Coco

Cuando se trata de contar una historia basada en hechos reales o en tradiciones, los primeros en poner el ojo en el resultado final son aquellos que han vivido ese hecho o tradición.

México es un país multicultural y con muchas tradiciones, y una de las principales es el Día de Muertos o Hanal Pixán, como se le conoce al sur del país. Cuando se dio la noticia de que Pixar realizaría una película basada en dicha festividad, las opiniones fueron muy diversas.

No es lo mismo que nos cuenten una historia original a que nos relaten algo, al menos a los mexicanos, que conocemos de principio a fin, una tradición que hemos tenido por generaciones y que después de varios años de estudios por parte de los creadores, llega a las salas de cine bajo el nombre de Coco.

¿Realmente es la película que merecemos y que hace honor a nuestras tradiciones?

Historia

Miguel es un niño mexicano con una larga historia familiar, en la cual su tatarabuelo Ernesto de la Cruz fue conocido por ser el más grande músico de la historia de su país, aunque también fue quien abandonó a su familia para perseguir sus sueños. Por otro lado, su tatarabuela Imelda, dispuesta a dejar atrás el dolor causado por la partida de su esposo, y con una pequeña en brazos llamada Coco, decide emprender su propio negocio: una zapatería llamada Rivera.

Pero todo bajo una sola condición: alejar a la música por siempre de su familia.

Años más tarde, Miguel, de tal vez unos 10 años, sigue con la tradición familiar siendo bolero en su pequeño pueblo, aunque a escondidas es un amante y predicador de la música, pese a que su familia se lo prohíbe, pero Miguel tiene un solo objetivo en mente: vivir su momento, y por ello hará lo imposible para lograr que su familia acepte que él se convierta en músico, tal y como su tatarabuelo, el gran Ernesto de la Cruz.

En pleno Día de Muertos, Miguel decide que es momento de realizar su sueño y decide saltarse la festividad, tomar su guitarra y emprender su camino hacia la plaza del pueblo donde se realizará un concurso de talentos, y él quiere ser parte de ello. Sin embargo, el destino le tiene preparado otra cosa, pues Miguel termina rompiendo una porta retratos con la fotografía de su tatarabuela Imelda colocada en el altar y su abuelita rompiéndole la guitarra y sus sueños. Triste y con la esperanza perdida, Miguel se dirige a la tumba de su tatarabuelo para robarse su guitarra y así poder ser partícipe del concurso, sin embargo termina transportándose al mundo de los muertos.

A lo largo de la película, veremos como Miguel intentará conseguir “la bendición” de algún miembro de su familia que se encuentra en el mundo de los muertos, siempre y cuando él pueda seguir con su amor por la música en el mundo de los vivos.

La historia de Coco es una que toma una festividad muy importante para México, y sin duda es un guión bastante sólido, pues nos brinda información respecto al porque esta fecha es tan importante para nosotros, que significan los elementos que conforman el altar de muertos, y sobretodo, un mensaje respecto a la apreciación de nuestros seres que han partido ya.

Coco hace muchas cosas bien, y una de ellas es principalmente que no se encierra a una tradición de algún lugar en específico de México, sino más bien los combina para darle crédito a cada una de las tradiciones. Por ejemplo, tenemos el altar de muertos, las flores de cempasúchil, el pasar la noche en el panteón con nuestros seres queridos, los alebrijes, entre otras.

El guión se desarrolla de una manera muy buena evitando hacer rellenos innecesarios y siempre enfocado en lograr resolver el problema que Miguel enfrenta, pero también dejando claro sus aspiraciones, miedos, y sobretodo el que él sepa que aquello que los abuelos nos cuentan, “no es una historia más”.

Presentación

Coco es una de las películas más coloridas y más bellas que Pixar ha presentado, y es justamente la manera en la que México vive sus tradiciones, es un país con infinidad de colores que se impregnan no solo en las banderas de papel, picado, sino en los altares, en la comida, en la vestimenta, en la música, en todo, y Coco es una muestra muy grande de todo lo que engloba México en pleno Día de Muertos.

Los personajes están muy de acuerdo a lo que somos como personas, con los rasgos bien definidos que de nuevo, no solo se enfocan a una pequeña parte del país, sino a diferentes partes, por ejemplo, personalmente creo que Coco es una muestra clara de la gente mayor que se ubica en mi natal Yucatán.

Las referencias hacia los ilustres mexicanos también están a la orden del día, basta con ver a Ernesto de la Cruz quien es una viva muestra de Pedro Infante, aunque otros dirán que tiene similitud a Jorge Negrete, pero él no es el único pues también se encuentran homenajes a Cantinflas, Agustín Lara, El Santo, María Félix, Dolores del Río, entre muchos otros.

Además tenemos muestras a otras tradiciones, como las piñatas, los dulces típicos, el antes mencionado papel picado, Teotihuacán y por supuesto, la lucha libre, uno de los espectáculos más reconocidos a nivel mundial.

La banda sonora de Coco es simplemente hermosa, es de esas que como mexicanos seguro apreciarás por dejar un buen sabor hacia el mariachi, los boleros, e incluso hasta la música de banda, hay para todos los gustos. Pero la mejor parte es que las traducciones de las películas al español son bastante acertadas y conmovedoras.

Y hablando justamente de las traducciones, el doblaje al español es un gran trabajo realizado para esta película. Afortunadamente no tenemos un “chilango” marcado en la película, sino más bien es como una mezcla de los acentos que podemos encontrar a lo largo y ancho de nuestro país.

Los personajes tienen una historia que contarnos, incluso hasta los más pequeños que solo cuentan con unos minutos en pantalla tienen alguna lección que brindarnos, y es justo ahí donde Coco logra cautivar: en transmitirnos un mensaje fuerte y claro.

Coco es una película que toma un tema muy sensible y lo transforma en algo mágico y hermoso, y eso sorprender viniendo de gente que sabemos probablemente no está totalmente familiarizada con nuestra cultura.

Conclusión

El mensaje es claro: nunca debemos olvidar a nuestros seres queridos. Coco nos lleva de la mano a una enseñanza para conocer, preservar y valorar nuestras tradiciones, y no solo hablando de México, sino de cualquier otra cultura. Lo importante siempre será enseñarle a las siguientes generaciones porque hacemos las cosas y su significado, y Coco lo hace a través de una película.

Pero tal vez el éxito de Coco no se debe solamente a su gran producción y guión, sino más bien a que la gente que la ha visto ha sabido apreciar algo bien hecho, y eso desemboca a que la publicidad de boca en boca se de por sí sola.

Coco es sin dudar, la que se llevará un premio de la academia el próximo año.