The Legend of Zelda: Link’s Awakening

Una de la series de videojuegos que más marcó mi infancia fue sin duda Zelda, y es que el primer juego que amé fue The Legend of Zelda del NES seguido por The Legend of Zelda: A Link to the Past lo cual fue la razón por la cual les pedí un SNES a mis papás para navidad. También es cierto que eso confiesa que estoy viejo, pero bueno, ¿si Chabelo puede seguir siendo un joven por qué yo no?.

Volviendo al tema, el tercer Zelda que jugué fue Link’s Awakening, que salió para el GameBoy, la plataforma portable de Nintendo que salió en esa época. Éste juego lo pude jugar gracias a un amigo llamado James que me prestó su GameBoy pues yo nunca tuve portables hasta comprar el PSP. Recuerdo que en las mañanas me levantaba y lo jugaba entre 15 y 30 minutos antes de la escuela, y también recuerdo que me atoré en el juego en más de una ocasión por la falta de lógica temática en sus dungeons, algo de lo cual comentaré más adelante.

A principios de este año recibimos la sorpresa de que éste título sería remasterizado, o más bien, recreado de manera completa en el Nintendo Switch, una sorpresa bastante agradable pues éste juego es un buen Zelda que hasta ahora tan solo había estado disponible en portables, tanto su versión original como su remaster para GameBoy Color.

¿Cómo se compara con la versión original de GameBoy? ¿Es un remake fiel o una nueva visión hecha para la nueva era? ¿Es digno rival de A Link Between Worlds que salió en 3DS?

Historia

Link navegaba en su barco feliz como un adolescente feliz después de posiblemente haber salvado Hyrule, aunque podría ser que estoy inventando esto último pues nunca me he tomado la molestia en analizar las supuestas líneas de tiempo oficiales, y francamente no me interesa pues no necesito tener una conexión entre los títulos para ser feliz. Perdón, volviendo al tema, Link despierta en una isla después de que una tormenta destruyó su bote, perdón, canoa, perdón, barco, perdón, balsa, perdón, me rindo, destruyó su madera flotante, fin. Tras despertar, éste muchacho apuesto descubre que no puede dejar la isla sin despertar a un ser, lo cual nos da dirección y meta.

Todo esto es bastante simple, quizá demasiado simple para un juego de esta época, sin embargo comentaré que hay que tomar en cuenta que es un juego que salió en GameBoy, un medio increíblemente limitado, aún más que el primer Nintendo. A pesar de eso, debo agregar que también cuenta con mucha más historia que Breath to the Wild. Éste no es un título con historia extensa sin embargo es lo suficiente para darnos una meta y dirección para avanzar en un título altamente entretenido.

Presentación

El estilo gráfico que le han dado a este remake es bastante interesante, pues todas las texturas hacen que todo se vea como de plástico, algo muy diferente a lo visto en el último juego de Zelda en Switch, y al último que salió en 3DS.  Además de eso, los diseños de los personajes son súper deformes, con cabezas realmente enormes, mucho más grandes que las de A Link to the Past, WindWaker y A Link Between Worlds, sin embargo eso hace que todo se vea muy tierno, pero realmente tierno, así que digas, «que bruto de ternura.»

Como mencioné justo ahorita, todo parece estar de plástico y la escala del juego es muy pequeño debido al original del primero título, sumando todo eso siento que el juego crea la ilusión de estar jugando en una maqueta, con muñequitos de juguete caminando por un mapa hecho de árboles de plástico y agua de silicon, la verdad fue algo muy interesante y muy novedoso, algo que nunca había sentido durante un juego y me gustó.

La música está bien hecha sin embargo sufre de las mismas limitaciones del juego original, y es que por ser un título de GameBoy no había mucho más que hacerle a la música sin cambiarla por completo, y éste es un remake que fue fiel al material fuente. Lo anterior no es una crítica negativa, pues hay varias melodías que me gustaron como la que escuchamos cuando se roban a nuestro querido Chomp-chomp, y debo confesar, que en esa escena me morí de ternura al ver a los niños brincando en pánico con la música chistosa de fondo.

Los niveles son pequeños, el mapa también es pequeño, los enemigos son pequeños, los árboles son pequeños, los personajes son pequeños y Link es pequeño, pero todo esto no es un problema jamás, pues todo se ve tan bonito, tan tierno y sinceramente creo que muy bien hecho. Es un Zelda de bolsillo, suponiendo que tus bolsillos sean colosales para poder meter tu Switch.

Jugabilidad

El juego se comporta de manera sublime, unas mecánicas realmente sólidas, a nivel que las colisiones entre armas y enemigos, escudos y proyectiles reaccionan de manera perfecta, a un nivel que encontramos en grandes títulos como Sekiro y Breath of the Wild. Creo que este es el aspecto más importante del juego y algo realmente lo hace digno de jugar.

Los menús son bastantes simples debido a la escala pequeña del juego, sin embargo funcionan a la perfección y realmente no hay necesidad de complicar las cosas sin razón.

Un pequeño problema con éste título, o quizá solo una queja mía pues como sabrán soy muy quejica, es que los dungeons de éste juego seguido cuentan con supuestos acertijos que no tienen mucha lógica temática. ¿A qué me refiero con esto? Por ejemplo, por lo general en un Zelda los acertijos se basan en el tema del dungeon, quizá usando un arco, un hookshot, unas botas pesadas o algo  para poder resolver el problema que se nos presenta, o quizá son acertijos basados en el tipo de dungeon, desde cambiar los niveles de agua, o usar fuego para quemar algo, y así sucesivamente. En este Zelda nos encontramos con varios acertijos que simplemente nos dejan adivinando qué hacer, y a fin de cuentas, la única lógica presente es la de ensayo y error. Un ejemplo claro es que durante un dungeon, y un cuarto donde personalmente me atoré cuando era niño por la misma razón, es que encontramos a tres enemigos, y el jugador debe matar a los tres enemigos en un orden específico para avanzar. Esto no es un problema complicado, pues no hay muchas opciones para avanzar, pero siendo un niño de quizá diez años, jamás se me ocurrió que fuese un problema de matar a los enemigos en orden, o sea simplemente no tuve la suerte de «adivinar» que eso tenía que hacer. Algo que separaba claramente al primer Zelda de NES con su sucesor de SNES donde todo era temático y nunca había que adivinar qué hacer. Quizá no sea un problema grande, pero creo que es algo que Zelda había superado hace décadas.

La dificultad es bastante sencilla, desde las batallas comunes hasta los encuentros contra jefes sin embargo eso no hace que sea menos divertido, realmente es divertido de jugar.

Conclusión

No es el Zelda más grande, incluso quizá es el Zelda más pequeño que existe, sin embargo es un juego muy divertido y que se ve realmente bonito.

Quizá sea demasiado corto por el precio a pagar, pues es un título que uno puede terminar en un fin de semana fácilmente, pero viendo el amor y dedicación que se invirtió en el desarrollo del juego, la atención al detalle y el respeto al material fuente, creo que es el mejor Zelda que ha salido en muchos años y el mejor del Switch.