MGM ha perdido los derechos cinematográficos de la franquicia Tomb Raider, dejando a Lara Croft en busca de un nuevo hogar en la gran pantalla.
Como informó por primera vez The Wrap, MGM tenía hasta mayo de 2022 para firmar una secuela de su película de Tomb Raider de 2018 protagonizada por Alicia Vikander, pero no cumplió el plazo a tiempo. Múltiples estudios rivales están ahora a la caza de hacerse con la propiedad intelectual, con una información privilegiada que describe la situación a THR como un «frenesí de alimentación.»
MGM, recientemente adquirida por Amazon, compró los derechos cinematográficos de la franquicia de videojuegos a GK Films en 2013, que a su vez había llegado a un acuerdo con el editor de Tomb Raider, Square Enix, dos años antes. Los derechos en cuestión han vuelto a GK Films, donde al parecer son objeto de una intensa guerra de ofertas.
Aunque la secuela de Tomb Raider de 2018 estaba en fase de desarrollo -el guionista de Lovecraft Country, Misha Green, había sido contratado para escribir y dirigir-, se espera que el papel de Vikander se vuelva a interpretar en un «reinicio completo» de la serie, según The Wrap.
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