Una copia de Super Mario Bros. para NES, completamente precintada y en su embalaje original, parece haberse convertido en el videojuego más caro de la historia.
El cartucho se ha vendido en una subasta privada por una cifra de récord: 100.150 dólares. Muy por encima de los 30.000 dólares, que en su momento rompió todas las previsiones en 2017.
Que se sepa, solo existen tres copias idénticas de igual o similar valor de este juego en circulación. Una de ellas está custodiada por Jim Halperin, co-fundador y responsable de la empresa de objetos coleccionables y subastas Heritage Auctions. La otra la posee el coleccionista de videojuegos y monedas Rich Lecce y la última la tiene Zac Gieg, un gran aficionado a los juegos y poseedor de una tienda de coleccionistas.
«Siempre he creído que ese juego, precintado, es uno de los objetos más icónicos y significativos de la historia de los videojuegos», explicaba Deniz Khan, presidente de Wata Games, una empresa que certifica y autentifica videojuegos y otros coleccionables relacionados con ellos.
Según Khan, en declaraciones a Kotaku, este videojuego es la única copia de Super Mario Bros. que sigue llevando la pegatina y sello de Nintendo durante el breve lanzamiento del videojuego.
«Para empezar, el chico que vendía esto nos dijo que no aceptaría una cantidad de dinero menor a seis cifras», explica Khan. «Sabíamos que había varios interesados en comprar una copia así, y fuera del grupo habitual de coleccionistas, algo que convertía esta subasta en algo muy especial, y aunque se hicieron ofertas por encima de los 50.000 dólares, no fueron suficientes», añade. «Dos de los potenciales compradores eran grandes coleccionistas. Estos no se arrojan a pujar o comprar cosas que no tienen valor, ellos sabían perfectamente el valor de esta copia», concluía.
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