World of Warcraft: Shadowlands

Lanzado hace más de 15 años, World of Warcraft se ha convertido en un juego que al día de hoy continúa tratando de innovar para su comunidad, y es que a lo largo de casi dos décadas mantener a tus jugadores interesados en un mismo universo puede parecer algo muy difícil de lograr, y una muestra de ello es que con cada nueva expansión la comunidad se ve divida entre sí realmente es un regreso triunfal, o una desgracia más para la franquicia.

He de admitir, en todos estos años, lo único que conocía de la franquicia era «lo de encimita», es decir, su arte, algunas capturas de pantalla y vídeos, pero nunca, hasta hace un par de meses, me había metido de lleno a probar uno de los juegos más longevos de la historia. Ante esto, solo me queda decir que esta reseña se hizo desde una perspectiva de newbie.

¿Listo para regresar al expansivo mundo de Warcraft?

Historia

La historia de Shadowlands comienza con la ruptura del velo entre Icecrown y Shadowlands, los fans seguramente conocen el duelo entre Sylvanas y Bolvar, pero hay un montón de historia de fondo que no se ha tratado en el juego, como la razón por la que su trono empezó a derretirse y la ausencia de los cuatro jinetes, pero eso se resolvió en la cinemática del juego que se reveló previo a su lanzamiento.

Sylvanas Windrunner ha derribado a Bolvar the Lich King, un combate que esperaba que se produjera y que planeó manteniendo alejados a sus recién resucitados caballeros de la muerte y a los cuatro jinetes. Los mantuvo a propósito en la oscuridad de lo que sabía que iba a suceder.

La historia como tal se me hizo entretenida, sin embargo también hubo momentos en los cuales perdía el hilo, y no tanto por no conocer mucho del lore del juego, sino más bien porque pareciera que se apresura demasiado en terminar, a pesar de tener una longitud de 20 horas aproximadamente, al grado de que terminas una misión, y apenas estás digiriendo la cinemática, y ya tienes que ir a otro lado para explorar y conocer algo nuevo, lo cual hace que puedas sentirte abrumado por la cantidad de información que recibes en tan poco tiempo.

Presentación

El juego continúa básicamente su estilo gráfico de siempre y esto a mi parecer y como newbie me hizo sentir hasta cierta lástima de saber que a casi 20 años de lanzamiento el juego sigue sintiéndose «viejo» en su apartado visual, cuando existen muchos MMO hoy en día que sin problema podrían robarle jugadores solamente por el apartado visual, pues si bien es cierto que para los fans esto puede no ser importante, también tenemos que tener en cuenta que muchos jugadores en los últimos años se han dedicado exclusivamente a juzgar a los títulos por su nivel de gráficas, y no por otra cosa.

Existen nuevas zonas por explorar como son Bastion, Ardenweald, Revendreth y Maldraxxus, cada una con un estilo muy diferente al otro y con una que otra sorpresa por conocer. La verdad es que explorar cada una de estas zonas es una experiencia por sí sola y no solo a nivel visual sino también sonoro, que creo sin duda es la parte que casi siempre destaca de la franquicia: su banda sonora. El diseño de personajes sigue también el estilo visual pero viene cargada de nuevos aspectos e incluso monturas.

Ante los cuatro reinos existe uno más que se llama The Maw el cual es dominado por The Jailer, que está aliado con Sylvanas y que está desviando las almas de todos los muertos para reforzar sus ejércitos para una invasión de toda la realidad, o algo así.

Sobra decir también que como tal la interfaz de usuario no ha cambiado, y si bien es un poco difícil para mi como nuevo jugador acostumbrarme, la verdad es que creo que el juego te guía muy bien desde el inicio para sobrellevar todo lo que tienes que aprender, desde el uso del teclado para moverte y atacar, hasta como ir equipándote y dónde navegar para moverte a otros lados o encontrar nuevas aventuras ya sea solo o acompañado dentro de World of Warcraft.

Jugabilidad

La jugabilidad es tal vez una de las cosas que más ha cambiado con Shadowlands, y por si no sabes de que va, WoW básicamente es un juego donde subir de nivel es lo más importante pues es lo que dictamina que tan fuerte eres para enfrentarte a los diversos dungeons y actividades que existen dentro del juego como parte del endgame de cada nueva expansión.

En primer lugar tenemos que el nivel máximo se ha reducido hasta la mitad, pasando de 120 a solamente 60, y permitiéndote incluso llevar a un personaje rápidamente a un nivel cercano para empezar a aventurarte en las novedades que tiene Shadowlands. Por ejemplo, una de las más grandes son las llamadas covenants que son básicamente las casas que probablemente conozcas de Harry Potter, es decir, tienes que jurarle lealtad a una, independientemente de si elegiste ser horda o alianza. Cada covenant no solo ofrece una campaña de historia final diferente, sino dos habilidades únicas, armaduras, monturas e incluso actividades secundarias. Además tendrás acceso al santuario del pacto, que puede mejorarse con el tiempo con cosas como atajos especiales por la zona que solo pueden usar los miembros o la capacidad de invocar a jefes de mundo secretos que dejan caer botines raros.

Otro de los puntos endgame que ofrece la expansión es Torghast, tower of the damned una mazmorra de estilo roguelike, casi infinita y aleatoria, situada en las fauces. Conforme progresas aquí adquirirás nuevas habilidades especiales y modificadores de habilidades, sin embargo todo es temporal y sólo tienes un número limitado de muertes antes de perderlo todo. Cada ala tiene diferentes modificadores, y dos de las seis están abiertas cada semana, así que no te enfrentarás a los mismos desafíos una y otra vez. Algo que le da ese punch adicional es que puedes jugar en solitario o en grupo. Torghast te recompensa con ceniza de alma, que se utiliza para fabricar nuevos objetos legendarios personalizados son más poderosos que el equipo mítico de las mazmorras, por lo que merece la pena dedicarle tiempo. La parte mala es que Torghast da la sensación sentirse como algo a medias, que si bien se agradece, parece que falta ser pulido en algunos aspectos.

Tal vez algo que puede causar problemas son las monedas in-game que a veces va ligado sobre al parecer la obligación de estar suscrito al juego durante bastante tiempo pues tenemos límite de lo que podemos ganar por día o semana, y eso nos obliga prácticamente a seguir pagando nuestra mensualidad, aunque esto no sería un problema si es que realmente estás interesado en seguir explorando las Tierras de las Sombras.

Conclusión

World of Warcraft: Shadowlands fue una agradable primera experiencia para mi, y de hecho si bien me sentí abrumado por la cantidad de información que tenía que digerir en tan poco tiempo, también me sentí feliz e interesado en explorar sus rincones.

Es un juego para un público objetivo muy marcado, pero vamos, si la franquicia ha existido por más de quince años y ha tenido ocho expansiones contando la actual, es algo debe estar haciendo bien, y tal vez nunca sea demasiado tarde para darle una primera oportunidad, porque al menos Shadowlands te recibe con los brazos abiertos y te lleva de la mano para disfrutar aun más de esta aventura online multijugador.

Agradecemos a Blizzard Entertainment las facilidades para realizar esta reseña.