The Killing Joke

El inicio, siempre ha sido una de las directrices cruciales en la estructura de cualquier personaje, el saber sus motivaciones y deseos nos abren el panorama para tomar un bando, saber si continuamos admirando al personaje o saber si solo estamos siguiendo a una serie de casualidades. Sin duda, uno de los inicios más agobiantes y perturbadores en el mundo de los cómics es el del Joker. Un alma complementaria, que comparte la locura del hombre que se disfraza de murciélago por las noches, otro ser caótico, lleno de enigmas y que es un deleite en cada una de sus presentaciones, siempre y cuando cumpla con la estructura básica de como contar una historia, cosa que la película anima de The Killing Joke no tiene en lo absoluto.

Al enterarnos de que una de las supuestas mejores novelas gráficas de toda la historia tendría su adaptación animada todos perdimos la cabeza, los amantes de las historietas estaban a la expectativa de la crudeza y demencia que se mostraría en ella y los fans mas ligeros anhelaban conocer un poco más del origen de uno de los villanos con más personalidad en la historia de los superhéroes, podría haber sido una gran adaptación, podría haber sido la mejor película animada de todos los tiempos, pudo haber sido el inicio mejor contado de la historia, pero definitivamente, la cinta no cumplió con ni uno solo de estos presagios, simplemente fue aburrida, tediosa y sin nada de locura.

De antemano ya teníamos las referencias del creador, Alan Moore, quien comento que a pesar de ser su trabajo, él no se sentía nada convencido de esta novela gráfica, de hecho la desacredita y menciona que no le gusta, que tiene demasiada influencia de Watchmen, y no solo eso, también declaro que estaba en desacuerdo con la cinta, ya que no sabía cómo de 65 páginas se podía hacer una película, pues bueno, como si fuera un vidente, acertó en cada uno de sus comentarios.

Historia

La historia se desarrolla, se podría decir que en dos partes, pero que se siente como si fueran dos cintas completamente distintas, en primera instancia nos encontramos con un prólogo sin sentido donde se explica la relación entre Batman y Batgirl, esto con el fin de mostrar a la joven como un personaje más complejo y con una motivación, y no solo la herramienta de tortura perfecta del Joker.

Para intentar dar algo de sentido a esto, se introduce un supuesto villano, que parece más un mirrey emberrinchado, llamado Paris, que se enamora de Batgirl mientras ella busca encontrar el corazón de Batman como si se tratara de una alumna enamorada de su profesor. ¿Qué tiene que ver esto como The Killing Joke? ¡NADA! Y ese es el problema, este intento de prólogo dura prácticamente la mitad de la película y no nos muestra nada, es aburrido, sin sentido y cuando de alguna manera se le intenta dar un fin a esta parte de la película se siente tan forzado que solo pides a gritos que se acabe y sí, apenas vas en el prólogo. Aquí es donde me encuentro mi primera sorpresa negativa, ya que teniendo a Brian Azzarello como guionista se esperaba que diera un valioso complemente a la historia propuesta por Moore y no, termina siendo una lamentable lección de vida como si se tratara de “Casos de la Vida Real” o algo similar.

Este prólogo interminable nos lleva a más problemas con el resto de la película y no es que solo esta parte inicial este mal, de hecho toda la película se siente sin ritmo, lo que nos deja como consecuencia que la segunda parte de la película, ya la adaptación en sí, se sienta muy rápida, intentando llevarte a la locura y tensión en segundos, queriéndote mostrar toda la crueldad en un segundo como si fuera una obligación el hacerte voltear la cara de la pantalla, lo que logra un pérdida de interés y aburrimiento al carecer de un ritmo constante y trepidante.

Al adentrarnos más en los orígenes de este emblemático personaje note una carencia de emociones, como si cada secuencia no encontrara un buen cierre, el inicio lamentable y triste del Joker se siente tan irrelevante, como si no le importara, lo cual genera que el espectador no se sienta identificado con el dolor y la locura del personaje.

Al final ni la locura de los personajes, ni el mensaje de justicia, ni la interpretación final que debe de hacer el espectador es clara, el cierre máximo, un reflejo de la posible demencia que comparten Batman y Joker es sin chiste (ok, mal uso de la palabra). Podría ser la velocidad de la historia o lo poco detallada que es la novela gráfica, ya que tuve que leerla antes de hacer esta reseña para no dejarme llevar por comentarios externos, pero nunca me generó ningún sentimiento, nunca vi la locura, ni la desesperación, básicamente no vi nada en The Killing Joke.

Presentación

Otro punto bastante desafortunado es la ilustración, siendo una tendencia en la actualidad, aun así ésta sensación de que los escenarios están vacíos, muertos y que los personajes son inexpresivos es extenuante, no logras conectar con nadie y esto es en parte por el guión, pero la animación y la música no ayudan en nada.

Sin embargo en este apartado es donde nos encontramos con lo único por lo cual vale la pena darle una oportunidad a esta cinta, ya que magistralmente y con un tono que te eriza la piel, tenemos a Batman que es interpretado por Kevin Conroy y el Joker por Mark Hamill (la voz de Hamill es lo único que me haría recomendarla). Es imposible pensar en otros actores cuyas voces encajen con los personajes, ellos tienen dominada la personalidad de cada uno y la tonalidad de forma perfecta, todo el trabajo de voz es bueno, pero Conroy y Hamill logran algo magnífico.

Conclusión

Al final, The Killing Joke es sumamente mala, no tiene principio ni fin, sus personajes están huecos y sin sentimientos, no tiene ningún valor narrativo y carece de estructura, del lado de la animación quisieron acercarla tanto a la serie de los noventa que no tiene personalidad propia y como adaptación es burda y poco confiable, deja una sensación de no querer tomar la novela gráfica por su simpleza e incongruencia, sin embargo debo denotar algo, seguramente The Killing Joke se convertirá en una película de culto, venerada no por ser extremadamente buena, sino por el increíble trabajo de Mark Hamill en la voz del Joker, solo por eso.

Agradecemos a Warner Bros. las facilidades para realizar esta reseña.