Pokémon: Detective Pikachu

Pokémon: Detective Pikachu: la adaptación que no quiso elegirnos a todos.

¿Otra decepción de una adaptación basada en videojuegos? 

Historia

Llega una nueva adaptación cinematográfica del videojuego de 1996. La historia nos presenta a Tim Goodman, un joven que trata de descubrir qué pasó con su padre, Harry, un detective privado que estaba asociado con Pikachú, uno de tantos pokémones.

Ambos unen esfuerzos para dar con el misterio que encierra Ryme City, una moderna metrópolis en donde humanos y Pokémones se dan la mano para una sana convivencia.

La trama del chico que pierde a su padre policía en una investigación y que acude a saber cómo ocurrió es cautivadora, aunque de modo forzado se inserte el mensaje de la importancia de acercarnos a nuestros padres y disfrutarlos.

Presentación

Es una ironía que una película infantil no sea para todo el público, pero sucede. Es el caso de Pokémon: Detective Pikachu, un filme que se empeña en dejar fuera a los adultos de lo que ocurre y se centra exclusivamente en agradar a los niños y a los fans.

Con excesiva ternura, la película intenta provocarnos asombro y ser una especie de film noir, pero para novatos. El mismo número de animalitos esparcidos por todo la cinta emulan a la cantidad de inconsistencias narrativas que se suceden una tras otra, haciendo evidente que lo absurdo de la historia se aferra a la ejecución, no al universo que comparten Pokémones y humanos.

Empecinado en confundirnos, el director Rob Letterman rodea al “bichito” Pikachu de personajes insulsos, de manera que es imposible restarle importancia, de ahí que el reparto incluya momentos sosos como los que involucran al actor mexicano Omar Chaparro. Pero, no es el único que parece salir sobrando en esta historia, pues podríamos recortar, sin problema, 20 minutos de la película en las que no ocurre absolutamente nada.

El apartado técnico, como siempre en este tipo de productos, no tiene defecto, no así la continuidad y ciertas situaciones tan inverosímiles, como ocurre en los dibujos animados. Escudados en estas libertades, el equipo detrás de Pokémon: Detective Pikachu se centra en lo visual a fin de satisfacer a la fanaticada, sin poner atención en inconsistencias dramáticas.

Conclusión

El filme está diseñado con bárbara displicencia y ansias de convertirse en la cereza del pastel en un domingo de matiné televisivo.

Es de esas cintas ocasionalmente chistosas, que no requieren de mucha inteligencia y cuyo disfrute parece reservado para los entendidos, no así para quienes desconocen la historia o buscan algo que entretenga por igual a fanáticos y neófitos.

Nunca las cintas basadas en videojuegos han logrado un voto de calidad y Detective Pikachu se suma al listado de productos que aprovechan la nostalgia para venderse, sin que haya una historia trabajada con detenimiento. La trama está de más, lo que se ofrece es ver a Pokémones y humanos compartir alejados del mundo de la animación.

Agradecemos a Warner Bros. Pictures las facilidades para realizar esta reseña.