En 2015 en E3 tuve la oportunidad de experimentar el booth que en ese entonces Electronic Arts tenía para presentarnos Star Wars: Battlefront, un juego que en su momento generó grandes expectativas, pero que desafortunadamente terminó causando más molestias que alegrías.

Este 2017, recibimos una secuela inesperada que, a diferencia de su predecesor, ahora sí incluiría un modo campaña y contenidos gratuitos de por vida para darle más horas de rejugabilidad al título, pero, ¿realmente estamos ante el producto que llegó bajo muchas promesas, pero sobretodo problemas?

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