Clid The Snail

En el mundo de los videojuegos es muy fácil que nuestro protagonista sea un ser humano, sin embargo, también es posible ser algo totalmente impensado, y eso es lo que pasa en Clid The Snail.

En este título damos vida a un caracol, un animal que es famoso por ser extremadamente lento y es por eso que cuando lo imaginas como un personaje capaz de portar armas y eliminar a enemigos que fácilmente le doblan su tamaño entonces las cosas se salen de control.

¿Listo para la carrera más lenta de tu vida?

Historia

El juego nos lleva a un mundo donde la humanidad solamente es un recuerdo y en este todos sus rastros son parte del día a día de los habitantes minúsculos, vemos cajas, discos, y mucha, mucha basura. Este es el lugar en el cual vive Clid, un caracol problemático y excéntrico que acaba de ser exiliado de su ciudadela.

Debido a lo anterior, ahora Clid vaga en busca de qué hacer con su vida pues prácticamente no puede regresar al lugar donde creció. En su camino se encuentra con una rata gigante y alocada que con un arma excéntrica ha destruido prácticamente toda una zona habitada por lo cual Clid decide luchar y acabar con él. Esto es lo que haces en la primera hora del juego, solo para después conocer al resto de la pandilla de marginados que ahora serán tu familia.

La historia del juego nos llevará a conocer los peligros que acechan al mundo que habita Clid y compañía, porque están ahí y obviamente acabar con ellos. Los diálogos son meramente escritos ya que como tal no hay un trabajo de voces pues estamos ante diversos animales que solo emiten sonidos extraños para hacerlos pasar como voz. Por lo anterior, la historia no es más que una excusa para entrar de lleno a la acción.

Presentación

Clid The Snail presenta una cámara isométrica que nos permite ver casi desde arriba todo lo que sucede en el mapa. Como mencioné previamente exploramos un mundo donde las cosas que usamos día a día, y que también tiramos a la basura, son aquellas que verás en los escenarios que explora Clid como son montañas o desiertos, sin embargo, el problema no es la cámara, sino el filtro que utilizaron para hacer que todo se vea más lúgubre le quita todo el esfuerzo dedicado al nivel de detalle pues este termina perdiéndose.

El diseño de niveles está bien pero al poco tiempo termina siendo repetitivo. No hay una forma de acceder al mapa o al menos yo nunca lo encontré, por lo cual tendrás que explorar para encontrar el lugar ideal para continuar tu aventura, aclaro, no es como que el mapa sea muy grande, sin embargo, puede llegar a fastidiar pasar una y otra vez por el mismo lugar. Todos los escenarios tienen una misma línea de diseño de niveles y se diferencian específicamente por el tipo de lugar que visitas: una montaña o desierto, por citar algunos.

En cuestión de personajes es de destacar para ser sincero, Clid es un caracol que se mueve lento pero no tan lento como para avanzar a un centímetro cada hora. Obviamente no está sobre sus patas sino anda como si fuera un humano utilizando sus brazos para portar y disparar las diferentes armas que obtienes a lo largo del juego. Otros personajes que complementan a los marginados son un camaleón, una rana, tortuga y murciélago, cada uno con un diseño destacado pero que tampoco cuenta con trabajo de voces.

Tenemos enemigos comunes que son sumamente genéricos pues independientemente del escenario que estés siempre serán los mismos, algunos con espadas, otros con bombas molotov y hasta magos. También tenemos mid bosses o final bosses y éstos son los que más destacan, en especial éstos últimos pues son los que representan un grado de dificultad mucho mayor.

La música es principalmente electrónica pero la verdad es que es demasiado monótona al poco tiempo y no aporta algo sustancial a las escenas importantes, por ejemplo a la pelea con jefes.

El problema más grande de Clid The Snail es el filtro que mencioné anteriormente y es que estamos ante un juego con mucho detalle y con mucho color en cierta forma, sin embargo, ese filtro hace que todo pareciera borroso, antiguo y feo, algo que le resulta totalmente contraproducente al juego como un todo.

Jugabilidad

Estamos ante un juego tipo twin stick es decir utilizarás el gatillo izquierdo para moverte y el derecho para apuntar, sin embargo, a diferencia de los juegos típicos del género en esta ocasión tenemos un título que omite el bullet hell cambiando la mecánica a ser disparos más lentos y por ende con tendencia a que seas mucho más preciso en lo que haces, es decir, no puedes ir disparando a lo loco esperando que así mates a los enemigos puesto que incluso hay algunos como los que lanzan bombas molotov que a veces ni siquiera aparecen en el rango que cubre la cámara y tendrás que acercarte para lograr verlos y matarlos.

Iniciamos con un arma tipo láser que dispara normal o puede hacer un disparo recargado, conforme avances podrás obtener otras armas como un lanzallamas, granadas o hasta un arma que lanza unos discos y después de un tiempo esos mismos discos pueden regresar a tu arma, como si de un bumerán se tratara. Las armas se compran con moneda que ganas dentro del juego y sus balas no son ilimitadas, sin embargo, encontrar munición nunca fue un problema para mi, solo se trata de buscar entre cajas o jarrones. Un problema que encontré en el apartado de las armas es que es poco probable que uses todas realmente pues la mecánica de juego es tan repetitiva que la misma estrategia del inicio te puede funcionar para el final del juego prácticamente.

Otro apartado de mejora para Clid son sus caparazones que también adquieres con el resto de tu banda a cambio de ítems que obtienes en el juego. Los caparazones tienen habilidades especiales para activar como crear pedazos de hielo que sirven como escudo o una lluvia de misiles, por citar unos ejemplos. La vida de nuestro protagonista aumenta de igual forma con objetos que encuentras en el juego y puedes aumentar el número de pociones a cargar comprando mejoras con los NPC.

Los niveles como mencioné anteriormente se parecen en cierta forma lo que significa que los patrones de los enemigos se repiten: ya sabes que están ocultos, que pueden arrojarte bombas desde puntos ciegos para ti o que simplemente debes recargar el láser para matarlos de un disparo. La inteligencia artificial sí es retadora, de hecho es muy probable que mueras en diversas ocasiones y es aquí donde puede volverse tedioso ya que los puntos de guardado están ligeramente lejanos por lo cual si mueres tendrás que repetir una gran parte de la sección para volver al lugar donde moriste.

No solo se trata de matar, también tenemos algunos acertijos como activar cristales, sin embargo, de igual forma termina siendo relativamente repetitivo en poco tiempo. Contamos también con secciones de plataformas que combinan el cruzar de una a otra mientras activas cristales lo cual pondrá a prueba tu habilidad y rapidez, y si fallas, entonces regresas al checkpoint anterior para volver a intentarlo.

Las peleas con los jefes son lo más intenso del juego y sin duda lo más divertido, pero, también hay cosas que se repiten como el simple hecho de limpiar una zona que se traduce en pelear con una oleada de enemigos hasta acabar con todos.

Conclusión

Clid The Snail es un buen juego, con muy buenas ideas, pero con errores que lo hacen monótono en poco tiempo. Se nota que le faltó pulir algunas mecánicas de plataformas o en el apartado de los disparos y sin lugar a dudas el filtro que se sobrepone a todo el ambiente hace que el juego luzca feo cuando a leguas se ve que a nivel visual tiene mucho potencial que se vio opacado por dicho filtro.

Agradecemos a Prime Matter las facilidades para realizar esta reseña.