Final Fantasy VII Remake

Hace más de 20 años llegó al mercado un juego que para muchos redefinió, no solo el género, sino la industria de los videojuegos en aquel momento. Un juego que hasta el día de hoy sigue siendo referencia para muchos, y como no, si estamos ante lo que podríamos llamar, una obra maestra.

Después de sus rumores iniciales en 2014, finalmente llegó el remake de este gran juego a nuestras manos, y la pregunta que queda al aire es simple: ¿valió la pena la espera?

Historia

Final Fantasy VII Remake toma las bases de lo que contó el primer juego hace más de dos décadas cuando vemos a Cloud Strife unirse a una banda de mercenarios conocidos como Avalanche y que se han propuesto atacar uno de los reactores de la corporación Shinra, que, a palabras del grupo, solamente ha estado drenando la energía vital del planeta.

Sin embargo Cloud, ni mucho menos sus compañeros, sabían que no solo estaban por destruir un reactor, sino por desencadenar una serie de hechos que cambiarán el rumbo de sus vidas… y también de la tuya como jugador.

Este remake toma como dije lo esencial del primer juego pero lo lleva a un nuevo nivel, y no hablo precisamente del apartado visual y sonoro, sino de su historia pues si bien es cierto que nos vuelve a contar una historia que muchos jugadores hoy en día conocen de principio a fin, también aprovecha el momento para complementar o cambiar algunos hechos históricos del juego en su totalidad, convirtiéndose así no solo en un pretexto para que vuelvas a disfrutar de esta experiencia, sino para que también los recién llegados al título puedan disfrutar y congeniar aun más con los personajes del juego.

Yo, como uno de esos recién llegados, debo admitir que la historia me atrapó desde las primeras horas, y aunque tengo que admitir que definitivamente algunas misiones s0lo sirven de relleno y no aportan mucho a la trama, el resultado es un producto que te engancha con esos momentos clave y que te hacen olvidar esos minutos y horas desperdiciados en buscar gatos para una niña…

Es una historia que sin duda vale la pena disfrutar cada segundo, cinemática, diálogo… y ahora entiendo porque este juego es tan amado por muchos.

Presentación

Al ser un remake quiere decir que se aprovecha la excusa para rehacer muchas cosas que hace años eran una limitante para los desarrolladores, y uno de esos apartados es definitivamente el aspecto visual.

El juego presenta unas visuales tan impresionantes que demuestran que este juego está llevando al límite al PS4 al ser uno de los últimos juegos que estarán llegando a esta consola. El diseño en general es sublime, empezando con los personajes, que si bien algunos pueden ya tener una referencia más reciente en su diseño 3D por ejemplo Cloud que protagoniza la serie Kingdom Hearts, eso no significa que no se hayan tomado la libertad de llevar esos detalles y diseño en cada uno de los personajes al máximo con una combinación de su diseño original pero con un aspecto más «humano» a tal grado que es posible verle hasta los poros de la piel a cada uno gracias en parte a los diferentes ángulos que nos brinda la cámara. En lo personal me quedo con el diseño de Aerith ya que creo que es el personaje que más detalles tiene, y es con cuya personalidad llegue a congeniar más.

Los escenarios son muy grandes algo que era de esperarse en un juego con altos niveles de producción y los detalles que vemos en cada uno de los puntos que visitamos te dejan boquiabierto, sobretodo cuando llegas al mercado muro y te das cuenta de todos los negocios y personas que le dan vida a ese icónico lugar que tiene demasiados rincones por explorar. Si bien es cierto que dichos niveles pueden ser grandes hasta cierto punto también hay que decir que están limitados en cierta manera pues no es un juego de mundo abierto sino que es enteramente lineal y eso significa que la exploración puede no ser tan abierta como pensarías de un RPG moderno.

Los efectos de partículas y las cinemáticas son tal vez la mejor parte de este juego. Brindando un ejemplo de las partículas podría mencionar una de las batallas cerca del último capítulo, donde, sin dar spoilers, tenemos una de las peleas más épicas y sobretodo un escenario con una excesiva cantidad de elementos interactuando entre si que de verdad me sorprendía que, si llegaba a haber alguna caída en el frame rate, era prácticamente imperceptible. Las cinemáticas también hacen que la historia pueda ser disfrutada mucho más ya que los diversos cambios de cámara que se realizan te permiten sentirte más allegado a los personajes y al momento que están viviendo y es algo que no muchos juegos saben aprovechar pues casi siempre vemos cinemáticas con un número muy limitado de ángulos mientras que en Final Fantasy VII Remake el equipo de desarrollo no escatimó.

La banda sonora es, como toda la franquicia, algo de lo cual puedes simplemente amar y no decir más. Es sublime, rítmica, con diversos instrumentos creando melodías tan exquisitas que nos llevan por un viaje sonoro difícil de explicar pero fácil de experimentar y disfrutar. Las mejores melodías son sin duda basadas en el trabajo original de Nobuo Uematsu, y podríamos decir que son remixes y nuevos arreglos, y a pesar de que varias están fuera de lugar, no en el sentido de que no encajen sino que son melodías que en el juego original se escuchaban mucho más adelante, debo decir que sonaban muy bien. Por otro lado, mucha de la música nueva, es decir, no basada en la clásica del juego antiguo, deja mucho que desear, y por momentos me dejó con ganas de asesinar a la primera persona que viera, bueno, quizá la cuarentena tenga algo que ver con eso también.

El trabajo de voces es bastante bueno con actores que muestran esas emociones en los diálogos, sobretodo la evolución que llegan a tener cada uno y sus relaciones interpersonales, por ejemplo el cambio de actitud que Cloud experimenta a lo largo del juego, aunque diré que es un poco molesto los ruidos auditivos que hace Cloud al reaccionar ante toda clase de situaciones.

El menú es bastante fácil de navegar y de entender gracias en parte a la mecánica de juego que ha sido implementada como principal para este remake. No es un juego RPG donde el menú puede ser tan agobiante sino que adopta la simplicidad de entregar y priorizar la información de manera muy digerible para el jugador promedio.

El apartado técnico sin embargo también tiene sus peros, principalmente en el rendimiento y en la cámara. Hablando del primero tenemos algunas caídas de frame rate que debo ser honesto son muy contadas para el tamaño de juego en el que estamos, sobretodo me tocó una que me quedé agobiado, y es que el juego se atoró y ralentizó durante más de diez segundos en mi versión oldie de PS4, aunque probablemente sea por eso, porque mi consola es first-gen. Otro detalle es la carga de texturas en varios momentos y que pueden presentarse en las cinemáticas y en la jugabilidad, por ejemplo en los edificios, en el cabello de Cloud o de otros personajes, en la ropa o a veces hasta en los enemigos, detalles que si bien no afectan lo jugable, si deben ser destacados. Finalmente hablar de la cámara, la misma que en párrafos anteriores alabé gracias a la diversidad de ángulos que ofrece, es la misma que dichos ángulos, en el apartado jugable, llegan a ser un dolor de cabeza porque las ubican en lugares donde es difícil saber si adelante es realmente adelante o si la derecha es realmente tu derecha.

Jugabilidad

En comparación con el original, Final Fantasy VII Remake opta, principalmente, por un estilo de juego aRPG, o sea, un juego de RPG, pero más enfocado a la acción, gracias a un sistema de combate en tiempo real que nos permite atacar directamente a los enemigos pero en algún momento usar una especie de bullet time para realizar otro tipo de acciones como utilizar pociones, objetos o realizar ataques especiales de nuestros personajes.

Mi run en este juego lo realicé aprovechando esta nueva forma de jugar, y si bien es cierto que el título nos brinda la posibilidad de usar la versión original del juego, creo que esta nueva mecánica es la mejor manera de disfrutar el juego, vamos, fue realizado para jugarse bajo este esquema y creo que es algo que realmente debemos exprimir al máximo.

La versatilidad de este modo de juego hace que sea más fácil en términos generales pensar en una estrategia en medio de una situación peligrosa. Por ejemplo, tu party como sabrás está conformado de tres personajes que podrás ir variando dependiendo de las circunstancias del juego. Dos de esos dos personajes serán controlados por la inteligencia artificial y uno por el jugador, sin embargo, gracias a la mecánica de pausa momentánea mencionada anteriormente, tú como jugador puedes influir en las acciones que los personajes controlados por el CPU realicen. Digamos que estás usando a Cloud y estás realizando ataques cuerpo a cuerpo pero te has quedado sin vida, para ello puedes optar por usar a Cloud y que él mismo se cure con una poción pero eso significaría que tu combo se perderá o dejarás de hacer daño al enemigo, sin embargo la opción ideal sería usar el sistema para indicarle a Tifa que use ya sea una habilidad o poción para curarte mientras tú sigues atacando.

El sistema también nos permite ir generando combos y ataques mucho más poderosos y el cambio entre personajes es una de las bases para que esta mecánica funcione a la perfección, algo que debo admitir, tardé mucho en comprender y en darme cuenta que debía hacerlo de esta manera. El enemigo normalmente atacará siempre al personaje que el jugador está usando, sin embargo el poder dar indicaciones a los otros personajes para hacer ataques a distancia, realizar su ataque especial y la habilidad de ir cambiando entre ellos hace que puedas despistar al enemigo en muchas ocasiones ya que si estás usando a Barret para atacar a distancia, en el momento en que notes que el enemigo está yendo hacia a ti será el ideal para cambiar a Cloud y empezar a realizar su ataque especial.

Adicional a los ataques normales, fuertes, hechizos y especiales, Final Fantasy VII Remake nos permite hacer invocaciones gracias a materias de, como su nombre dice, invocación, las cuales podrás obtener gracias a un personaje que te invitará a retarlos y sí logras vencerlos, entonces serás digno de poder llamarlos a la batalla actuando a tu favor. Las invocaciones se activarán en momentos críticos del juego y usará el maná de tu personaje no solo para realizar la acción del llamado, sino también para sus diversos ataques; mientras más rápido llenes tu barra de energía, más veces podrás realizar los ataques del invocado. Eso también difiere del original, pues en el juego clásico el jugador elegía cuando invocarlo a conveniencia, y tan solo era una invocación por nivel de la materia; además de eso, las materias de invocación no hacían su aparición hasta después de salir de Midgard, algo muy diferente en este título por obvias razones.

Las materias también funcionan para mejorar aspectos de tu personaje, como el nivel de vida, los hechizos que pueden realizar, el daño, entre otros. Éstas también irán mejorando conforme más las uses y podrás tanto encontrarlas en tu aventura como comprarlas con algunos NPCs. Además podemos encontrar ítems para los personajes, como brazaletes o armas, que gracias a que tu personaje sube de nivel, se te brinda la opción de mejorarlas en diferentes aspectos como la cantidad de slots de materia que pueden tener, el ataque o incluso reducir los efectos de ciertos ataques enemigos.

Como mencioné anteriormente el juego es enteramente lineal y si bien para mi muchas de las misiones principales son consideradas como secundarias, también tenemos enteramente misiones secundarias que puedes realizar y que no te impiden avanzar en la trama. Dichas misiones, si las empiezas, deben ser completadas antes de continuar con tu aventura, pues de lo contrario el progreso se perderá. Sin embargo, algo que puedes considerar, es no hacerlas en tu primer run si es que piensas hacer un segundo run posteriormente ya que el juego añade un modo new game plus para que puedas revivir la aventura, ganando el doble de experiencia y pudiendo explorar los capítulos en el orden que quieras, aunque la limitante mayor es que si inicias un capítulo, tienes que acabarlo, porque de lo contrario el nuevo progreso que hayas realizado, no será guardado.

Conclusión

Final Fantasy VII Remake es, en pocas palabras, una experiencia que tienes que disfrutar, sí o sí.

Es una carta de amor para los fans, pero sobretodo es un juego que puedes disfrutar incluso si eres ajeno al primer título. Es sumamente entretenido y te engancha desde los primeros minutos. Tiene acción, amor, humor y hasta muerte.

Y, lo mejor, o peor, dependiendo de cada quién, es que éste juego solo es una pequeña parte de lo que fue el juego original en su momento, lo cual solo me obliga a decir: no puedo esperar más a la próxima entrega.