Middle-Earth: Shadow of War

En 2014, Monolith Productions lanzó Middle-Earth: Shadow of Mordor, un nuevo título inspirado en las historias de J.R.R. Tolkien y que nos llevaba de regreso a la Tierra Media después de años de no tener un juego inspirado en dichas historias.

Este 2017 recibimos la secuela bajo el nombre de Middle-Earth: Shadow of War que continúa con las aventuras de Talion y Celebrimbor en su misión por finalmente derrotar al señor oscuro, Sauron. ¿Cómo ha evolucionado este título a tres años de la primera entrega?

Historia

Middle-Earth: Shadow of War continúa con la narrativa de su predecesor, Shadow of Mordor, en la cual Talion aún mantiene la presencia del señor elfo, Celebrimbor y donde juntos viajan para forjar un nuevo anillo de poder libre de la corrupción de Sauron, sin embargo las cosas no salen tan bien después de que Shelob, una mujer araña, rapta a Celebrimbor y le pide a Talion el anillo de poder a cambio de Celebrimbor.

Shelob, también conocida como Ella-Laraña en español, le dice a Talion que ambos tienen un enemigo en común y se llama Sauron, por lo que ella usa el anillo para ver el futuro y dirigir a Talion hacia donde iniciará su siguiente aventura, la última ciudad Gondoriana, Minas Ithil, que está siendo invadida por el señor oscuro.

La historia, como has de saber, se desarrolla entre los hechos ocurridos en El Señor de los Anillos y El Hobbit, y es una historia que podríamos decir es canon de Tolkien. El argumento es bastante bueno y su desarrollo de igual manera, e incluye momentos con avaricia hasta, redención e incluso traición.

El guión del juego se desarrolla bastante bien, con misiones secundarias que nos ayudan a conocer pequeños detalles adicionales sobre la trama, ya sea mediante objetos, marcas en las paredes o la resolución de pequeños rompecabezas. Sin embargo, creo que el problema de este género es que a veces existen tantas cosas secundarias por hacer, que terminas perdiendo el hilo de la historia principal.

Presentación

Middle-Earth: Shadow of War utiliza nuevamente el motor LithTech, aunque a diferencia de su precuela, utiliza una versión más reciente para crear ambientes sumamente hermosos en el apartado cinemático con un contraste de luces y sombras que hacen que el juego realmente aproveche las capacidades de las consolas.

Las vistas panorámicas que podemos obtener en el juego son hermosas, y el mundo se siente vivo, desde la vegetación hasta sus habitantes, algo que hace que Middle-Earth: Shadow of War te de más motivos para explorar más allá de las misiones principales.

Aunque el título lo jugué en PS4, pude probar la versión de Xbox One X en el marco del Fan Fest 2017 en días pasados, y pude comprobar que efectivamente el juego aprovecha el poder de la consola y las diferencias entre ambas versiones son bastante notorias.

El diseño de los personajes ahora es mucho más real, sobretodo en las cinemáticas que dejan ver hasta los pequeños detalles no solo de Talion, sino de cada uno de los orcos que se encuentran en Mordor. Una parte que debo destacar es precisamente con éstos peculiares enemigos, puesto que nuevamente vemos como cada uno refleja una personalidad totalmente diferente entre sí. Es cierto que son orcos, y su misión es matarte, pero es tan divertido ver como uno por ejemplo se convierte en tu amigo con tal de que no lo asesines, mientras que otro se la pasa cantando no solo para presentarse, sino también para emprender una huída. Este es el apartado más fuerte del juego y funciona bien en español, pero personalmente prefiero la versión original en inglés porque esa personalidad está mucho más definida.

La banda sonora es totalmente ambiental para tener una experiencia más inmersiva y que se adapta bastante bien a cada una de las escenas que vivimos. El trabajo de voces también me gustó mucho, aunque como mencioné anteriormente, la versión en español funciona bastante bien, definitivamente la mejor experiencia es en la versión original al inglés, sobretodo por la parte de la personalidad de los orcos.

El mundo de Mordor es relativamente amplio, dividido en diferentes regiones que exploraras conforme avanzas en la trama. La vegetación varía desde un bosque, hasta montañas nevadas pasando incluso por un volcán en erupción. Cada una de las regiones es diferente y los habitantes en cierta manera están adaptados a cada una. Lo interesante es que no solo tenemos la parte exterior, sino también hay zonas interiores para explorar y encontrar objetos e incluso misiones, que obviamente también están plagadas de peligro.

Jugabilidad

Middle-Earth: Shadow of War es un juego de mundo abierto con mecánicas RPG, tal y como lo fue su precuela. Encarnaremos a Talion/Celebrimbor en nuestra misión por ahora sí, acabar con el señor oscuro, Sauron.

A lo largo del título nuestro protagonista irá obteniendo experiencia y subiendo de nivel para así desbloquear nuevas habilidades que van desde poder congelar a los enemigos, teletransportarse por medio de flechas hasta donde se encuentra el contrincante, dominar bestias salvajes, hasta asesinar brutalmente a un orco para asustar a los aledaños. Estas habilidades se dividen por principales y complementarias, siendo las primeras las cuales puedes usar de cajón, pero las segundas solamente activando una a la vez en ocasiones, es decir, puedes dominar a un Caragor pero no controlar a un Graug al mismo tiempo, o visceversa.

Una de los problemas personales que tengo sobre el juego es precisamente cuando se trata de asesinar a un enemigo. Tomando como ejemplo la habilidad de brutalizar, lo cual por ende entenderíamos es algo que causa mucho dolor, acción y sangre. Si bien las dos primeras están presentes, creo que al juego le hizo falta ser más explícito en el apartado “brutal” dejando la sangre de los enemigos como si fueran gotas de agua regadas al azar, no hay una definición real de brutal más allá de ver correr a los otros enemigos asustados.

Entrar en acción casi nunca me causó un bajón de cuadros por segundo, incluso aún cuando decenas de orcos y diversos capitanes grandes, pequeños, con lanzas, espadas, arcos u otros objetos me rodeaban para asesinarme, lo cual se agradece bastante. Incluso personalmente creo que la presencia de bugs en el juego es casi nula.

De igual manera tenemos la opción de personalizar a nuestro protagonista por medio de objetos encontrados en el mundo, ya sea al terminar una misión o al asesinar a alguien. Espadas, dagas, pecheras, arcos, son algunos de los objetos que usarás y que se dividen en tres categorías, normales, raros y legendarios. Obviamente los legendarios siempre serán los mejores, pero eso no quiere decir que dependes del tipo de ítem para poder asesinar a un tirano 10 niveles mayor al tuyo, realmente lo que necesitas es habilidad. Cabe destacar que los ítems raros y legendarios también cuentan con habilidades adicionales para desbloquear, un ejemplo al azar podría ser, eliminar a tres enemigos que estén ardiendo en fuego con disparos en la cabeza, lo que te brindaría la habilidad adicional de tener un mayor número de porcentaje de realizar daño crítico.

Middle-Earth: Shadow of War cuenta con un sistema de loot que además de las misiones, nos permite obtener recompensas mediante venganzas en línea, es decir, si alguno de tus amigos fue asesinado por un orco, puedes ir y vengarlo, y si lo logras, obtendrás cajas de loot. ¿Por qué digo esto? Porque Middle-Earth: Shadow of War es un juego que también le entró a la parte de microtransacciones en cuestión de loot, y aunque muchos dirán que “son algo necesario para ser mejor en el juego”, no es así, ya que incluso las venganzas en línea te permiten obtener cajas de loot iguales a las que comprarías con dinero real, y eso, sin gastar un solo peso adicional.

Uno de los problemas del juego es sin duda la inteligencia artificial, pero no del enemigo… sino de tus propios compañeros. En algún momento tendrás la compañía de algún personaje que te ayudará en la misión, con la función principal de en teoría, hacerlo todo de manera sigilosa. Por el contrario, la IA se va directo hacia la batalla dejando en claro que al parecer, aún pasando frente al enemigo, éste simplemente es invisible ante ellos, lo cual termina demostrando la torpeza de nuestro aliados.

El sistema Némesis regresa y mejor que nunca en esta secuela, pero para aquellos que no saben, ¿qué demonios es el sistema némesis? básicamente significa que si un enemigo te mata, éste se volverá más fuerte gracias a tu pésimo desempeño. Esto aplica a los orcos por ejemplo que se dividen en capitanes y lacayos, sí un lacayo te vence, éste asumirá el rol de capitán. Esto hace que el juego se convierta en algo más interesante, pues no todo depende de tu desempeño, ya que los orcos por sí solos se pelean entre ellos para ir subiendo de nivel y deshacerse de sus enemigos, esto, esto es lo que hace que los juegos de Middle-Earth sean únicos y más divertidos.

Por citar a un ejemplo, en una ocasión recién iniciado y siendo nivel 5, me enfrenté a un enemigo nivel 10, que al asesinarme subió a nivel 17, y para la siguiente vez que lo encontré, me tendió una emboscada con otros tres capitanes de niveles similares. La mejor alternativa fue salir corriendo de ahí.

Pero el sistema némesis no solo aplica a los enemigos, sino también para ti, ya que a lo largo del juego deberás formar tu propio ejército para atacar cada una de las fortalezas distribuidas en diversas regiones de las cuáles hablaremos más adelante. Para ello usarás la habilidad de reclutar a un orco, lo cual realizarás mediante una batalla y al lograr doblegarlo, tendrás la opción de reclutarlo, pelear a muerte o incluso humillarlo, ésta última sirve particularmente para cuando te enfrentes a un enemigo de nivel mayor al tuyo, y ya que no puedes reclutar a un nivel superior, la opción será humillarlo lo que provoca que él termine bajando su nivel actual.

De igual manera ya con tu ejército armado podrás asignarles diferentes funciones, por ejemplo a los capitanes puedes ordenarles asesinar a otro capitán o infiltrarse con el enemigo. Entrenarlos para subirlos de nivel o añadir más tropas bajo su mando son otras opciones que tendrás y que hacen que el juego sea un poco más complejo, pero le da ese toque que te invita a pensar muy bien tu siguiente estrategia.

La parte que hace honor al nombre de Middle-Earth: Shadow of War es precisamente la guerra que ocurre cuando se trata de tomar posesión de una fortaleza. Como mencioné anteriormente, el juego te permite hacer tu propio ejército mediante la dominación de los orcos, pero eso no acaba ahí. En algún momento, deberás formar tu propio ejército con un máximo de seis capitanes, mismos que junto a ti invadirán la fortaleza del enemigo.

Lo interesante aquí es que no solo vas tú y otros seis orcos, sino que cada uno de esos orcos puede llamar a un ejército de arqueros, de Graugs, o de unidades encargadas de atacar directamente las puertas de la fortaleza. La guerra se resume en decenas de enemigos y aliados peleando por controlar tres zonas en una primera instancia, para después tú ser el encargado de pelear a muerte con el tirano de dicha fortaleza. Esto es sin duda es la parte más divertida del juego pues no es solamente matar a lo tonto, también tienes que estar pendiente de revivir a tus capitanes, o de dominar a las bestias para que éstas te ayuden en la pelea.

Conclusión

Monolith nos ha entregado una secuela demasiado ambiciosa con Middle-Earth: Shadow of War, que se enfocó principalmente en el apartado de mejorar el sistema de némesis que nos presentaron en años anteriores, pero eso también causó que la historia perdiera en cierta manera el punto fuerte de esta entrega.

Perderse entre las decenas de misiones secundarias que se encuentran a lo largo de cada región es totalmente fácil en este título, por lo que probablemente le dedicarás más horas a esto que a la historia principal. Y eso es bueno, porque nos da muchas más horas de replay value, además de que esto permitirá desbloquear el final alternativo.

Middle-Earth: Shadow of War es una gran entrega, y que siendo fan o no de las historias de Tolkien, merece la pena jugar.

Agradecemos a Warner Bros. Interactive Entertainment las facilidades para realizar esta reseña.