Victoria 3

Paradox nos tiene acostumbrados a juegos de estrategia profundos, complejos, detallados y en sus más recientes lanzamientos, incluso con algunos énfasis en la accesibilidad. No es extraño entonces que Victoria 3 sea recibido con un alto nivel de escrutinio y expectativa por parte de los conocedores del género, o con interés y curiosidad por quienes desean entrar a este tipo de juegos, aunque les resulte un poco intimidante.

Historia

Victoria 3 nos lleva la época de la segunda revolución industrial, una era de incesantes cambios culturales, económicos y políticos; en donde naciones por todo el globo jugaban a convertirse en nuevas potencias mundiales, imperios cambiaban, se revolucionaban e incluso repúblicas se formaban.

Jugabilidad

Para empezar el juego nos permite iniciar nuestra partida eligiendo cualquier nación, dejándonos hacer uso del sandbox sin mucha intromisión, o escoger entre varios modos para iniciar nuestra partida con un objetivo un poco más conciso, por ejemplo, escoger que, si queremos centrarnos en la dominación económica, la hegemonía territorial, o conseguir una sociedad igualitaria. También podemos escoger empezar con un tutorial que nos tomara de la mano en una partida un poco más controlada con la intención de que podamos aprender las mecánicas que después usaremos para jugar realmente el juego. Se agradece esta consideración de parte de Paradox, ya que si bien es cierto que este juego no es tan fácil de abordar como lo fue CK3, si se nota que se han hecho esfuerzos para dejar entrar a un público más amplio. de igual manera que en CK3 al pasar el curso sobre algún elemento se nos presenta una pequeña caja de texto en la cual se nos explica la función del mismo, si esperamos unos segundos este cuadro se anclara a la pantalla, permitiéndonos a su vez revisar detalles sobre conceptos resaltados, pero no solo eso, ya que tenemos ahora dos tipos de explicaciones, “dime cómo” y “Dime porque” esto nos permitirá comprender mucho mejor los conceptos y mecánicas, dotándonos de la información oportuna en cada situación, sobre qué acciones dan qué tipo de resultados, y como realizarlas.

El juego también nos permite personalizar bastantes parámetros de la experiencia desde su menú de opciones, como que tan agresiva será la inteligencia artificial en contra del jugador, cuál será el enfoque de la misma, si se podrán fundar naciones no tan “históricamente realistas” o de qué forma funciona el esquema de colores que identifican a cada estado. En general se siente bien poder ajustar tu experiencia de acuerdo a lo que deseas experimentar o puedes manejar. Por lo que recomiendo experimentar constantemente con las configuraciones para que tu juego sea perfecto para ti.

Ya dentro de la carne del asunto la cosa se complica, cada nación tiene una estructura que dicta de qué forma funcionan y se desarrollan sus relaciones políticas al interior o exterior, los grupos poblacionales que puede promover y que tipos progresos económicos podemos hacer; los grupos de intereses afectan que tipos de leyes puedes aprobar, así como la forma que tu gobierno puede arroparlos para no perder legitimidad, ni control; que tan efectivas serán tus propuestas dependerá de que grupos favorezcas u oprimas, por ejemplo, te será complicado crear una sociedad igualitaria, si tu grupo de interés más poderoso está compuesto de oligarcas conservadores, pero puede que ello también te ayude a crecer a mayor velocidad tu economía y construir infraestructura que permita expandir tu producción de bienes tanto básicos, como de exportación.

La economía es el motor principal de tu nación y es fundamental tener unas finanzas sanas si deseas tener algún tipo de crecimiento y no ser aplastado por otros estados poderosos, tu para efectos prácticos eres un administrador, tus decisiones, como el invertir en el desarrollo de infraestructuras como minas, fábricas, la industria alimentaria o los puertos, definirán que tipo de productos y bienes produces para tus ciudadanos, así como que tanto podrás exportar al mercadear al exterior. Aunque pareciera que el objetivo más inmediato sea el de tener números verdes en tu balance, la realidad es que la inversión y el movimiento de tu país es mucho más importante, acumular demasiado oro, por ejemplo, puede ser perjudicial para tu economía local, por lo que el tener un déficit no es negativo en sí mismo, si es que haces crecer tus fuentes de ingreso y generas empleos para tu población, así como proporcionar los bienes básicos para su substancian, mientras mantienes bajos los precios de insumos importantes, aunque también puedes invertir en crear lazos comerciales con otras naciones para vender aquello que tienes, mientras compras lo que necesitas. Respecto a lo local, contamos con pestañas que nos permitirán construir la ya antes mencionada infraestructura, la cual consiste en edificios que pueden ser gubernamentales para administrar, universidades para educar a tu población, fabricas para darles empleo, granjas para producir comida (ya pos también empleo), puertos, etc… Cada región de tu territorio tiene sus recursos y necesidades que deberás cubrir y hacer prosperar.

De lado izquierdo podremos también revisar el estado de acciones diplomáticas para monitorear y manipular tus relaciones con los otros estados, tu ventana de política donde podrás cambiar las leyes o instituciones del gobierno, así como checar sobre tus grupos de intereses; también podremos ir a presupuesto, donde podemos modificar que bienes gravamos y con qué severidad, así como aumentar los gastos operativos de tus administradores y militares; en ejército podrás revisar cuáles son tus actitudes militares, así como reclutar y administrar tus generales; en tecnología podrás revisar tu ruta de invención para ir desbloqueando nuevas formas de producir,; puedes también revisar las culturas de los diversos territorios, la condición de tu población, contamos con un diario que es útil para poder repasar tus acciones y decisiones durante tu partida, un esquematizado, y una lista de mapas para revisar el estado de las demás naciones.

El colonialismo también es una de las cuestiones importantes que tienes que atender ya que los recursos que necesitas podrían estar en territorios cercanos, en los que necesitaras tener injerencia y control; así como evitar que otras naciones hagan lo mismo cuando te sea incómodo. Lo que nos lleva a los conflictos entre naciones o conflictos domésticos, estos se pueden dar por diversas razones diplomáticas o de mercado. Si tu población esta falta de bienes básicos por que no puedes producirlos, no tienen empleos con los cuales comprarlos, o simplemente un grupo de interés crece hacia una revolución, tendrás que hacer uso de movidas diplomáticas y eventualmente las armas. Esta quizá sea la parte más débil de Victoria 3, y la que parece no dejar satisfechos a los fans.

Como es costumbre todo este contexto es expresado en forma de mecánicas intrincadas, las cuales nos darán la oportunidad de manejar la nación que escojamos, cambiando sus leyes, sus lazos económicos  La simulación en se trata de gobernar la nación que escogimos, a través de reformas económicas y decisiones políticas, cambiando las estructuras de cómo funcionan estas y quién vota en esos cambios. Cada acción militar está precedida por una movida diplomática, como reclamar un territorio como tuyo, o convertir a una nación en una marioneta de tus intereses; si no consigues lo que buscas con la diplomacia entonces será tiempo de guerra.

Las mecánicas de guerra parecen ser las que más han dividido a la comunidad. Por una parte, la realidad es que este es un simulador de economía y política más que nada, aunque dentro de su contexto la guerra y los movimientos militares aún tienen gran peso en las relaciones globales. No controlaras unidades, o tus tropas directamente, sino que el sistema es más automático. Cuando empieces a guerrear con otro país, se creará una línea en donde los generales de las naciones en conflicto se enfrentarán y librarán batallas que se definirán de acuerdo a paramentos que nosotros ya habremos trabajado previamente, por ejemplo, las tecnologías que hayamos desarrollo cuanto invertimos en su entrenamiento o en la construcción de barricadas, etc… Podremos asignar generales y controlar si tus divisiones tienen órdenes de atacar, defender o esperar. Pero en realidad la guerra parece no ser el centro de este título realmente; algo que puede ser negativo para aquellos que deseaban un sistema más profundo, ya que tengo entendido que V2 si tenía muchos fans de su sistema de guerra, fans que parece no haber quedado contentos con la aproximación de Paradox para esta secuela.

Presentación

En términos de su presentación Victoria 3 es un juego muy bonito, la interfaz de usuario, esta excelentemente diseñada, con un acomodo relativamente parecido al de CK3, aunque de igual forma cuando empiezas a hacer clics en elementos uno tras otro, puede que te veas abrumado por cuadros de texto y pestañas de sistemas; las cuales con todo y todo, opino que se presenta de forma intuitiva y si te tomas el tiempo de aprender los conceptos y para que funciona cada cosa, eventualmente podrás navegarla como todo un maestro. Tus estadísticas como tus ingresos, influencia o control autoritario son fáciles de acceder y claras de leer, mientras que los menús de progresión como tus leyes o tus construcciones me gusta mucho como están destruidas.

Contamos con una gran variedad de filtros en el mapa para cambiar qué tipo de información deseamos tener a la mano, como ver que regiones están produciendo que ingresos, o sobre quien tenemos influencia y control. También al acercar la cámara podremos apreciar la geografía y ciudades a detalle, algo bastan que coqueta y que hace sentir más tangible los territorios, mas allá de ser simples delimitaciones abstractas.

La música y los efectos de sonido son satisfactorios y complementan la experiencia muy bien, la verdad es que, si algo es cierto, es lo mucho que Paradox ha pulido su presentación en sus últimos títulos.

Conclusión

Victoria 3 es un juego verdaderamente adictivo y divertido de jugar por horas sin parar, aunque sus esfuerzos por crecer en accesibilidad son notables, con la simplificación de algunas mecánicas, así como la gran cantidad de tutoriales y textos de explicación que permiten a los menos experimentados empezar a tomar las riendas de un juego de simulación y estrategia tan complejo como lo es este título, también es cierto que algunas simplificaciones podrían no ser del agrado de todos; el apartado de la guerra destaca por no ser tan entretenido en sí mismo y haber dejado en automático muchos aspectos que quizá a algunos les gustaría tener más control. Aun así, este juego sigue siendo entretenido, divertido y relativamente accesible para aquellos que quieran entrar a estos juegos de Paradox.

Agradecemos a Paradox las facilidades para realizar esta reseña.