Como ya es tema desde los últimos años, cada que ocurre un hecho violento en el mundo, los primeros en salir «culpables» son los videojuegos, como sucedió recientemente en México.
Ahora, la American Psychological Association (Asociación Americana de Psicología, más conocida como APA) ha reafirmado recientemente su postura de que no existe un vínculo causal entre los videojuegos violentos y el comportamiento de aquellos que están expuestos a ellos.
Si bien su resolución actualizada sobre el asunto admite que existe un ligero vínculo entre los videojuegos y los «resultados agresivos» como empujar y alzar la voz, afirma que el documento actualizado «no debe ser malinterpretado o mal utilizado atribuyendo violencia, como tiroteos masivos, a uso violento de videojuegos».
Los tiroteos masivos en los Estados Unidos a menudo se atribuyen a los videojuegos violentos, una señal de cuán masiva se ha vuelto la industria más que cualquier otra cosa, pero la presidenta de la APA, Sandra Shullman, afirma que los responsables políticos deberían considerar otras razones para estos trágicos eventos:
«La violencia es un problema social complejo que probablemente se deriva de muchos factores que merecen la atención de los investigadores, los encargados de formular políticas y el público. Atribuir violencia a los videojuegos no es científicamente sólido y desvía la atención de otros factores, como el historial de violencia, que sabemos por la investigación es un importante predictor de violencia futura.»
Pero, a pesar de estas afirmaciones de gente experta en el comportamiento humano, basta esperar a que ocurra otra desgracia relacionada con la posesión de armas, para que los políticos nos recuerden que el problema realmente, son los videojuegos.
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