En ese momento de la historia, a mi corta edad, sentí que estaba viviendo algo que jamás me había tocado ver en ningún juego, una experiencia que quedó marcada en mi mente, algo que nunca volví a sentir a excepción de Xenogears.
«Desde aquel día, el mundo cambió para siempre.»
Esa frase dice el juego durante la destrucción del mundo, la fragmentación de los continentes, el colapso de la sociedad y la erradicación de la mayor parte de la población humana. Para mi sorpresa, ese no era el fin del juego, sino una mezcla entre una segunda mitad del juego, o la primera instancia de endgame en un JRPG que había jugado, donde uno tenía la opción de ir a retar al responsable de todo para vengar al mundo y detener su control y poder absoluto sobre estos remanentes, o ir en busca de los demás aliados que conocimos y perdimos cuando el mundo terminó.
Podría escribir todo un artículo para hablar de la banda sonora, pues de nuevo, es la banda sonora que marcó mi infancia, y en mi opinión la mejor de todos los Final Fantasy pues reflejaba a la perfección la atmósfera del juego, desde la soledad de Terra, la melancolía y amor de Celes, el honor y dolor de Cyan, el orgullo de Edgar, el espíritu de Shadow, hasta la nueva esperanza al ir en busca de amigos perdidos al recobrar el Falcon y volar por las ruinas del mundo libremente de nuevo. La música es realmente increíble, es algo que tan solo puedo describir como perfecta y uno de los mejores soundtracks de todos los tiempos. Por si fuera poco, Final Fantasy VI cuenta con la mejor música para el jefe final que he escuchado en mi vida, así no sea tan impresionante a primera instancia como One Winged Angel de Sephiroth (Final Fantasy VII) pues en el SNES no eran instrumentos ni coros reales. Sé que dije que podría escribir todo un artículo para hablar tan solo de la música de Final Fantasy VI, pero la verdad es que también podría escribir un artículo para hablar tan solo del tema del último jefe del juego, Dancing Mad, pues en mi opinión es la mejor composición de todos los tiempos en la historia de los videojuegos, aunque quiero aclarar que eso no la hace mi favorita, simplemente la considero la mejor en cuanto a calidad, arreglo, simbolismo, profundidad y complejidad. Este tema refleja perfectamente las etapas de la ultima batalla contra Kefka Pallazo, quien ha ascendido desde un simple bufón hasta ser deificado. A lo largo de la batalla podemos ver las diferentes etapas, algo de lo cual hablaré más adelante.
Los villanos de Final Fantasy VI también son realmente increíbles. Primero, y como antagonista principal tenemos al Emperador Gestahl, un viejo que redescubrió el origen de la magia y lo está utilizando para conquistar y dominar el mundo, un villano tan cliché como podemos encontrar en cualquier JRPG sin mucha profundidad pero bastante funcional para avanzar la historia. A su lado tenemos a sus tres generales, General Leo, un hombre con temple de guerrero, con su propio sentido de justicia y cree en la meta o quizá mentiras de Gestahl y desea evitar derramamiento de sangre innecesario sin abandonar su deber. Después tenemos a la General Celes, quien recibió la segunda infusión de magia en los experimentos del científico Cid bajo ordenes de Gestahl, una mujer que seguía fríamente las órdenes de su emperador sin embargo su perspectiva cambió con el tiempo; por último tenemos a Kefka, un bufón quien terminó siendo el conejillo de indias y el primero en recibir la infusión de magia de Cid, un método tan experimental que éste terminó perdiendo la cordura sin embargo recibió el poder deseado permitiéndole pasar de ser un simple bufón a ser un general para su emperador. Otro villano es Vargas, un guerrero que asesinó a su maestro pues éste al parecer había elegido a Sabin como sucesor en vez de a su propio hijo. Atma Weapon es otro enemigo que vemos en el juego como una arma o criatura artificial con vida que fue creada para la destrucción. Ultros es uno de los mejores villanos que encontramos en el juego pues no solo es un pulpo mañoso que desea complicarle la vida a los protagonistas, sino también tiene cierta inteligencia y es un villano con el cual nos topamos en diversas ocasiones.
A lo largo del juego, nuestros protagonistas luchan contra el imperio intentando salvar, proteger y liberar ciudades del control del imperio descubriendo a la larga de ese conflicto que el origen de la magia que usa la tecnología del imperio son Espers, seres de un reino separado de la tierra por medio de una cueva, una entrada que fue descubierta por el emperador Gestahl, quien logró secuestrar y asesinar a muchos de ellos antes de que ésta entrada fuera sellada por el mismo poder de los Espers de su interior.
El inicio del juego nos recibe con una melodía de órgano que va incrementando hasta llegar a un clímax que nos despliega el título Final Fantasy 3 (o Final Fantasy 6 según su versión), con un coro que canta en esa cúspide melódica, un preludio que representa a la perfección el viaje y la historia del juego.
Todo comienza con la marcha de los Magitek Armor, unos vehículos bípedos cuyos conductores los guían a lo largo del campo nevado hacia Narshe, una ciudad que descubrió un Esper, una criatura mágica de antaño atrapada en un cristal de hielo. Terra, Vicks y Wedge llegan a Narshe y derrotan a los soldados que intentan impedir su paso pues los vehículos del trío tienen poderes capaz de simular la magia de las leyendas. Tras hacer contacto con el Esper, Terra y éste mismo crean un especie de vínculo de energía sin embargo la tecnología del Magitek Armor hacen que exploten las armaduras Magitek. Terra despierta en una casa y descubre que debe escapar pues quien la ayudó no puede protegerla de los guardias que están buscándola por la ciudad. Poco tiempo después, Locke, un ladrón llega a la casa y recibe noticias de que la bruja del Magitek está en peligro y que en realidad ella estaba siendo controlada con la tecnología del Imperio y que Locke debe ayudarla a escapar. Él finalmente la alcanza y con la ayuda de Mog y otros Moogles, la mascota clásica de Final Fantasy, logran salvarla. Locke le promete que no la dejará sola y que la protegerá hasta que ella recupere la memoria.
Ambos escapan de Narshe y van hacia el desierto de Figaro donde el Rey Edgar les da refugio. Al poco tiempo llega Kefka, el bufón del emperador en busca de Terra y Edgar le explica que no tiene ni idea de quien habla. Kefka se va no muy convencido y a la mañana siguiente ataca a Figaro. Lamentablemente para Kefka, Figaro es un castillo con tecnología de vanguardia y éste tiene la capacidad de sumergirse en la arena del desierto como si fuese un submarino y así la gente de Figaro escapa mientras Edgar, Terra y Locke se dirigen hacia el cuartel de los Returners, un grupo de resistencia cuya meta es detener y derrotar al imperio con la idea de que Terra y su magia, un poder que al parecer nadie más puede usar, podría ser la llave para vencer al imperio. En el camino ambos pasan por la ciudad de South Figaro donde Edgar descubre que Duncan, un maestro en artes marciales ha sido asesinado por su hijo Vargas. Los tres se dirigen hacia las montañas para llegar al cuartel de los Returners cuando Vargas mismo los ataca sin embargo Sabin, el hermano gemelo de Edgar y el segundo alumno de Vargas jura defender a su hermano y vengar la muerte de Duncan. Tras derrotar a Vargas, los cuatro llegan finalmente al cuartel de la resistencia.
Una vez en el cuartel se enteran de que el imperio está marchando hacia South Figaro, y que Terra debe ir de vuelta a Narshe junto a Banon, el líder de la resistencia para poder aclarar las cosas y juntos poder luchar contra el imperio. Locke se queda atrás para espiar el imperio y darle tiempo a los demás tiempo de escapar. Una vez en South Figaro, en los subterraneos de la ciudad, Locke se encuentra con Celes Chere, una mujer que solía ser general del imperio sin embargo ahora es prisionera. Locke la libera y jura protegerla mientras ambos escapan del imperio. Por otro lado, Sabin quien se separó del Terra, Edgar y Banon, llega a un pueblo donde conoce Shadow quién decide ayudarlo temporalmente. Durante su viaje ambos llegan a una base del imperio que está asediando al reino Doma. Tras la caída del reino, Cyan, el único sobreviviente decide contraatacar para vengar a su esposa y a su hijo. Shadow y Sabin deciden ayudarlo y ambos logran ahuyentar a Kefka y escapar del campamento.
Finalmente todos se reúnen en Narshe donde deberán defender al Esper congelado contra el ejército que Kefka está liderando para que éste no caiga en sus manos y poder intentar aprender el secreto de la magia y luchar contra el imperio.
Después de la primera victoria contra Kefka para proteger a la ciudad de Narshe y mantener al Esper fuera de las manos del imperio, Terra hace contacto con él y su forma cambia completamente y ésta huye. Eso nos revela tras finalmente poder encontrarla, que Terra es en realidad el producto de una mujer humana que se perdió y encontró el reino de los Espers por accidente y se enamoró de uno de estos, llevando así a la concepción de una niña mitad Esper y mitad humana. Tras obtener este conocimiento los héroes deciden que Terra podría ser la solución para detener el poder de Gestahl, que quizá Terra podría usar su poder para abrir el portal de los Espers para así pedirles ayuda para destruir el imperio. Para viajar al continente del sur donde se encuentra el imperio, los protagonistas necesitaran una nave aérea pues el mar lo controla Gestahl. Para obtener uao, Celes se hace pasar por una cantante de ópera llevando a una de las escenas más memorables en la historia de los juegos, una escena tan famosa que incluso existen sinfonías y operas que la han recreado. Gracias a eso logran abordar el vehículo aéreo de Setzer y dirigirse hacia el continente del sur.
Lamentablemente al abrir el portal, los Espers salen de las grietas y destruyen todo lo que está a su paso, desde el grandes partes del imperio hasta ciudades y civiles. Eso lleva a que Gestahl declare una tregua para poder así generar paz entre la resistencia y el imperio, jurando detener completamente las hostilidades, encarcelar a Kefka por crimenes de guerra y junto a General Leo, poder encontrar a los Espers y demostrarles paz para que éstos cesen la destrucción.
Es así como nuestros héroes llegan a contactar a los Esper con la ayuda del General Leo y finalmente logran la paz. Lamentablemente en ese momento llega Kefka quien asesina a los Esper y también al General Leo para tomar así el poder de éstos. De ahí Kefka y el emperador Gestahl al haber seguido a los Espers, encuentran y levantan la isla flotante que contiene a los dioses y la diosa de la guerra, unas estatuas de deidades petrificadas que son en realidad el origen de todo poder mágico, incluyendo los Espers mismos. En la antigüedad, estos seres estaban en una guerra perpetua y crearon a los Espers como herramientas de guerra sin embargo terminaron su conflicto al hacer como formación un triángulo perfecto, un balance de poder donde entre los tres dan y reciben lo mismo, llevando a la petrificación de éstos y un balance de poder, algo que le dio el equilibrio al mundo y concedió la libertad de los Espers y la prosperidad de la humanidad. Al llegar a la cúspide de la isla flotante, los protagonistas luchan contra una arma de guerra conocida como Atma Weapon, una de las dos creaciones bélicas de antaño, un monstruo con poder incomparable para la destrucción. Por suerte, Terra, Celes y los demás cuentan con el poder que los Espers les han otorgado y logran vencer a esta criatura llegando con Kefka y Gestahl quienes se encuentran ante las tres estatuas de los dioses. Celes recibe la oferta de eliminar a sus amigos a cambio del perdón del Emperador para gobernar el mundo a su lado, sin embargo Celes decide usar el arma con la cual mataría a sus amigos para clavarsela a Kefka. Ésta herida resulta no ser fatal sin embargo hace que Kefka pierda más la razón y éste decide usar el poder de las estatuas para vengarse de Celes y los demás, e incluso asesina al Emperador cuando éste intenta detenerlo. De ahí Kefka mueve las estatuas fragmentando completamente el equilibrio del mundo. Éste es el momento en el cual el jugador finalmente cree haber llegado al clímax del juego, y también la resolución final, todo termina en caos, el mundo como lo conocemos termina siendo destruido y todos acaban cayendo de la isla flotante.
Pasan dos años y Celes despierta de un coma tras su caída, el antiguo científico del Emperador, Cid, ha estado cuidando de ella durante todo este tiempo, ambos se encuentran en una pequeña isla. Cid se pasó el tiempo también construyendo una balsa para intentar llegar al continente en busca de sociedad y vida sin embargo con el tiempo su salud se deterioró además de que se rehusaba a abandonar a Celes. Al despertar ésta, Celes decide cuidar de Cid quien está enfermo sin embargo Cid sucumbe a la enfermedad dejándola sola y sin esperanza en un mundo en ruinas y desolado llevándola a tirarse desde la cima de un risco para terminar así con su vida y reunirse con Locke y los demás que han muerto.
Poco tiempo después, celes despierta tras haber sobrevivido de su caída gracias a no haber recibido una herida grave, como si el destino aún tuviese planes para ella. Tras despertar ella encuentra una paloma con una bandana y se da cuenta de que ésta le pertenecía a Locke y recupera así la esperanza. Adentro de la casa donde falleció Cid, Celes encuentra una nota de despedida del difunto científico que le marca donde encontrar la balsa. Es así como Celes llega al continente. De ahí logra encontrarse con Sabin quien intenta salvar gente de una casa que está por colapsar debido al poder de Kefka quien usa la magia para destruir los remanentes de la sociedad a su gusto. Sabin y Celes siguen rumores de problemas en el castillo de Figaro y se encuentran con Edgar a quien ayudan a rescatar al castillo de las profundidades de una cueva pues éste se había sumergido. Estando juntos los tres, éstos buscan a Setzer para pedirle que los ayude a buscar a los demás, pues el mundo los necesita. Setzer acepta y los guia hacia la tumba de Darill, una amiga en busca del Falcon, la ultima nave capaz de volar que crearon para poder ir en busca de sus amigos perdidos e ir a la torre de Kefka para vengar a la humanidad y hacerlo pagar. A lo largo de este viaje podemos por fin conocer la historia de Locke y su amor Rachel y el porque estaba tan dispuesto a proteger a Terra y a Celes; también encontramos a Terra quien por fin ha encontrado amor en proteger a aquellos que la necesitan y decide luchar para crear un futuro en el mundo mientras derrotan a criaturas de antaño que se han liberado durante la fragmentación del mundo y vencer a Kefka.
Finalmente tras encontrar a todos los protagonistas, (o yendo con tan solo cuatro o cinco de ellos si el jugador así lo prefiere), éstos usan la nave para aterrizar cerca de la cima de la torre de Kefka, un edificio creado de escombros y fragmentos del antiguo imperio y del mundo, un edificio sin sentido, sin entradas, una simple construcción que representa el caos y la locura del nuevo dios del mundo. En la cima de la torre todos se encuentran con Kefka quien está intoxicado con el poder y disfruta de usarlo para destruir cosas, como un niño que se divierte usando sal para quemar caracoles.
Es aquí donde nos encontramos con la batalla más increíble de un Final Fantasy, tanto por el simbolismo que encontramos en el jefe final como de la divina comedia de Dante y cristianismo como por la música así como el pináculo de la historia. La batalla contra Kefka consta de varias etapas. En la primera etapa nos enfrentamos a un ser colosal, un ser que está saliendo de un lago congelado, algo que podríamos comparar con Satanás en el lago de hielo, algo que encontramos en el infierno de Dante. Aquí la música es rápida y frenética, y básicamente la música que escuchamos en el clímax que lleva a la destrucción del mundo.
«Es aquí donde nos encontramos con la batalla más increíble de un Final Fantasy…»
Después de derrotar a este ser, los jugadores suben por que resulta ser una torre metálica que une a seres orgánicos creando un ser o una arma biológica. En la segunda etapa nos encontramos a varios enemigos que hemos encontrado a lo largo del juego, enemigos como Atma Weapon que fue destruido en la isla flotante, a Vargas quien mató a su maestro Duncan antes de ser derrotado por Sabin, e incluso a una de la trinidad divina, a la diosa de la guerra; todos éstos atrapados formando una abominación entre el cielo y el infiero, es decir, en el purgatorio. Aquí la música representa el poder y el pasaje de Kefka. De como pasó de ser el villano menos amenazante, un simple bufón quien no tenía nada comparable al lado de enemigos como Vargas, Ultros, Atma Weapon y muchos más, como alguien que no era una amenaza real terminó destruyendo el mundo y volviéndose dios con todo el poder de aquellos que fracasaron ahora viviendo para servirle.
Finalmente llegamos a la cima de la torre, al paraíso o al cielo, donde tal y como vemos en la divina comedia, se encuentra Jesús sentado con María a su lado. Ésta parte también representa claramente a Pieta de Miguel Ángel. Aquí la música es mucho más tranquila, más divina, más religiosa, sin embargo ésta cima de la torre no representa en si divinidad ni serenidad pues Kefka tomando el lugar de Jesús representa la locura y la corrupción de lo divino y su estado mental. Durante esta batalla si el jugador destruye a Kefka, a Jesús, el llanto de María lo revive para que éste pueda seguir peleando llevando al jugador a tener que terminar primero con ella.
Por último, tras destruir a María y a Jesús, a Kefka quien realmente toma el lugar de Jesús, podemos sentir como nos elevamos más allá de los cielos, a lo alto de las nubes, donde finalmente nos encontramos a Kefka, al dios Kefka, de nuevo representando el cristianismo donde Dios es tanto el padre como el hijo, y ahora, a lo alto de los cielos debemos finalmente destruir a Kefka en su forma más pura. Aquí la música pierde por completo la tendencia que llevaba, pues pasa a ser de algo que seguía cierto ritmo a pesar del caos, a una melodía que tan solo podría describir como una representación auditiva del estado mental caótico de este ser. Ésta melodía está creada de una mezcla de temas como el mismo leitmotif de Kefka, así como el sonido de sus risas, y otras melodías y ritmos frenéticos que incluso hace parecer que nada tiene ritmo sin embargo representa el conflicto y estado de éste dios a la perfección. Por si fuera poco, al entrar al cielo, se nos presenta la misma melodía de órgano que podemos escuchar al iniciar el juego, llevándonos así a completar el ciclo, de inicio al fin, el órgano que nos presenta el comienzo del juego y la resolución, o quizá como vemos en el cristianismo, el ciclo de la muerta y la resurrección.
Tras la batalla Kefka no intenta dar un discurso, no cuenta sobre su vida, sus metas, ni sus deseos, pues todo ésto lo vemos literalmente a lo largo de la batalla, un discurso dado de forma visual durante el combate. El titán que representaba el poder que éste deseaba, la abominación de villanos que nos enseñaba como deseaba ser como todos ellos así que decide usarlos para ser lo que antes no podía, hasta la cima de la torre donde vemos a María llorar por su muerte, al Kefka el hijo de dios seguido por Kefka, dios mismo quien ya no tiene nada y ahora tan solo le queda intentar luchar por su vida y regresa a lo que siempre fue, fiel a si mismo, la personificación de locura y caos.
Finalmente tras la destrucción de Kefka, el mundo en ruinas por fin tiene algo de paz aun que ahora ha comenzado una era donde la vida es una lucha por la supervivencia, donde la comodidad y la seguridad es del pasado pero con un ligero rayo de esperanza para poder comenzar con la reconstrucción de una nueva sociedad. Quizá el mundo nunca vuelva a ser como antes, pero la gente puede adaptarse al cambio, así como Terra aceptó ser mitad Esper.
Ésto es tan solo algunas de las razones por las cuales considero a Final Fantasy VI como el rey de los Final Fantasy, una obra maestra en narrativa, música y el verdadero padre de los JRPG modernos y el título que marcó mi camino y amor por ese gran género.
Este escrito representa únicamente la opinión de su autor y no necesariamente la del equipo de Versus.
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