Diablo III: Eternal Collection

Diablo es una de las IP más famosas y con más fanboys que existen, pues a pesar de un poco de quejas por las decisiones que ha hecho Blizzard a lo largo de sus múltiples lanzamientos como el modo en que funcionan las armas, la historia inferior, la muerte de Cain y las gráficas mediocres, el juego ha vendido realmente bien, con mucha gente adquiriendo este título en múltiples ocasiones comenzando por el primer lanzamiento en PC, después por el primer lanzamiento en consolas en PS3 o Xbox 360, después adquiriéndolo en PS4 o Xbox One para jugar con un mejor rendimiento y por último yendo por la versión más reciente, Eternal Collection que nos trae este título en el Switch con todos sus DLC y con máxima portabilidad.

¿Cómo se compara con los lanzamientos de PS4 y Xbox One? ¿Qué tal funciona el juego en modo portable?

Historia

La historia toma lugar 20 años después de los eventos de Diablo II. Deckard Cain y su sobrina Leah se encuentra en la antigua catedral del viejo Tristram revisando y estudiando textos antiguos que detallan una terrible profecía que está por venir cuando una estrella cae del cielo destruyendo la catedral. Deckard Cain está perdido y el nuevo Tristram está siendo atacado por cadáveres que están volviendo a la vida. ¿Qué está ocasionando esta serie de eventos?

La historia sigue los eventos del segundo título, con algunas sorpresas y otros clichés clásicos que hemos visto desde el primer título lo cual no necesariamente es malo, pues Diablo nunca ha tenido la historia más profunda pero siempre ha sido entretenida.

Presentación

Las gráficas no han cambiado desde su lanzamiento inicial, y es que desde que salió hace aproximadamente seis años, Diablo ya se veía como un juego viejo, usando modelos 3D con pocos polígonos y texturas simples, muy al estilo World of Warcraft, algo que siempre fue un problema para mi.

Por otro lado, siempre ha tenido excelentes efectos de partículas, filtros e iluminación, principalmente en sus escenarios, algo que hace que a pesar de sus gráficas simples, el juego no se ve nada mal. El Switch corre el juego perfectamente y no recuerdo que se haya alentando en ningún momento, incluso en el modo portable el juego corrió siempre fluido y las gráficas nunca empeoraron.

Una de las grandes preocupaciones era que la pantalla del Switch fuese demasiado pequeña para un juego como Diablo, y es que esa fue la excusa que usó Blizzard originalmente para justificar el poco apoyo que recibió Diablo III en remote play entre el Vita y PS4. Por suerte, Diablo funciona bastante bien en modo portable, en ningún momento me costó ver o entender lo que estaba pasando y nótese que estoy bastante ciego.

La música y ruidos de ambientación siempre han sido increíbles, unas de las cosas más impresionantes que siempre ha realizado Blizzard desde el primer título. Los ruidos que provienen de escenarios boscosos, rocosos, cavernas, cementerios, etc., realmente son inmersivos y bastante tétricos, ruidos y melodías simples que hacen que uno se sienta sin esperanza y que la muerte está a la vuelta.

Al igual que la música, los actores de voz son muy buenos. Emociones como ira, esperanza, terror, y desesperación se notan claramente al hablar los personajes, y los diálogos son interesantes y ayudan a desarrollar la historia tanto en los NPC importantes como los que vienen de los NPC secundarios y poco importantes.

Jugabilidad

Diablo III: Eternal Collection corre tal y como lo hacen las demás versiones de la consola, aunque no estoy muy seguro si el esquema de botones es igual. El jugador se mueve con el stick análogo izquierdo y puede usar el derecho para esquivar, algo que no se puede realizar en la versión de PC.

Por otro lado, el esquema de botones está bastante limitado. En las opciones encontré la posibilidad de supuestamente poder vincular poderes a cualquier botón sin embargo nunca logré hacerlo, siempre me vi limitado a tener que usar un botón específico para una clase de habilidad. Por ejemplo, hay una magia que es un rayo continuo de energía, y otra que tira una esfera de energía que explota al impacto, ambos poderes son de la misma clase lo cual significa que o equipaba el rayo continuo, o la esfera, y por más que yo quería tener un botón para cada una para usarlas en momentos diferentes según me fuesen más convenientes, no encontré como hacerlo. Esa es una de las quejas más grandes que ha recibido Diablo III desde su lanzamiento.

La exploración, el combate, los diálogos, y la mayoría de las demás mecánicas de juego siguen básicamente intactas y muy similares entre PC y las demás consolas. Los portales y las banderas para ir inmediatamente con otros jugadores funcionan tal y como siempre lo han hecho. Por otro lado, el menú es muy diferente al que tenemos en la PC, haciendo uso del análogo para encontrar lo que queremos en la pantalla de equipo y habilidades. De igual manera, el inventario es algo totalmente diferente, y no me molestó. En la versión de PC cada arma u objeto ocupa un espacio que se define en cuadros, por ejemplo, un escudo siendo algo redondo puede ocupar 4 cuadros, o 6 si es un escudo más grande, mientras que una espada puede ocupar 3 cuadros verticalmente o una lanza puede ocupar esos mismos de manera horizontal, y a base de eso el jugador debe acomodar los objetos que va encontrando hasta llenar todos los cuadros del inventario, tal y como se ha manejado en los últimos títulos de Deus Ex. En la versión de Switch, cada objeto ocupa un espacio general, teniendo el límite de 60 objetos, eliminando así la importancia del tamaño de los objetos. El inventario al parecer se llena por igual teniendo 60 anillos diferentes o 60 enormes martillos de guerra. Eso a mi me pareció muy conveniente pero quizá no sea agradable para aquellos que disfrutan del tener que organizar sus objetos. Por otro lado, Diablo III cuenta con la simple y sencilla solución de poder teletransportarse cuando sea y prácticamente desde donde sea para regresar al pueblo, vender o resguardar objetos, y luego regresar exactamente a la locación anterior.

El modo en línea funciona como en las demás consolas sin embargo tiene el gran inconveniente de todos los juegos de Nintendo. No tiene comunicación de voz. Si estoy felizmente jugando con un jugador al azar, y me veo en la necesidad de tener que retirarme momentáneamente o de manera permanente no existe manera alguna de informar al otro jugador, no hay ningún mensaje de texto predeterminado para elegir, ni manera de escribir, ni manera de decirle vía voz al otro jugador y no me queda mas que desconectarme y dejarlo de la nada. De igual manera, la aplicación de celular de Nintendo al parecer no soporta Diablo III lo cual significa que la experiencia en línea es la más limitada e inferior de todos los lanzamientos que ha tenido.

Conclusión

Diablo III: Eternal Collection es quizá la versión definitiva de consola si se trata de un solo jugador pues el juego corre de manera fluida, cuenta con todos los DLC incluyendo el Nigromante y la portabilidad es maravillosa para cualquiera que quiera jugar casualmente o en lugares más cómodos o convenientes.

El único gran problema es la comunicación en línea, así que si eres un amante de Diablo o del género y no te importa jugar en línea o la falta de comunicación, Diablo III: Eternal Collection es la mejor versión de consola para adquirir.

Agradecemos a Blizzard Entertainment las facilidades para realizar esta reseña.