Immortal Realms: Vampire Wars

Vampiros, han estado por siempre entre nosotros, y tal vez ni lo hemos notado.

Y me refiero a que han vivido en el cine, en la literatura y hasta en los videojuegos, y tal vez también en este planeta llamado Tierra. Son seres tan fascinantes que muchos caemos totalmente enamorados en sus historias, que si bien a veces logran ese cometido, otras no tanto.

Con Immortal Realms: Vampire Wars la gente de Palindrome Interactive nos lleva a un universo donde diversas facciones de los chupa sangre habitan y te invita a ti, jugador, a lidiar con ese mundo en conflicto.

¿Listo para sumergirte en un ambiente lúgubre y lleno de peligros?

Historia

El juego como tal no cuenta con una campaña, sino con tres, cada una con diversas misiones por completar para ir conociendo un poco más la trama en la cual se desenvuelve este juego.

Tenemos tres facciones, Dracul, Nosfernus y Moroia, sin embargo no puedes elegir con cual jugar desde el inicio, ya que primero tendrás que hacerlo con los Dracul para entender cómo funciona el juego y la trama del mismo. Y es que hablando del argumento, la verdad es que es muy difícil decir que te atrapa porque maneja algo tan cliché que le terminas perdiendo el interés al poco tiempo.

Sin embargo algo a destacar es el trabajo de voces que a grandes rasgos puedo decir trata de aportar algo a la trama y al setting del mundo ya que escucharemos diversos diálogos a lo largo de la campaña que tratan de mantener el interés en lo que sucede tanto en la historia como en los alrededores del mapa que estamos recorriendo.

Presentación

El juego presenta un estilo visual aceptable con una cámara isométrica que en cierta manera nos impide ver a gran detalle a nuestros personajes y el mundo que habitan, lo anterior debido a que estamos ante un juego de estrategia con movimientos por turnos tanto para el simple hecho de recorrer el mapa como en las batallas.

Sumado a eso hay que decir que tampoco podemos ver a detalle los escenarios que recorremos, es decir, vemos un mapa y podemos movernos ante él como si estuviéramos jugando Age of Empires, pero no puedes meterte a los edificios para conocer sus interiores, de hecho solo puedes darles click y leer una descripción de qué es y qué puedes obtener desde ahí. Adicionalmente puedo decir que el número de edificios es limitado y al poco tiempo se siente repetitivo lo cual obviamente le quita aun más ese sentimiento de exploración.

Como mencioné no podemos ver a gran detalle a nuestros personajes, y de hecho, no tenemos como tal una forma de personalizarlos, sin embargo eso no quiere decir que no tengamos una cantidad razonable de unidades para usar y enfrentar, desde los arqueros hasta murciélagos y monstruos de otros mundos listos para devorarte.

El diseño de mapas en cuestión de los combates está decente, es decir, estamos ante un juego que se maneja por una cuadrícula y solo puedes moverte por ciertos cuadros y en ciertos lugares. Dichos mapas llegan a tener elementos que pueden ayudar o perjudicar en la batalla, por ejemplo algunos que te dan vida mientras estés en la casilla o hasta algunos que te permiten transportarte a otro lado, sin embargo, en muchas ocasiones esos mismos elementos que adornan suelen provocar cuellos de botella que pueden resultar contraproducentes para el jugador.

La música está bien pero nada que vayas a recordar el resto de tu vida. Los efectos de sonido de igual manera a tal grado que incluso podrías jugar en silencio y no notarías una diferencia. El trabajo de voces como mencioné anteriormente creo es lo más destacado y no necesariamente porque sea espléndido, sino porque nos acompaña hasta en los momentos más aburridos del juego.

La interfaz del juego deja muchísimo que desear ya que presenta demasiada información que incluso es muy común que te pierdas navegando entre ella, es decir, a veces quería conocer los detalles de las cartas que tenía y resulta que el indicador del menú se había atorado en algún otro lado lo cual provocaba que tuviera que presionar varios botones a lo tonto para descubrir donde quedó y poder proseguir con lo que quería hacer en primer lugar. Si este fue un juego pensado para jugar exclusivamente en computadora lo entendería, pero al ser un título que también está disponible en consolas, creo que carece de un lavado de cara pensado para dichas plataformas.

Jugabilidad

Immortal Realms: Vampire Wars es un juego que mezcla tantos géneros y mecánicas al mismo tiempo que puede resultar abrumador para cualquier jugador, incluso para aquellos familiarizados con el y los géneros que presenta este título. Tenemos desde gestión de imperios, batallas con vista isométrica basadas en cuadrícula por turnos, gestión de recursos, elementos RPG y hasta mecánicas de cartas.

Es un juego en el cual prácticamente es obligatorio jugar el tutorial para entender todo lo que tiene para ofrecer, pero que también resulta lamentable que muchas de las cosas que aprendes no las utilizas como tal durante tu aventura lo cual hace evidente que si bien es un juego con buenas ideas, es también un juego con mucha falta de identidad por sí mismo.

Tanto la exploración como las batallas serán por turnos. La primera por ejemplo navegarás entre pueblos o zonas boscosas moviéndote un cuadro por cada pueblo o ciudad por ejemplo y teniendo la oportunidad de usar tanto las cartas como algunos puntos de habilidad para aprovecharte del lugar en el cual estás, ya sea para chupar la sangre de los aldeanos, reclutar nuevas unidades o hasta mejorar algunas.

Conforme exploras es probable que te encuentres con otras unidades enemigas a las cuales deberás enfrentarte y es aquí donde el juego se convierte en un título que integra los movimientos por cuadrícula ya que podrás mover por turnos a tus unidades, pero deberás tener muy bien planeada tu estrategia, tanto para saber dónde moverte cómo también la forma correcta de acercarte o acorralar al enemigo para tu beneficio. Las cartas aquí también juegan un papel importante pues pueden ayudarte a infligir daño al enemigo sin siquiera haber iniciado la batalla como tal o incluso darles más poder de ataque. La parte mala, o buena, dependiendo de cada quién, es que aquí tus unidades tienen permadeath, es decir, no podrás revivirlas, sino más bien tendrás que reclutar nuevas.

El juego desafortunadamente parece ponerte a prueba desde tus primeros minutos pues la inteligencia artificial puede sentirse tan en tu contra que incluso puedes morir en tu primera batalla sin haber entendido del todo cómo debiste realizar tus ataques o estrategia. En mi experiencia por ejemplo, y después de morir varias veces, comprendí que era más fácil jugar con extremada precaución al grado de evitar en lo mayor posible los enfrentamientos con otros enemigos o si llegaban a darse dejar que el juego realizará una «solución automática» pensando que así evitaría perder, aunque esto no siempre resultó de la mejor manera.

Adicional a la campaña tenemos el modo skirimish y un modo sandbox pero la realidad es que todo se siente igual en este juego y al poco tiempo podría resultar excesivamente repetitivo y poco gratificante ya que incluso un solo capítulo podría tomarte horas en terminar y con muy poca acción tal vez.

Conclusión

Immortal Realms: Vampire Wars es un juego decente, pero con mucha falta de identidad. El querer mezclar demasiadas cosas en este juego con muy poca historia hizo que a la vez el combate resultara menos atractivo de lo que pudo ser incluso si se hubiera quedado como un simple juego de estrategia por turnos basado en cuadrícula.

Hay cosas que hace bien, pero son más las cosas que hace mal, y eso, eso hace que no valga la pena por el precio que tiene.

Agradecemos a Kalypso Media las facilidades para realizar esta reseña.