Diablo IV
La franquicia de Diablo es una de las más longevas en la historia de los videojuegos y que con el paso del tiempo a través de sus 3 interacciones principales logró amasar una comunidad importante de jugadores, pero que no ha sido ajena a las duras críticas de los mismos, ya sea por el estilo de arte de Diablo 3 o por aquella infame frase de «¿acaso ustedes no tienen celular?» que se mencionó durante una presentación de Diablo Immortal.
Personalmente mi acercamiento a la franquicia ha sido leve, jugando solamente Diablo 2 en algún momento de principios de los 2000s, así que si bien no me voy a declarar un fan acérrimo, si tenía mucha curiosidad de poder probar esta nueva entrega, y vaya que mi sorpresa ha sido agradable después de decenas de horas.
Historia
Para ponerte al tanto de la historia de Diablo 4 si eres alguien muy poco versado como yo tal vez la primera sugerencia sería leer acerca de ésta, o bien, chutarse algún vídeo donde se expliquen los pormenores, sobre todo porque existen algunos personajes que regresan y que pueden ayudarte a contextualizar más los sucesos de esta entrega.
Sin embargo, me atrevo a decir que aunque no seas un erudito en la franquicia, la historia de Diablo 4 cumple muy bien su función de enganchar y una de las grandes razones es su villana principal: Lilith, un ser despiadado que deja claro sus intenciones desde la cinemática inicial y que logra transmitir todo ese miedo gracias a un grandioso trabajo de voces, de tal forma que no solo tú deberías tener miedo, sino cualquier ser viviente que habite en este mundo por explorar.
La campaña principal del juego te llevará aproximadamente un mínimo de 30 horas, a eso súmale todas aquellas horas adicionales que pasarás vagando por su extenso mundo ya sea explorando mazmorras o ayudando a otras personas que también están resintiendo la furia de la hija de Mefisto.
Algo que creo vale la pena destacar es que si bien las misiones secundarias pueden no aportar mucho a la trama, sí aportan ese contexto de lo que realmente está sucediendo y de cómo tu progreso ayuda a que esas cosas cambien, por ejemplo recuperar un poblado que poco a poco regresa a la vida gracias a todo lo bueno que estás haciendo y cómo estás prácticamente purgando el mal del mundo.
Los diálogos están bien trabajados y si bien tenemos cinemáticas como aderezo principal a la historia, la mayoría de las conversaciones las tendrás fuera de dichas cinemáticas, y eso no significa que le resten importancia, sino es una forma de complementarse.
Presentación
Empecemos por el principio: Diablo 4 se ve bastante bien para ser el primer juego principal desde el lanzamiento de Diablo 3 hace 15 años, una vez dicho esto, el juego luce muy bien comparado con su predecesor directo, pero no se le acerca ni a los talones a lo que un juego AAA ofrece en pleno 2023 en cuestión gráfica.
Y es que Diablo 4 visualmente en cierta forma es igual que como World of Warcraft lo ha sido desde su existencia: verás un apartado gráfico decente, pero nada que exija realmente a una consola de actual generación o que haga que tu tarjeta gráfica explote.
Sin embargo tengo que decir que el arte del juego es fenomenal al grado que se han cuidado mucho los detalles a pesar de que la cámara sea isométrica y esto signifique que muchos de esos detalles puedan perderse a simple vista durante nuestra aventura, pero eso no ha impedido que el equipo le ponga empeño a diseñar escenarios fantásticos y que nos transportan a esos mundos fantásticos. También hay que destacar que existen algunos puntos en el juego donde puedes pararte a simplemente contemplar esas escenas desde la perspectiva de tu personaje brindando así una experiencia mucho más inmersiva que ojalá algún día podamos disfrutar en todo su esplendor dentro de la jugabilidad de Diablo.
El creador de personajes está muy básico y en cierta manera me atrevo a decir que hasta tiene modelos feos, pero no mediocres. Por otra parte, podemos hacerlo parecer más bonito gracias a una amplia variedad de cosméticos que encontraremos en el juego, y me refiero a cosméticos porque por ejemplo si encontraste algún ítem que simplemente te gusta como se ve pero tiene muy pocas estadísticas para tu nivel, puedes deshacerlo y tomar esa apariencia para colocársela al ítem que sí te funcione a nivel jugable.
Por otro lado tenemos a los diseños de personajes, los principales, entre los que están están Lilith, Inarius, o Lorath, están muy bien detallados, sobre todo Lilith que realmente deja ver porque es la mandamás en esta cuarta entrega numerada de la franquicia. Como mencioné previamente, el trabajo de voces es muy bueno y vale la pena aplaudir que hasta el personaje que menos te esperas tiene voz.
El mundo a explorar es inmenso y abierto, dividido en cinco grandes regiones, cada una con su propio toque, desde pantanos, desiertos hasta montañas nevadas. Puedes incluso acabar la campaña y te aseguro que no habrás descubierto ni la mitad del mundo y todos sus secretos, mazmorras, eventos y monstruos.
Y es que hablando de enemigos comunes aquí es donde flaquea un poco Diablo 4, pues si bien sus regiones son muy grandes, en muy poco tiempo empezarás a notar lo repetitivos que son los diseños de los enemigos, al grado que pareciera que del copy paste el único cambio fue el color o la vestimenta. Eso no necesariamente significa que es malo, pues a pesar de que se repiten, no sentí que el mundo estuviera vacío o que pasara grandes extensiones sin encontrarme con alguna oleada a vencer, algún evento por completar, o una mazmorra por explorar.
El segundo punto que también puedes sentir un poco repetitivo son justamente los diseños de las mazmorras pues éstas tienen prácticamente el mismo diseño, con alguno que otro cambio que se genera de manera aleatoria de tal forma que cada vez que entres no sea igual.
El tercer punto a mencionar es el aspecto de la interfaz de usuario pues si bien no voy a decir que es totalmente aberrante, creo que tiene algunos puntos de mejora importantes, por ejemplo no fui fan de la navegación del árbol de habilidades pues a pesar de contar con una pantalla de 55″ en cierta forma se me hizo pequeño el espacio dedicado para la gran cantidad de opciones que hay, además de que creo que el acomodo no es el más óptimo. En general navegar en los menús en consola no es tedioso, pero definitivamente puede ser mejor.
Eso sí, hay que agradecer que el juego corra bastante bien en Xbox Series X, que las pantallas de carga sean prácticamente inexistentes y que salvo una misión secundaria que según yo ya había completado y que posteriormente me volvió a aparecer por alguna extraña razón como si no la hubiera terminado, en general no encontré ningún bug, cierre inesperado, problemas de rendimiento aun con muchos elementos interactuando al mismo tiempo, o tiempos de espera largos para encontrar servidor, sin embargo, hay que decir que muchas de éstas cosas no sabemos realmente como van a funcionar una vez que el juego esté disponible para todo el público, porque los servidores activos para las reseñas estaban casi casi vacíos.
Finalmente alabar la banda sonora del juego. Es una exquisitez en todo su esplendor que tal vez la mejor manera de disfrutarla es poniéndose unos audífonos para experimentar hasta el más mínimo detalle sonoro que Diablo 4 y su orquesta tienen para ofrecer. Una belleza.
Jugabilidad
Diablo 4 es un juego de acción RPG con mecánicas de hack n’ slash y cuyo pilar principal es el looteo hasta el cansancio, siempre en la búsqueda de mejor equipo o mejores estadísticas, ya sea para enfrentarse al entorno o en aquellas secciones donde el PvP está permitido y el honor está en juego.
La jugabilidad principal que hemos conocido a lo largo de los años sigue prácticamente intacta, pero sí ha tenido algunas mejoras que la hacen más disfrutable. Iniciando con la dificultad tenemos 4 a elegir, pero solo 2 de ellas están disponibles para empezar: aventurero y veterano, siendo la primera la más recomendada para nuevos jugadores y la segunda la estándar. La mayor parte de mi aventura la pasé en la más básica, pero conforme progresé me atreví a cambiar a veterano y vaya que lo disfruté porque más allá de obviamente obtener mayor experiencia los combates es donde la cosa se pone interesante y creo que la curva de dificultad entre uno y otro modo es aceptable de tal forma que no te sientas abrumado por un cambio drástico pues básicamente el mundo tendrá el nivel que tú tienes, sin sentirse demasiado castigador más allá de las batallas con los jefes o uno que otro evento, que realmente lo que requieren es habilidad de tu parte en su mayoría.
Tenemos cinco clases a elegir: bárbaro, druida, necromancer, pícaro y hechicero. En mi experiencia jugué con el hechicero en su mayoría pues fue el que más se adaptó a mi estilo de juego, sin embargo eso no quiere decir que las otras sean peores, aquí realmente es decisión de cada quién e incluso habrá quienes decidan crear a los 5 y jugar incansablemente con cada uno. Todas las clases suben de nivel conforme ganan experiencia y eso les permite desbloquear o mejorar diversas habilidades a través de un árbol que libremente nos permite elegir si queremos especializarnos en una sola cosa, tener un build más equilibrado o incluso resetear todo y volver a configurar las habilidades desde cero.
Explorar mazmorras, participar en eventos, matar enemigos, acabar misiones secundarias o principales nos dará recursos así como también oro, que creo fielmente es casi innecesario porque nunca llegué a necesitar de un NPC que me vendiera mejor equipo además de que son carísimos por cierto, adicionalmente nos permitirá justamente obtener diversas piezas de equipamiento como son cascos, pecheras, botas, etc. Dichos ítems pueden ser mejorados con los NPCs e incluso les puedes agregar piedras para mejorar ciertas estadísticas, o simplemente seguir jugando y encontrar una pieza más bonita o con mejores estadísticas que te ayudarán a nivel jugable. Si mueres en las dificultades más bajas tu equipamiento perderá cierta durabilidad, pero si mueres en la dificultad más alta entonces sí, es un game over.
Pero en Diablo 4 más allá de la campaña lo que realmente importa es el endgame y eso se traduce en seguir explorando el mundo, aventurarse una y otra vez en las mazmorras, participar en los eventos, enfrentarse a los jefes o a otros jugadores en el PvP y así una y otra vez por la cantidad de horas que gustes, pueden ser 10, pueden ser 1,000, todo dependerá del tipo de jugador que seas.
Otra parte importante dentro de esta entrega es la forma en la que Blizzard pretende expandir su tiempo de vida: la tienda, un elemento que hasta el momento de esta reseña no estaba disponible y obviamente no pudimos probar ni mucho menos podemos opinar, pero que según la compañía estará limitado enteramente a artículos cosméticos, pero a un precio adicional. También se planean temporadas, eventos de tiempo limitado e incluso un pase de batalla que tendrá opciones gratuita y de paga, pero solo podremos conocer su implementación más adelante.
Conclusión
Diablo 4 es el resultado de prueba y error, de mezclar lo antiguo con lo nuevo, de traer lo que funciona y mejorarlo, pero sin dejar pasar algunas ideas que se pueden llegar a sentir frescas en ciertos momentos, pero con otras que dejan un sabor a que estamos jugando algo que se sigue viendo viejo en su mayoría.
Es un juego totalmente adictivo y que con su gran número de actividades por hacer harán que pierdas horas y horas de juego, basta con decir que mis primeras horas me las dediqué prácticamente a lootear y explorar más allá de jugar las misiones de campaña, y realmente las disfruté.
Es un juego que incluso para mí que me considero un jugador nuevo dentro de la franquicia puedes llegar a adorar incluso si decides jugarlo en solitario, pero que obviamente es mejor con amigos o conocidos. Que es accesible gracias a su sistema de leveleo, diversas dificultades, y que en cierta forma es fácil de aprender sin tener que ser un hardcore que le dedique 24 horas al día.
Diablo 4 es seguramente, el juego que los fans estaban esperando, pero que no está libre de pecados.
Agradecemos a Blizzard Entertainment las facilidades para realizar esta reseña.
Este escrito representa únicamente la opinión de su autor y no necesariamente la del equipo de Versus. 1
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Pros
- Muchísima rejugabilidad.
- El arte del juego es maravilloso.
- Trabajo de voces respalado de un buen guion.
- Muy accesible incluso para jugadores nuevos.
Cons
- Los enemigos comunes pueden ser repetitivos muy pronto.
- Poca variedad de eventos.
- Demasiado adictivo.