Soy de aquellos auto-llamados fanáticos de los videojuegos desde que tengo uso de razón; empecé a sumergirme en esta industria desde que tuve mi primer consola, un Nintendo 64 a finales de los ’90. Pero tal vez te preguntarás ¿por qué cuento esta historia? Porque es justamente de lo que quiero hablarte hoy, las historias.
En aquellas épocas cuando la industria retomó su camino después de fracasos como el mítico juego de E.T., los desarrolladores empezaron a darle prioridad e innovación a un aspecto diferente en los videojuegos: contarte una historia. Desde esa particular generación los juegos ya no se trataban solamente de disparar, conquistar y acabarlos porque si, ahora teníamos que rescatar a una princesa, viajar en el tiempo, hacer amigos y conocer otros aspectos a los que hasta entonces éramos ajenos.
Las posibilidades tecnológicas que nos brindaron en aquel entonces el PlayStation One y el N64 abrieron puertas a que las editoras pudieran contarnos historias más elaboradas a través de un juego, algo que podríamos clasificar como una historia interactiva, pues tú jugabas un papel importante en ella.
Después de (al fin) dedicarle un buen tiempo a terminar The Last of Us Remastered y de iniciar una nueva aventura en mundo pixeleado y colorido de Fez, confirmé nuevamente el porque amo esta industria: por la capacidad de sumergirnos en mundos virtuales, enseñarnos a ser mejores personas y a aprender a valorar las pequeñas cosas que este viaje llamado vida nos comparte día a día.
Confirmé nuevamente el porque amo esta industria, por la capacidad de sumergirnos en mundos virtuales
Soy de aquellas personas que compra un juego solamente por el arte que aparece en su portada, y afortunadamente hasta el día de hoy esa mecánica ha funcionado siempre, pues esos títulos que he adquirido por tan solo mirarlos sin siquiera saber su trasfondo han valido la pena cada centavo.
Por poner un ejemplo puedo hablarles de Lost in Shadows, un juego que salió para la Wii hace ya unos cuantos años y que últimamente ha sido catalogado como un juego de culto, no solamente por la dificultad de encontrarlo en tiendas, sino por la calidad de juego que ofrece. Y no, no es un juego donde tengas que matar extraterrestres, mucho menos salir a la calle y subir prostitutas a tu vehículo para luego matarlas, este juego te cuenta la historia de un niño que pierde su sombra y su lucha por encontrarse asimismo en un mundo lleno de peligros tan convencionales que resultan un reto para poder seguir avanzando.
¿Qué hace bueno a este juego? Que a lo largo de él vas conociendo el por que has sido abducido, (si es que podemos usar ese término), vas conociendo historias de otras ‘sombras’ que también sufrieron el mismo destino que tú, pero que no pudieron llegar a la luz al final del camino; historias tan intrínsecas que a la par con una excelente banda sonora te sumergen cada vez más en un juego que ni siquiera tiene los gráficos HD que ‘el consumidor promedio’ demanda hoy en día.
Pero hablar de juegos de la Wii no es el motivo principal de este artículo, tan poco quiero sonar Nintendo fan, aunque he de admitir que el 90% de mi vida en los videojuegos se la debo a la gran N; también he podido probar títulos tan interesantes como mencioné líneas arriba: The Last of Us Remastered, un título que he de admitir subestime, pero que al final del día amé, y ni me voy por el ‘todo el mundo lo ama, es un juego que recibió mil premios’ sino que amé por una sola cosa: su historia.
El como Naughty Dog nos hace apreciar cosas tan simples como ver un par de jirafas convivir en un mundo apocalíptico, el saber que hay cosas más importantes para Ellie -como salvar a la humanidad- que el simple hecho de ver a esos animales es algo que te enseña a apreciar esas pequeñas cosas de la vida. The Last of Us Remastered no es otro juego apocalíptico, es un título que te sumerge en una historia tan conmovedora con los protagonistas, que te invita a escuchar cada nueva anécdota que Ellie tiene para contarte, que te invita a prestarle atención a cada pequeño detalle y que a la par con una excelente banda sonora, puede llevarte sentirte tan satisfecho de acabarlo, tanto como estuvieras terminando de leer tu libro favorito.
The Last of Us te muestra el lado humano de personas quebrantadas en un mundo totalmente roto.
Citando a algunos de los desarrolladores que aparecen en el documental Video games: the movie podría concluir que un buen juego hoy en día no es necesariamente aquel en el que se invierten $500,000 mil dólares (cof cof, Destiny,) sino es aquel que puede llevarte a imaginar mundos e historias alternas, que te pueden enseñar una lección de vida, que te pueden motivar a jugarlo una vez mas solo para encontrar aquel pequeño detalle que te saltaste y ¿por qué no? Descubrir nuevas historias con finales tal vez menos felices, pero más satisfactorios para ti como persona.
Personalmente creo que hemos llegado a una época en la cual los videojuegos han tomado tanta importancia en la cultura como los libros, pues en ambos puedes conocer, imaginar y concebir nuevas historias, a través de medios totalmente diferentes. Es verdad, los libros te invitan a imaginar, pero los videojuegos te invitan a descubrir cosas y hechos más allá de lo que el creador del mismo pudo concebir.
También es cierto que estamos en una época en la cual los consumidores exigimos mejores gráficas, pero también es cierto que gracias a esas mejores gráficas los desarrolladores pueden brindarnos nuevos mundos, nuevas experiencias y nuevas historias. Si hoy en día con consolas tan poderosas como el Xbox One, la Wii U y el PS4 podemos conocer historias tan geniales, ¿puedes imaginar como será descubrir el mundo de Zelda, BioShock, Mass Effect o incluso Portal a través de una historia contada con la magnificencia de la realidad virtual?
Podría citar muchos otros juegos que son catalogados como obras maestras por el modo en que te cuentan una historia, como Shadows of the Colossus, Thomas was Alone y uno más reciente para dispositivos móviles como es Monument Valley o Badland, pero creo que lo más importante es que tú mismo descubras esas joyas que te contarán la historia que tú quieres escuchar.
Este escrito representa únicamente la opinión de su autor y no necesariamente la del equipo de Versus Media.
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