Final Fantasy VI Pixel Remaster
«No es el resultado de nuestra vida lo que importa. Son las preocupaciones diarias, las victorias personales y la celebración de la vida misma… y del amor. Es suficiente si la gente puede vivir la alegría que cada día puede traer.» Estas son palabras que marcan una parte muy importante de mi infancia, una parte que me demostró que un juego podía ser algo más que un simple medio de entretenimiento, y es la razón por la cual me apasiona tanto una buena historia.
Hasta la fecha no existe ningún juego que me genera tantas emociones como Final Fantasy VI (siendo Nier Automata la única excepción por razones muy diferentes), desde nostalgia, esperanza, melancolía y pasión. Final Fantasy VI conocido como Final Fantasy 3 en el Oeste en la era del SNES es en mi opinión el mejor Final Fantasy y discutiblemente el mejor JRPG que jamás haya existido, con Xenogears y Xenosaga III siendo su posible competencia. Es por esa misma razón que desde el anuncio que Square Enix hizo sobre los Pixel Remaster que incluiría a FFVI al igual que todos los demás juegos, no pude evitar sentir emoción y adrenalina. Finalmente, tras esperar meses y jugar brevemente los otros 5 remasters, ha llegado la verdadera razón por la cual decidí comprarlos a todos, solo para apoyar el relanzamiento de este título.
Podría escribir un ensayo sobre por que me gusta éste juego, sin embargo, ésto dejaría de ser una reseña así que pasaré a lo que es importante. Si Final Fantasy VI es el mejor Final Fantasy, y Pixel Remaster promete ser la versión definitiva entonces ¿cómo se compara con la versión de SNES? ¿Cómo se compara con la versión de Android que salió posteriormente en Steam? ¿Cómo envejeció un juego que salió hace 28 años?
Historia
«En ese día el mundo cambió para siempre.» Una línea que aun me eriza la piel al pensar en el contexto y recordar la primera vez que la vi. La historia sigue a un mundo en conflicto donde el Imperio intenta apoderarse del mundo con el uso de magia, algo que alguna vez dejó al mundo en ruinas, un poder capaz de abrumar a cualquier arma convencional. Un grupo de rebeldes deciden luchar contra el imperio y proteger al mundo.
La historia, o más bien la premisa de la historia, es bastante simple y bastante genérica como lo que encontraríamos en esa época de los JRPG y aún ahora casi 30 años después. Final Fantasy VI ofrece muchísimo más que eso pues eso es tan solo el prólogo a una historia, o más bien, historias que toman lugar en este mundo.
La historia no tiene protagonista principal pues sigue a Terra, una joven que ha sido esclavizada desde que era una bebé por el imperio y utilizada como arma mágica quien finalmente obtiene su libertad y no sabe que hacer más que intentar huir del imperio. También sigue a Celes, una general del imperio que los traiciona y decide ayudar a los rebeldes. Al Rey Edgar quien lucha por proteger a su gente. A Locke quien quiere proteger a Celes y a Terra y a todos aquellos que sufren por el imperio como redención a su pasado. Y así como ellos hay muchos personajes, y si bien, uno podría decir que todo JRPG cuenta con múltiples personajes con sus propias motivaciones, ninguno los maneja de tal manera que la mayoría parece ser el personaje principal.
La falta de personaje principal no es lo único que hace diferente a Final Fantasy VI, pues éste es el primer Final Fantasy y de los únicos juegos en general donde nuestros protagonistas fracasan. Su pasión, su fuerza y su voluntad para luchar juntos contra el imperio y proteger al mundo no es suficiente para un mundo caótico y sin escrúpulos. La resistencia los lleva a conocer a muchos aliados y amigos, quienes a pesar de tener sus propias metas y sueños deciden poner su fe en la amistad y esperanza. Descubren el origen de la magia que usa el imperio, el origen de Terra, el pasado de Celes y muchos otros aliados. Finalmente parece que la paz está por llegar cuando todo se viene abajo. Sus planes fallan y el mundo termina en ruinas. Un momento que parecía ser el pináculo del juego, y que parecía llevar al gran desenlace de una historia muy sólida resultó ser tan solo la primera mitad del juego, la mitad que podríamos decir que se enfoca más en Terra que en otros personajes, el mundo del equilibrio y su caída.
A partir de ahí comienza la historia del mundo de ruinas, una historia que sigue a Celes de una manera mucho más personal y melancólica, despertando años después y descubrir que el mundo decadente está muriendo, la sociedad está en ruinas, los asentamientos son ceniza y sus amigos que cayeron en la batalla final ya no están. Ésto nos lleva a uno de los momentos más fuertes que jamás han existido en un juego de SNES, momentos donde vemos a un protagonista perder toda esperanza y finalmente sucumbir a la desesperación llevándola a intentar suicidarse. Finalmente Celes recupera la esperanza al sobrevivir, pues encuentra evidencia de que Locke aun podría estar con vida.
Así comienza la segunda mitad de la historia que lleva al jugador a reunir de nuevo a todos aquellos que sobrevivieron al cataclismo, de llevarle la batalla al que causó tanta muerte y tras fracasar en defender al mundo, finalmente vengarlo.
La historia de Final Fantasy VI es algo que hasta la fecha no se ha vuelto a ver en el mundo de videojuegos, algo que en esencia sigue siendo único tal y como Xenogears con el uso de la filosofía, teología, religión y psicología, o Chrono Trigger con el uso de las líneas de tiempo; FFVI es una verdadera joya no solo dentro de los JRPG, ni siquiera dentro de todos los juegos, sino en toda obra de ficción.
Presentación
Final Fantasy VI maneja un estilo muy similar al que manejaba la versión original del SNES, sin embargo ahora cuenta con una resolución mucho más alta y una densidad de pixeles muy superior. Además de eso, la visión original de los sprites se refleja muy bien en el nuevo diseño haciendo que prácticamente se vean idénticos a la versión original, algo que fue muy criticado en el primer remaster de Android. También hizo un mejor uso de los colores, pues la infame versión de Android contaba con sprites demasiado vívidos y coloridos que chocaban con el mundo pálido y sin saturación. Todos los sprites se ven increíblemente nítidos y si bien, es notablemente diferente a la experiencia original, aún conserva el espíritu original creando la ilusión de que se ve igual pero mucho mejor. Quiero agregar que para aquellos que necesitan la experiencia original, el jugador puede habilitar un filtro que no solo agrega las famosas (o infames) scanlines, sino que también crea ese «embarre» de colores que podíamos ver al jugar en una CRT.
Por contraste, el cambio es menos notable en los mapas del mundo, es decir, mapas como ciudades, casas, y calabozos. Sin duda se nota que han sido mejorados y se puede apreciar la densidad más alta de pixeles así como el hecho de que cuentan con más detalles, por lo cual aclararé que aún se ve muy bien así el cambio sea menos drástico que el visto en los sprites. Personalmente, a pesar de haber jugado este título muchísimas veces sentí la necesidad por querer entrar y visitar todo lugar solo para poder apreciar los cambios y el nuevo arte, algo que le dio vida nueva al título.
El mundo exterior o el overworld como se conoce en inglés se ve muy similar al original, aunque cuenta con efectos más modernos que me parecen muy interesantes. El agua tiene reflejos muy sutiles pero que se ven muy bien animados, aunque creo que ésta es la parte visual menos fuerte de la entrega, aún es una mejora de la versión original; algo que es bastante más notable a la hora de transicionar al famoso Modo 7 del SNES para volar o montar un Chocobo creando la simulación de ser un juego en 3D.
Final Fantasy VI recibió nuevos efectos especiales en su primer port al Playstation, y en mi opinión se veían bastante bien. Éstos cambiaron un poco para la versión de Android y Steam, y si bien, no eran necesariamente mejor o peor, también eran buenos. A pesar de eso, éstos no tienen absolutamente nada que hacer al lado de los nuevos efectos que encontramos en Pixel Remaster. Cada poder, desde un simple hechizo de fuego o hielo, o uno curativo, o un rayo Magitech se ven infinitamente mejor. Cada poder está animado a lo que parece ser 60 cuadros por segundo dándole un toque mágico y épico a las animaciones y a los combates. Ahora quiero conseguir absolutamente todas las magias y summons solo para hacer uso de sus poderes y poder apreciarlos y admirar las nuevas animaciones.
La música es un poco más polémico, y quiero aclarar que no es por falta de calidad pues considero que los nuevos remix son bellísimos y con una calidad excepcional. Más bien es polémico porque hay gente puritana que simplemente prefiere la música original y no está muy a gusto con estas nuevas versiones. Personalmente me gustan mucho y sinceramente no podría decidir si son mejores que las versiones originales, sin embargo, el hecho de ser diferentes a las que he escuchado en muchísimos gameplays que he hecho, le dio aún otra capa de frescura a la experiencia.
La ópera… Aria Mezzo Carattere. Una sección diminuta del juego que ha inspirado obras reales donde orquestas y cantantes de ópera vocalizan su propia versión de esta Aria rindiéndole tributo a una de las mejores melodías que jamás ha sido creada en la historia de los videojuegos. Y ni siquiera es la mejor del título, pues ese honor le pertenece a Dancing Mad (siendo ésta el pináculo de todos los temas manejados a lo largo del juego). La ópera es uno de los momentos más memorables dentro de la industria, y no solo por la calidad de la música, sino por lo original del evento, por las interacciones entre los personajes, por el manejo del leitmotif de Celes, y el gran equilibrio que alcanza con todos sus elementos. Final Fantasy VI Pixel Remaster no solo mantuvo ese nivel de calidad, sino lo sobrepasó de una manera increíble. No solo fue mejorada la música como mencioné anteriormente, sino ahora cuenta con voces reales, con cantos y coros llenos de melancolía, dolor y pasión, algo al nivel de composiciones modernas ahora dentro de una escena que fue creada hace casi tres décadas. Por si fuera poco, este canto puede escucharse no solo en inglés, sino en varios idiomas, algo que es simplemente y estúpidamente increíble, sublime.
Jugabilidad
El gameplay de Final Fantasy es en mi opinión el pináculo de los JRPG de 16 bit, quizá únicamente superado por Chrono Trigger en algunos aspectos. El combate es tradicionalmente por turnos (aunque realmente es tiempo real, solo que pasa tiempo entre cada comando del personaje), al menos en función, sí se siente como si fuese más por turnos. El juego hace muchísimo uso de las habilidades y diferentes maneras de luchar que comenzaron a crecer en FFIV, se hicieron más variados y complejos en FFV y finalmente se implementaron de manera más orgánica en FFVI.
Cada personaje tiene su propias habilidades, o más bien podríamos decir que cada personaje es una clase, tal y como vimos en FFIV, con una gran variedad de habilidades y posibilidades para crecer. Terra es experta en magia y puede transformarse para aumentar su poder, Celes es capaz de absorber todo ataque mágico para crear estrategias en combate o proteger a aliados en riesgo, Sabin puede usar comandos estilo Street Fighter para ataques marciales, Edgar usa herramientas de combate con diversos efectos en enemigos, Locke puede robar o asaltar al enemigo, Cyan puede usar técnicas de Bushido que requieren tiempo y paciencia con una recompensa digna del daño que hacen, Gau puede imitar a enemigos y usar sus habilidades perdiendo todo control al hacerlo, Mog puede realizar danzas según las zonas donde ha luchado que pueden confundir, atacar a los enemigos o ayudar a los aliados según donde aprendió dicho baile, y así podría seguir hasta mencionar absolutamente a todo los personajes. La verdad es que es fascinante como prácticamente todos tienen no solo algo único, sino realmente son habilidades útiles en combate, y si bien uno puede usar los esper para que todos puedan aprender magia, cada uno se siente más único que por ejemplo, Final Fantasy VII, donde todos son idénticos por el uso de materias a excepción del arma que utilizan y sus limit break, o Final Fantasy V, donde todos pueden ser cualquier clase y tener las mismas habilidades. Eso le da mucha personalidad y definición a cada personaje así no todos tengan la oportunidad de brillar por igual a lo largo del juego no sean igual de útiles en todo momento.
Los mapas están muy bien detallados y el hecho de que los personajes son por primera vez sprites más altos de lo que fueron sus predecesores, Final Fantasy VI logra crear ubicaciones más interesantes y menos cuadradas haciendo que los mapas sean más orgánicos y se sientan más agradables visualmente, pero más importante aún, mucho más agradables de explorar. Los árboles y otros objetos ahora cuentan con profundidad para que el jugador pueda pasar adelante o detrás de ellos de manera intuitiva. El mapa o overworld por otro lado, se siente más recordativo de los juegos anteriores pues a pesar de ser muy diferente visualmente, éste se siente prácticamente igual al explorar, al menos cuando el jugador está a pie. Durante la montura del Chocobo la cámara cambia a un pseudo 3D conocido como Modo 7 en el SNES donde la cámara cambia a tercera persona así el juego no tenga objetos en tres dimensiones. Esto es mucho más funcional al momento de volar en el vehículo aéreo pues uno puede ver hacia donde se dirige con más facilidad que la cámara superior que manejaron los Final Fantasy anteriores.
Como mencioné anteriormente, el juego esta dividido en dos partes, la primera es bastante lineal donde el jugador sigue la historia y casi siempre termina llegando a su destino según lo requiere y dicta la historia, esto no es realmente un problema pues se siente bastante orgánico y está muy bien diseñado, además de que uno puede explorar muchos lugares mientras va de un destino a otro. Por otro lado, la segunda mitad del juego es totalmente lo contrario, pues es en mi opinión o al menos en mi experiencia personal, es el primero juego lineal con la existencia de un endgame, donde el jugador busca lo que quiera cuando quiera y como quiera antes de decidir si ya es hora de terminar el juego. Comenzando con Celes en la isla desolada, luego encontrando a Sabin quienes se unen para encontrar a Edgar y finalmente a Setzer para poder volar de nuevo por los cielos. Es en ese momento cuando el jugador obtiene libertad absoluta en el juego de no solo ir en busca de amigos perdidos, sino de explorar el mundo, mundo cuya existencia es prácticamente nuevo pues todo ha cambiado desde la última vez que se voló. El jugador puede visitar pueblos similares como Narsh y encontrar que el ambiente se ha deteriorado y el acceso a muchos lugares se ha restringido por la desconfianza, o puede ir a nuevas grietas y cuevas que se han formado por el cataclismo, o nuevas construcciones como el Coliseo para obtener nuevos equipos o encontrar gente conocida. El jugador puede optar por ir directamente a luchar contra Kefka o pasar muchas horas mejorando a sus personajes o encontrando nuevo equipo plantando así los cimientos del endgame de los JRPG del futuro como Chrono Trigger o Final Fantasy VII. Algo increíble de ese momento, del momento en que el jugador obtiene de nuevo la oportunidad de volar otra vez, es el hecho de que en esa escena los personajes se sienten revitalizados y llenos de nueva esperanza por el futuro y con nuevas posibilidades por detener su deterioro y castigar al culpable, el juego realmente logró y aún logra generar esas emociones en mí, pues es realmente increíble ver a la nave despegando, a los diálogos y reacciones de los personajes, la historia y el pasado de Setzer y lo significativo que es usar esa nave, y la nueva música que sonará por el resto del juego al viajar por los cielos, una melodía increíble y con el nombre apropiado «en busca de amigos».
Conclusión
Final Fantasy VI es el mejor Final Fantasy, es el mejor JRPG de su generación y una de las mejores historias jamás contadas en un medio. Una experiencia llena de emociones con un balance casi al nivel de Chrono Trigger.
Final Fantasy VI Pixel Remaster es el mejor Final Fantasy VI y si alguna vez han considerado jugarlo ya sea por primera vez o décima vez, realmente les recomiendo que adquieran esta versión pues es la versión definitiva de éste juego y el mejor de la colección Pixel Remaster.
Agradecemos a Square Enix las facilidades para realizar esta reseña.
Este escrito representa únicamente la opinión de su autor y no necesariamente la del equipo de Versus. 1
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Pros
- Un remaster visual increíble.
- La nueva música es refrescante sin perder la magia original.
- La magia y los efectos se ven mejor que nunca.
- Los cambios a la ópera hacen de ésta una nueva experiencia.
Cons
- No está disponible en consolas. Tacha.