God of War Ragnarok

Hace cuatro años que se lanzó God of War a finales de la vida del PS4, un juego que en su momento para mí, fue el primer acercamiento a la franquicia de larga data y que pese a mi negación inicial de jugarlo por falta de interés, terminó entregándome una de las experiencias más gratas que los videojuegos me han brindado a lo largo de mi vida.

Es por eso que cuando se anunció su inminente secuela estaba más que emocionado de volver a Midgard, de explorar los 9 reinos y de volver a vivir las aventuras de Kratos y Atreus, ahora, con una historia que promete mucho más de lo que fue la primera entrega.

Ahora la pregunta del millón, ¿realmente es una secuela digna y merecida o es otra de esas segundas partes innecesarias o que terminan arruinando todo lo de su predecesor?

Historia

God of War Ragnarok continúa un tiempo después de los acontecimientos del primer juego y nos topamos en los primeros minutos con un Kratos y Atreus que han vivido escondidos de las consecuencias que los persiguen tras sus acciones realizadas en el pasado.

Freya va tras ellos con la finalidad de vengar la muerte de su hijo, Baldur, mientras que Thor de igual forma quiere sangre por sangre. Y ellos son solo una pequeña parte del problema que enfrentan, y del destino que les espera.

No quiero ahondar mas en los detalles de la historia, solo que, como imaginarás, parte del problema es también el Ragnarok, esa gran guerra del fin del mundo emprendida por los dioses entre los que se encuentran Odin, Surt y Loki, y que ahora forma parte de las cosas a prevenir por parte de nuestros protagonistas, pero créeme cuando te digo que hay algo más que solo esa palabra.

La historia continúa la solidez que vimos en el primer juego, es un título lineal dividido en varios actos que a su vez cuentan con misiones que van desarrollando la trama. Hay que decir que algunas de esas misiones no se sienten como principales, sino como un relleno para «encontrar un objeto que te permita avanzar», sin embargo, esos pequeños detalles o rellenos también aportan su pequeño grano de arena al progreso de la historia, no solo de los protagonistas, sino también de los personajes secundarios que al igual que el primer juego, tienen una historia que continuar, asuntos pendientes por resolver, y secretos por desvelar.

God of War Ragnarok cuenta una historia de fantasía, de redención, de amor, aprendizaje y madurez, con giros de tuerca, e incluso con lágrimas de por medio.

Presentación

God of War ya se veía muy bien cuando salió a finales del PS4 en 2018, posteriormente se lanzó una mejora para PS5 que otorgó 60 cuadros por segundo y hace apenas unos meses llegó a PC con muchas mejoras técnicas que lo hacían todavía más encantador de disfrutar a nivel visual. God of War Ragnarok continúa ese legado, y lo mejora en algunos aspectos, aunque tampoco voy a decir que lo revoluciona.

El juego luce igual y poco más hermoso que su primera entrega hace 4 años, y no lo digo con la intención de demeritar, sino porque aquel juego ya era increíble a nivel visual y ahora se ve muchísimo mejor corriendo nativamente en el hardware de actual generación.

Si bien recorremos algunos lugares del primer juego, principalmente Midgard, nuestra aventura nos lleva a otros lugares para «complementar nuestra aventura por los 9 reinos», y eso significa conocer lugares más hermosos, llenos de vida y con secretos por descubrir. Antes los escenarios ya se sentían vivos y ahora lo son aún más gracias en parte a poder tener un mayor número de objetos gracias al hardware nuevo, podemos ver muchísimas más vegetación e incluso me a trevo a decir que algunos de esos escenarios son más amplios para explorar, no solo durante la campaña sino en el endgame.

La banda sonora es tan fantástica y mágica como la primera entrega. Es una belleza de pies a cabeza y un goce poder disfrutarla en cada uno de los momentos que ofrece el juego, sobre todo en aquellos que resultan clave para el desarrollo de la trama. Respecto a efectos de sonido contamos con aquellos que vimos en el primer juego primer juego pero se amplían con nuevos con la finalidad de complementar la experiencia de aquellos lugares y cosas nuevas por encontrar.

El diseño de enemigos en su mayoría son minions que veremos recurrentemente en cada uno de los reinos que visitaremos. Algunos son solamente variaciones de uno mismo, mientras que otros brillan por si solos por su aspecto así como sus habilidades. Además tenemos enemigos un poco mayores de tamaño que que tiene resultan agradables tanto a la vista como enfrentarlos.

Los mid bosses son un aderezo a este manjar con diseños que sorprenden y batallas que en más de una ocasión casi casi me sacaron de quicio, pero de eso hablaré más adelante.

Un punto donde probablemente no vemos un cambio drástico es en el diseño de personajes, tanto principales como secundarios, pues tanto Kratos, Sindri, Brok, Mimir, Freya, entre otros, mantienen el diseño que vimos en el primer juego, mientras que es Atreus el que brilla porque ahora ya es prácticamente un adolescente, así como también tenemos a nuevos personajes como Thor, alguien que definitivamente logró que lo odie, pero también que sienta compasión por él.

Y es que los personajes no serían nada sin un fantástico trabajo de voces. Afortunadamente Kratos ya no se limita a un «boy» para hablar con Atreus, los diálogos dejan claro que su relación ha mejorado, sus sentimientos están más a flor de piel y la camaradería con los otros personajes, así como aquellos que se incluyen por primera vez como Thor hacen que realmente enganchemos con la historia, pedazo a pedazo, diálogo a diálogo.

Contamos con un gran desempeño del juego con opciones para priorizar el rendimiento o la calidad como ya nos tienen acostumbrados en los juegos de edta actual generación. También existen opciones de accesibilidad importantes para brindar una experiencia más equilibrada para todo tipo de jugadores. Las pantallas de carga son casi inexistentes pues ahora moverse entre otro reino o lugar es tan sencillo como entrar a una puerta y caminar para ya estar en ese otro punto. Tal vez lo más molesto es que se llena de una luz blanca brillante que conforme carga el «otro lado» se va desvaneciendo.

Finalmente mencionar que si bien God of War Ragnarok brilla a nivel técnico, no es ajeno a detalles, como son en su mayoría personajes que brincan, animaciones un tanto extrañas o incluso un delay en el lipsync, pero esos puntos me atrevería a decir que fueron máximo 10 durante toda la duración de la campaña.

Jugabilidad

A nivel jugable Ragnarok mantiene el ritmo rápido y la acción que vimos en el primer juego hace 4 años, con ligera inspiración en los soulslike y enfocado a la estrategia más allá de solo presionar botones a lo loco. No me atrevería a decir que hay un cambio drástico en este aspecto pues incluso las armas se mantienen prácticamente iguales, salvo con algunos detalles.

Atreus mantiene el arco, mientras que Kratos la hacha y sus espadas. Sus armas podrán ser mejoradas con ítems que encontraremos en el juego y conforme suban de nivel podrás desbloquear habilidades especiales para hacer más daño. Además, y solo por mencionar a grandes rasgos sin caer en spoiler, diré que ambos personajes empuñarán otras armas a lo largo de su aventura y que brindan ese toque diferencial respecto a su predecesor.

Algo que también cabe la pena destacar es que las armas pueden incluir modificadores, por ejemplo, para hacer más daño o para alargar sus efectos. Estos modificadores sólo pueden aplicarse una vez que utilices en gran medida ciertas habilidades. De igual manera podrás integrarles runas para incrementar su poder.

La armadura también puede ser creada o mejorada conforme progresas y sólo gracias a los ítems que encuentras durante tu aventura. Incluso habrá piezas que conforman una completa y «especial» y que tendrán su propia misión para encontrarla. Las mejoras tanto para armas como armadura sólo aplican en particular, pieza por pieza, para Kratos, mientras que para Atreus es de forma más general.

Las batallas como dije mantienen la esencia del primer juego: tienes tu hacha o espadas como principales, una con efectos de hielo y la otra con fuego. Además tienen habilidades especiales que activas mediante la combinación de R1 y otros botones, o la furia al presionar ambos sticks. Aquí, y espero no caer en spoilers, porque sinceramente no recuerdo si en el juego anterior existía, Ragnarok ofrece una variedad de tipos de furia: para hacer daño y poco a poco recuperar vida, para solamente recuperar una porción considerable de vida o para en su defecto hacer mucho más daño. Tú eliges y puedes intercambiar según tus necesidades. Nota adicional, te llevarás una grata sorpresa con este aspecto de la furia, o al menos para mi lo fue y me hizo disfrutarlo todavía más.

Además podemos esquivar y también tenemos el escudo el cual nos sirve para defendernos y a la vez para hacer el parry, una habilidad que personalmente siempre me ha costado trabajo ejecutar en los juegos por el timing, pero que en Ragnarok funciona perfectamente porque tiene unas guías visuales que te ayudan a realizarlo en el momento adecuado.

Las batallas con los jefes siguen siendo igual de emocionantes que las del primer juego, con el detalle de que tenemos también checkpoints en puntos intermedios de cada uno para hacer menos sufribles los encuentros. Cada jefe tiene sus propias debilidades y deberás apoyarte en gran medida de tus compañeros para hacer frente a cada uno de manera adecuada. Además, nunca está demás tener una piedra de resurrección para salir del apuro.

También deberemos resolver acertijos para progresar o bien para abrir cofres que ofrecen ítems tanto para mejorar armas y armadura como para aumentar la barra de vida o furia. Existirán zonas donde en algún punto no podrás progresar y es porque necesitarás un ítem que solo conseguirás más adelante tu aventura lo cual significa que tendrás que rejugar si es que quieres sacar el 100% del juego.

Como he dicho, God of War Ragnarok, al igual que a nivel visual, no ofrece una novedad como lo hizo el primer juego hace 4 años a nivel jugable, sino mas bien es un trabajo de refinamiento en sus mecánicas, un combate mucho más pulido de lo que ya estaba pero aderezado con unas batallas épicas que vas a recordar, sobre todo cuando llegas a la cúspide de la trama, pues todo por lo que te habías estado preparando a lo largo de tu aventura, llega un clímax tan impresionante que realmente disfrutarás cada último segundo.

Conclusión

God of War Ragnarok es la culminación de un gran trabajo iniciado hace 4 años. Es una mejora importante a nivel técnico, con escenarios mucho más bellos, grandes y hasta unos más impresionantes que otros. Así como también un refinamiento para su combate que ya divertido, aunque no menos repetitivo.

Si te enamoraste del primer juego, Ragnarok sin duda te va a enamorar al doble pues todo lo que amamos de esa primera entrega regresa y se mejora, pero aquí, lo más importante es simple y sencillamente su mensaje, su historia, sus personajes, sorpresas y sentimientos puestos y transmitido a través de este juego.

Agradecemos a PlayStation las facilidades para realizar esta reseña.