Aztech Forgotten Gods

Hace cuatro años tuve la oportunidad no solo de asistir al evento de lanzamiento de Mulaka, uno de los primeros juegos mexicanos que estaban siendo lanzados en diversas plataformas, sino que también lo reseñé ya que me llamó muchísimo la atención como estaba enfocado a una de las culturas de nuestro gran país.

Con esa premisa, debo admitir que también me emocionó en cierta forma el anuncio de Aztech Forgotten Gods pues otra vez estaban planteándose contar una historia basada en las culturas mexicanas, solo que ahora, con un what if de la realidad, una versión alternativa, en la cual los aztecas pudieron vencer a sus invasores, aunque los libros de historia hoy quieran llamarle «encuentro de dos mundos».

Después de tener una experiencia con Mulaka y lo que los chicos de Lienzo eran capaces de ofrecer hace cuatro años, ¿cómo es la experiencia de Aztech Forgotten Gods? ¿ha aprendido el equipo de sus errores? ¿hace honor a la gran cultura azteca?

Historia

La historia de Aztech Forgotten Gods nos cuenta una versión donde Europa nunca invadió Mesoamérica, es decir, los españoles nunca asesinaron a nuestros antepasados y por ende en esa versión alternativa, hoy no seríamos mestizos, la capital del Imperio Azteca, Tenochtitlan, habría prosperado como una metrópolis tecnológicamente avanzada y arraigada a las costumbres de los indígenas.

En esa misma realidad los dioses, como hoy en día, han sido olvidados, Quetzalcóatl o Kukulcán como se le conoce en Yucatán, solamente sería un recuerdo del pasado, sin embargo, debido a que la arqueóloga Nantsin y su grupo de trabajo encontraron un artefacto antiguo que parece poder solventar los problemas actuales, los dioses parecen estar de vuelta.

Achtli se une a su madre debido a que repentinamente cancelan su proyecto de investigación, juntas rompen las reglas y obtienen el poder antiguo de la cual ahora es portadora Achtli, y no solamente tiene que ser responsable por ese poder, sino que ahora tendrá que salvar a Tenochtitlan de lo que ahora sí, podría ser su fin.

La historia del juego está bien como idea alternativa, a diferencia de Mulaka, no busca ser una lección de historia, sino más bien de contar una versión diferente de cómo hubieran sido las cosas hoy en día. Es entretenida, pero tampoco innovadora, más allá de lo visual y de las ideas cyberpunk que propone para ponerle acción y estilo al juego.

Presentación

Mulaka era un juego, que si bien tenía sus detalles técnicos, contaba con un estilo visual muy bonito y que creo la acentuaba perfecto al argumento que tenía para contarnos, por otra parte, creo que Aztech Forgotten Gods si bien representa un cierto grado de evolución, pudo ser mejor.

Estamos ahora ante un estilo 3D mucho más elaborado que lo que vimos en el primer juego de la empresa, es decir, ahora vemos interiores con más detalles, texturas tanto en el piso como en los materiales de las paredes por ejemplo e incluso bastantes fuentes de iluminación algo que en Mulaka no existía como tal pues casi siempre estabas en exteriores.

Los diseños de los personajes son más humanos y más detallados hasta cierto punto pues a la par que tiene tienen una forma más natural también combina elementos cyberpunk al incluir por ejemplo prótesis mecánicas que en el caso de nuestra protagonista utiliza como brazo. De igual forma podemos ver los diseños de las ropas e incluso los grandes piercings que portaban nuestros antepasados, es decir, más allá de los dioses, la idea que propone Lienzo es que la gente nunca olvidó sus raíces.

Sumado a lo anterior, todo el diseño de edificios y niveles muestra siempre la idea de la cultura, vemos pirámides, círculos que asemejan al juego de pelota o arcos falsos, entre muchos otros. La arquitectura planteada en este juego creo que deja claro una idea que de haber sido realidad, sería una maravilla. Esto sigue la tendencia de presentarnos una historia futurista en la cual los aztecas abrazaron la tecnología y la potenciaron pues incluso podemos ver hologramas, autos y hasta plataformas voladoras, todo sin dejar de lado la cultura pues el material primordial continúa siendo la piedra.

La música no fue de mi particular agrado, está enfocada más al género metal y si bien acentúa muy bien la acción que propone el juego, la verdad hubiera preferido más una mezcla de lo antiguo con lo moderno, tal vez el presupuesto fue un problema, o simplemente la idea nunca llegó o no se pudo materializar. En cuanto a voces, no tenemos, solo las típicas gesticulaciones que hacen los personajes conforme hablan.

El diseño de enemigos está bien realizado, se nota una evolución respecto al primer juego del estudio, no solo en el hecho de que sean más imponentes, sino que también tiene mayor grado de complejidad y detalle. Por otra parte el diseño de los enemigos comunes es un poco lamentable aunque realmente pasan casi desapercibidos.

Si bien Aztech Forgotten Gods representa una evolución respecto a Mulaka sufre los mismos problemas técnicos que este último: bugs extraños como aquellos donde la protagonista atraviesa por completo un edificio mientras vuela, los personajes en medio de una cinemática parecen tener un ataque epiléptico pues empiezan a brincar sin razón alguna, las texturas de baja calidad en algunas ocasiones, y, entre muchos otros detalles, las animaciones tan poco naturales de los personajes y ver cómo el cabello pasa de la espalda al pecho atravesando por en medio a dicho personaje.

Jugabilidad

Estamos ante un juego de acción que en términos generales nos llevará a enfrentarnos a diversos dioses, como su nombre dice, aquellos olvidados de la cultura azteca y que fueron traídos de vuelta debido al artefacto que Nantsin y Achtli descubrieron y tomaron en su poder.

Nuestra arma principal, el lightkeeper, es la que colocará nuestra protagonista en su brazo y le brindará no solo muchísima más fuerza sino que también le permitirá volar y moverse más rápido tanto vertical como horizontalmente. Esta arma a su vez, conforme progreses, podrás mejorarla para obtener nuevas habilidades a través de un esquema en árbol, el cual deberás invertirle puntos para poder progresar en el mismo.

Tenemos como dije un gran diseño de jefes que no solo destacan por su apariencia física y su tamaño sino que además presentan unas mecánicas de juego diferentes entre sí, es decir, tendrás que fijarte no solo en el patrón correcto de sus acciones para atacar, sino en tener un buen timing para responder, algo que se ve afectado por un mal rendimiento del juego pues las caídas en los cuadros por segundo son algo constantes y le quitan esa experiencia fluida que esperarías de un juego donde la acción es el tema principal. De igual forma contamos con enemigos comunes que deberemos vencer pero que no significan un reto y parecen ser más un relleno.

Además de las misiones principales para progresar en la campaña que muchas de ellas son un ir y venir con los diversos NPCs, contamos con otras actividades como son carreras y batallas por tiempo limitado, por si quieres exprimir aun más el juego.

Personalmente me desagradó mucho la idea de que nuestra protagonista parece flotar cuando salta, es como si la gravedad de la luna hubiera llegado a la Tierra futurista donde Tenochtitlan nunca cayó, y es que si bien puedes sacarle provecho en las mecánicas de plataforma, creo que en el combate arruina totalmente la experiencia pues cuando quieres saltar para evitar un ataque enemigo, tardarás como 4 años en hacerlo debido a ese flote que parece tener.

Lo anterior también afecta a los movimientos normales de los personajes en general que parecen ir demasiado lentos y cuyas gesticulaciones a veces son muy creepy y muy poco naturales lo que hace verlo menos realista cuando en teoría, ahora sí, los diseños de los personajes son más humanos.

Si bien las mecánicas de juego nos permiten explorar más habilidades, la verdad es que las batallas con los jefes se vuelven menos exigentes una vez que tienes el timing y has descifrado el patrón, lo cual provoca que el grado de reto se pierda e incluso se vuelva monótono.

Conclusión

Aztech Forgotten Gods hace su lucha por ofrecernos una historia alternativa de la cultura azteca y creo que lo logra muy bien al combinar el pasado con el futuro al menos en términos estéticos. Sin embargo, a nivel jugable, parece no haber una evolución real si lo comparamos directamente con Mulaka, que creo incluso tenía mecánicas de juego un poco más disfrutables.

Agradecemos a Lienzo las facilidades para realizar esta reseña.