Brightburn

A veces pensamos que porque alguien ha hecho un filme, canción, baile o lo que sea realmente bueno, puedo repetirlo una y otra vez, acumulando así éxito tras éxito. Pero sabemos que no siempre pasa, y lo malo es cuando tratan de vendernos esa idea y terminamos accediendo, solo para después decepcionarnos.

Eso es justamente lo que pasa con Brightburn, una película, como anuncian, «del visionario director detrás de Guardianes de la Galaxia«, aunque su papel en este filme fue el de productor, desafortunadamente solo se traduce en una herramienta de mercadotecnia, y no necesariamente en algo de valor.

¿Listo para conocer una historia alterna pero similar al origen de Superman?

Historia

Brightburn nos narra la historia de Elizabeth Banks en el papel de Tori y de David Denman como Kyle, quienes desafortunadamente no han tenido la «suerte» de poder procrear un hijo, aunque realmente nunca sabemos la razón del porque esto ha estado sucediendo.

Sin embargo, su futuro cambia una noche romántica cuando a punto de iniciar su acto pasional un objeto extraño cae del cielo y aterriza en el bosque cerca de la granja en la cual viven. Los primeros minutos de la película terminan justo ahí, solo para pasar la siguiente escena que nos avisa «han pasado más de 10 años» desde aquel suceso.

Las cosas han cambiado, y ahora Jackson A. Dunn quien interpreta a Brandon, es el hijo que «tanto esperó» la pareja y ahora tiene 12 años. Brandon como cualquier chico está pasando por una etapa en la que «deja de ser niño» y se convierte en un adulto. Todo es felicidad hasta que Brandon empieza a descubrir que después de todo, «no es otro niño cualquiera».

A lo largo de la película veremos como Brandon empieza a descubrir quién es realmente, con súper fuerza, incapacidad de sangrar e incluso… volar. Sí, básicamente es un súper héroe, pero que tiene otras intenciones con el planeta Tierra. Y no son nada buenas.

La historia es decente, pero desafortunadamente solo al inicio. La trama se queda a medias y con huecos que nunca se cierran. No sabemos porque realmente Brandon quiere dominar la Tierra. No sabemos a que raza pertenece, ni mucho menos sabemos porque demonios llegó a este planeta en primer lugar. Y como dije antes, ni siquiera sabemos cuál es la razón por la cual la pareja no había tenido hijos que nos sirva como elemento para reforzar todo el amor que Tori tiene por su hijo.

Presentación

Las actuaciones son lamentables. Brandon es un personaje que podría comparar con Bella de la saga Twilight, es decir, sin sentimientos, emociones, sin siquiera una risa fingida. Tal vez esa sea la razón detrás de esa actuación, pero la realidad es que es algo que más que causarte estrés o interés por conocer sus razones, simplemente causa flojera.

Por otra parte mientras que a Elizabeth Banks le creemos todo el amor de una madre que transmite hacia Jackson A. Dunn, y a veces se siente demasiado exagerado tanto que pareciera que siempre es «la sufrida», desafortunadamente cuando su rol intenta tener un giro para luchar contra aquello que les hace daño, no terminas de creerle. Finalmente la peor actuación termina siendo la de David Denman que parece tener el mismo rol de su hijo Brandon, pues si bien es el encargado de darse cuenta de lo malo que está sucediendo y el único que realmente quiere hacer algo al respecto, sus falta de expresión hace que no termines de creerle la idea de que es el papá que ama a su pequeño.

La fotografía es buena y funciona bien con la temática de súper héroes «oscuros» que nos presenta Brightburn. Los efectos especiales ayudan a que nos creamos la idea, pero también existen escenas que simplemente son tan estúpidas que creo realmente debieron simplemente omitirlas en lugar a arriesgarse a poner efectos especiales tan chafas que hoy en día, ni nunca, serán perdonados por aquellos que amamos la ciencia ficción.

Por lo demás, algunos efectos especiales son bien recibidos pero nada del otro mundo, ni mucho menos que pueda competir con grandes producciones hoy en día. Eso sí, es clasificación R, lo que significa que verás mucha sangre y gore totalmente explícito, algo que le da sabor a una película tan mala. La banda sonora es… olvidable.

Al final, Brightburn es un intento de algo diferente pero que termina siendo más de lo mismo. Es imposible no compararlo con Superman aunque no sé si realmente esa fue la intención desde el principio. ¿Indicios para una secuela? Sí, los hay, desafortunadamente. Pero si es que llega una segunda parte, espero al menos cierre todos los huecos argumentales que ha dejado esta primera entrega.

Conclusión

No me atrevo a recomendar esta película ni siquiera para un domingo de flojera o un día de 2 x 1 en el cine. No vale la pena, y menos en una época del año donde tenemos otras películas que están empezando a calentar los motores para lo que viene en verano.